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Mi esposa recatada quiere una gran verga negra
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Son casi las 4 am, 3:49 para ser más exactos, un sonido constante entre sueños me despertó, no sé, como si algo chocara con algo, de repente un sonido muy aleatorio en velocidad, lento, rápido, rápido, más rápido, lento. Noto que la cama está vacía y las sábanas frías, el foco del baño está apagado, y solo pienso —quizá bajó a tomar solo un poco de agua—, volví a cobijarme y tratar de recuperar mi sueño, pero mientras, el sonido seguía constante, traté de no tomarle importancia y ya más decidido y consciente por la hora, porque en una hora tenía que levantarme para ir al trabajo.

Desperté una hora después, me preparé como todos los días, baño de agua fría, desayuno express por las prisas. Transcurrió el día y pensé en el sonido que no me dejaba dormir, traté de darle una explicación, pero simplemente no se me ocurrió nada con que asociarlo.

Llegué a casa, mi esposa muy linda me recibió con los brazos abiertos, contenta de que haya llegado de mi jornada de trabajo. Mientras me cambiaba de ropa y me ponía cómodo para cenar, le platiqué a mi esposa lo que pasó en la noche, le expliqué de los ruidos y ella me dijo que había bajado a buscar una aspirina para el dolor de cabeza, que no pudo conciliar el sueño y bajó solo por un vaso de agua y el medicamento.

Transcurrió la noche, nos fuimos a la cama a descansar, yo ya más tranquilo porque supe lo del ruido de la noche anterior, ya acostados mi esposa me dijo que se sentía mal, como desesperada, que ella no quería dormir, yo, me moría de sueño, solo dijo que vería una película a ver si la relajaba y lograba dormir, yo me dormí como un tronco, pero algo curioso pasó, como eso de las 2 am me despertó el mismo ruido, mi esposa no estaba en la cama de nuevo, traté de descifrar el ruido, pero esta vez era un poco diferente, porque ahora también se alcanzaba a escuchar una respiración intensa tratando de sofocarse para no hacer ruido.

Me levante, intenté no hacer ruido, baje muy lentamente las escaleras, alcanzó apenas a percibir a mi esposa en la sala, con su celular prendido, pero no distingo que hace; su abultada cabellera no me deja ver, al intentar bajar; un escalón me delató, rechino y mi esposa apagó el celular espantada, se incorporó rápidamente en el sillón y solo dijo —amor ¿estás despierto?— solo respondí que sí, rápido encendí la luz y continue diciendo que quería asegurarme que estaba bien y saber si el dolor de cabeza había vuelto, me contestó que sí, que tenía dolor otra vez, pero que ya se había tomado la pastilla. Me quedé pensando y pregunté de inmediato, —¿te tomaste la pastilla con toda la casa a oscuras?— noté un poco de nerviosismo en su voz y confirmó, sí, como ya me la tomé, estaba esperando a que me hiciera efecto y estaba viendo por lo mientras mi celular, pero creo que ya mejor me voy a subir a dormir contigo de una vez, me dijo ve a la cama, enseguida te alcanzo.

Sacado de onda y con la curiosidad, me subí a dormir, mi esposa apagó la luces y se escuchaban sus pasos para regresar a la cama, ya en la habitación me dijo voy rápido al baño ya para venirme a acostar, dejó su celular en la cama y la pantalla de su celular se encendió, lo miré para apagarlos, pero vi en una notificación que decía esposa caliente monta una gran verga negra, deje el celular rápido porque se escuchó que regresaba a la cama. Me hice el dormido y mi esposa me dio la espalda pero seguía con el celular, en voz baja alcancé a escuchar que dijo, —mensa, no lo cerré, deja activo las alarmas—, yo no lo podía creer mi esposa, no es que ella sea la más santa y recatada, pero ella nunca fue partidaria de ver porno, y cuando se lo llegué a mencionar solo decía que no le llamaba la atención, que le resultaba falso y que ¡meh! simplemente eso no la ponía.

Pasó los mismo del día anterior, rutina para ir a trabajar, regresar a casa, mi esposa muy linda recibiéndome con los brazos abiertos, con una deliciosa cena, charlando un poco y prepararnos para ir a dormir tipo las 11:30, pero solo que esta vez fingiría dormir para saber qué es lo que hacía cuando se bajaba por la “aspirina”.

Duré así dos horas hasta que sentí que se levantó de la cama lo más sutil posible, casi no hizo ruido, tomó su celular, abrió la puerta muy lentamente y se bajó a la sala, yo hice un poco de tiempo, unos 25 minutos para darle oportunidad a que iniciara lo que ella tenía que hacer, pasado este tiempo aproximamamente, bajé muy, pero muy sutilmente casi sin respirar, esquivo el escalón que me delató, me asomo y veo que mi esposa semiacostada en la sala, está viendo porno en el celular, alcanzo a medio distinguir que se ven dos tipos negros cogiendo con una mujer, la mujer se veía en cuatro, un hombre negro bien dotado se la cogía por el culo; el hombre le daba unas nalgadotas a la mujer mientras el otro hombre le metía la verga en la boca, la mujer del video se veía como se atragantaba porque no le alcanzaba a mamar toda la verga del sujeto, pero lo que más me sorprendió, pero en serio me sorprendió es que mi esposa se estaba masturbando con un gran dildo, no un dildo cualquiera, era un dildo bastante grande, casi del tamaño de una regla, bastante grueso, color negro, me sorprende porque una vez mencioné que deberíamos de darle más sabor a nuestra intimidad con un juguetito sexual, pero se negó, diciendo que eso no hacia una esposa decente.

Ahora asocio el sonido de lo que era que chocaba, era ella metiendose tremendo pedazo de verga negra de silicon, con su panochita escurriendo de mojada mientras veia como dos negros se cogian a una mujer, se saca la verga de la panocha y la empieza a mamar como si fuera una verga de verdad, la llena de saliva y la se la vuelve a meter en la panochita jugosa, por alguna razón la escena de mi esposa con las piernas abiertas y metiendose esa verga casi hasta al fondo y viendo porno, me prendió, tuve una erección instantanea, quería bajar a cogermela con fuerza, con furia, con excitación, solo me quedé observando como se masturbaba, de repente vi como su respiración se aceleraba y como suprimia sus gemidos para no hacer ruido, vi como sus caderas se movian por voluntad propia, y pum se vino, tuvo un orgasmo, se dejo la verga de silicon adentro y se cubrió la boca, soltó un respiro muy hondo y dejo el celular, yo trate de subirme lo más rapido posible para que no se diera cuenta que yo estaba ahí con la verga parada viendo como se masturbaba.

Regresé a la cama, bien caliente, me hice el dormido, ella se metió a la habitación, dejó el celular en la cama y fue al baño, creo que le planearé una sorpresa, pero esa lo contaré en el siguiente relato. Si quieres saber qué pasó, comenta y si veo que hay apoyo, subo la segunda parte.

Gracias por leerme.

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