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Mi empleo en la inmobiliaria (Parte I)

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Para quienes no me conocen, mi nombre es Andrea, este relato que les voy a contar sucedió cuando finalicé el secundario, por ese entonces estaba viendo qué carrera universitaria podría seguir, mientras tanto, encontré un empleo para afrontar los gastos de una chica, ya saben ropa, salidas, maquillajes, etc.

Ingresé a una inmobiliaria para realizar tareas administrativas, por tal motivo era importante los modales y la vestimenta, en el negocio estaba al frente el hijo del dueño, y yo, él atendía a los clientes y los llevaba a ver los inmuebles, yo armaba las fichas, planillas, ordenaba papeles en las carpetas y algún que otro tramite en las oficinas de la ciudad.

Con el tiempo me anote en la universidad, así que me hacia el tiempo para estar entre el empleo y la facultad, ganaba dinero y podía estudiar mi carrera, con el dinero me compraba ropa para poder utilizar en el trabajo, intercalaba en pantalones y polleras, Carlos el hijo del dueño se sentaba en un escritorio frente a mí, nuestra relación era cordial y amable, nunca hubo ningún tipo de problema entre ambos.

Un día Carlos se ofreció a llevarme en su camioneta, me dijo si iba a la facultad, y le comenté que no porque hoy no tenía clase, le dije que iba a mi casa, y le dije la dirección, subí a su camioneta y salimos.

En un momento veo que se aparta del camino, y me dice que tenía que hacer un trámite antes; cerca de un descampado se detiene y baja de la camioneta, pasa por el frente y observe un movimiento en él que no sabía que era, abre la puerta de mi lado, y me toma de un brazo, le digo “¿ey que haces?”, y observo que tenía su miembro afuera, “ey espera, no te provoque ni nada, que haces?”, me toma de los brazos con fuerza y me dice, “mira Andrea, me tienes caliente, tú te sientas en el escritorio y cuando vienes con pollera o vestidos dejas ver tu hermosas piernas y me enloqueces”, le respondo eres un degenerado, con lo cual, me toma por fuerza y hace que me arrodille y me pone su miembro en la boca, “chúpala, chúpala”, me introdujo toda su verga en la boca, la cual era de un tamaño considerable, me ahogue, y me vuelve a levantar de los brazos, ven vamos, me lleva al asiento de la camioneta y me voltea en el de espaldas, ese día tenía una pollera, me la levanta, y le digo “¿por qué haces esto?, sin decir palabras me levanta la pollera y arranca mi tanga, se sube sobre mí, y me introduce de un golpe toda su verga, con lo que me hace dar un grito, y comienza a moverse, “me gustas nena, aaahh ahhh aaahh”, luego me da la vuelta, y me la pone por detrás, mientras con un dedo dilata mi ano, entre jadeos le pedí por favor no lo hagas, cosa que mis suplicas potenciaron sus intenciones, me salivó bien el ano y me la fue introduciendo por el culo.

Grite y jadié aaaahh ahah aaaaahhh, mientras Carlos me decía con su voz agitada, “te gusta?”, y le respondía si pero no de esta manera, y me la dejo un rato adentro sin moverse, y luego comenzó a bombear nuevamente acelerando el ritmo e introduciéndome toda la verga, y siento su leche caliente dentro de mis entrañas, quedé agitadísima.

Como pude volví acomodarme en el asiento, me llevo a mi casa, y escucho que me saluda, cosa baje de la camioneta sin saludarlo, y cerrando la puerta de un portazo, solamente quería entrar a mi casa y darme una ducha y limpiar todo mi cuerpo. Pude ducharme mientras me caían las lágrimas, me quedé un rato con el agua cayendo sobre mi cuerpo. Al otro día no fui a la inmobiliaria, pedí médico, en realidad no quería ir a trabajar no tenía ganas después de lo sucedido.

En el próximo relato les contaré como seguimos después de esto, donde nada volvió a ser como antes.

Espero les haya gustado, si desean pueden escribir sus comentarios a: [email protected].

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