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Mi esposa con otro y yo gozo

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Quiero comenzar mi primer relato con los inicios de mi vida cuckold en Perú.

Mi nombre es Andy y hace unos años atrás tuve una relación con Yesica con quien poco a poco nos fuimos adentrando al mundo del cuckold, entre sexo y sexo se nos vino el morbo de incluir a un tercero en el sexo, pero la idea era que ella tenga sexo con otro mientras yo veía.

Creamos un Facebook y a través de el conocimos a muchos varones sobre todo que les interesaba conocernos y sobre todo tener sexo con mi mujer, así que cierto día decidimos conocer a uno que por chat era bien agradable, ardiente y tenía un buen miembro, así que lo citamos en plaza norte.

Ella fue con pantalón y casaca, pero al llegar cerca al punto de encuentro, busco un baño, se cambió el pantalón por una minifalda corta que le llegaba a la mitad del muslo, una blusa con el escote holgado algo trasparente que se le notaban sus ricos pezones marroncitos, ella era una chica blanquita, estatura mediana, delgada pechos medianos y un trasero redondito así que con esa figura le resaltaba muy bien como estaba vestida.

Llamamos al chico para darle el punto exacto de encuentro, y nosotros llegar, nuestro invitado no tarde en apersonarse, quien saludo muy cortésmente con un beso en la mejilla a mi mujer y a mí con un apretón de mano.

Salimos de plaza norte con la intención de buscar algún lugar para conversar y desinhibirnos un poco, pero como era nuestra primera vez no queríamos ir al hotel sino caminar, juguetear etc. por algún parque así que fuimos en un taxi a megaplaza, al llegar teníamos que cruzar el puente así que di el primer paso haciendo que mi mujer suba primero las escaleras y después nuestro invitado y entonces pudo apreciar el trasero que se veía por debajo y me dijo “amigo, esta buenísima”, solo reí y le dije, “es todo tuyo”.

Fuimos a un parque a la espalda de mi banco, nos sentamos en una banquita en lo que le digo al oído a mi mujer, “has lo que gustes mi amor, disfrútalo”, así que en plena conversación, abrió las piernas dejando ver su hilo color rojo, y nuestro amigo inmediatamente se puso en frente de ella y comenzó a ganarse toda la vista, y nos reímos, se sentó después a su lado de mi mujer, y me pidió permiso para abrazarla y le dije,” amigo, has lo que gustes”.

Inmediatamente la abrazo, le susurró al oído que estaba hermosa y con la otra mano bajo su mano a sus piernas y no paraba de acariciarlas, yo estaba excitadísimo y mi mujer también porque ya jadeaba así que decidimos caminar por ahí para soltarnos más.

Caminando me retrasé un poco para ver lo que hacían entonces vi que él le agarro de la cintura y ella también, nuestro amigo bajo su mano apretando su nalga viéndola a los ojos a mi mujer y ella se reía, yo estaba ya excitado a mil.

Mientras caminaban se agarraban de la mano, parecían pareja y eso me encantaba, entonces me llamaron, y mi mujer me dice, “dice que lo tiene grande jajaja”, y le digo, “habría que comprobarlo”, y como nuestro amigo tenía un buzo holgado, agarró la mano de mi mujer y se la metió a su pantalón, pues no tenía bóxer y pudo agárraselo con toda comodidad.

Me miro sonriente y sorprendida y me dice “uauu si es grande”, le pregunto “¿más grande que el mío?” Y me dice “siiii” jajaja nos reímos, pero excitamos a la vez, ella ni corta ni perezosa comenzó a masturbarlo dentro del pantalón y eso me ponía a mil. Y me dice nuestro amigo, “que rica mano tiene”, entonces le dije, “si, lo mueve bien, pero también tiene rica boquita”, y él me dice “pues habrá que comprobarlo”, entonces se acercó y comenzó a besar a mi mujer mientras yo veía como se entrelazaban sus lenguas y ella masturbándolo mientras la besaba.

Tuvo que parar por que pasaron unos carros así que buscamos un pasaje medio obscuro entonces el la abrazo por la espalda y ella estaba feliz, así que nuestro amigo le alzo su minifalda, y le puso a un lado su hilo de mi mujer, sacó su enorme pene y se lo apuntó a su vagina, la cara de mi mujer lo decía todo, jadeó un poquito con su cara roja de lo excitada, y me dice nuestro amigo, “está empapada”, y yo me reí ya con el miembro bien parado mirando a todos lados por si venían.

Solo de ver ya me quería venir, y le digo “¿entro todo?”. Y me dice mi mujer, “solo la mitad” mirándome coquetamente, pero justo pasaron unos niños y ya se separaron y seguimos caminando, mi esposa se acercó y le pregunté si quería ir al hotel para que se lo meta todo nuestro amigo, pero me dijo que hoy no, así que nos despedimos, nuestro amigo le dio un beso con lengua en la boca de nuevo, y aprovechando bajó y le chupó sus tetas en lo que ella soltó otro jadeo, después se besaron y nuestro amigo se fue pendiente a una próxima cita.

Llegamos a la casa e hicimos el amor como locos toda la noche, ese fue el inicio, ya estaré contando otras historias.

Espero les haya gustado saludos.

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