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Noche de orgía en vacaciones

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En la universidad era medianamente popular, gracias a mis nalgas tentadoras la mayoría de mis "amigos" eran hombres, ahí conocí a Edgar y Mau, dos de las pocas personas que aún sigo frecuentando después de haber concluido mis estudios universitarios.

Edgar estuvo trabajando unos años aquí en la capital pero le surgió una excelente propuesta en otra ciudad del país y cambió de residencia, ahí conoció a Marcela, con ella comparte la casa donde viven.

Se acercaban las vacaciones de verano y el me invitó a pasarlas con ellos y también iría Mau. Acepte y llegamos a su casa, era muy antigua y bastante espacio para cuatro personas, patio, cocina, sala, comedor, tres recámaras y baño. Una de las recámaras era de Edgar, la otra de Marcela y la última la dejaban para invitados, por esta ocasión Edgar y Marcela compartirian recámara para dejarme a mi la de Marcela y Mau quedaría en la de invitados.

Llegamos y nos dieron un tour por la ciudad, a Edgar siempre le a gustado beber mucho y descubrí que a Marcela también, estuvimos de aquí para allá y en la noche regresamos a la casa.

Para cuando llegamos Marcela y Edgar ya estaban demasiado borrachos, Mau y yo un poco menos que ellos, Marcela intentó servirse otro tarro de cerveza pero el tarro cayó al piso haciendo un reguero, a causa de eso Edgar decidió llevársela a dormir, Mau y yo nos quedamos a limpiar el desastre y al terminar nos fuimos a nuestras recámaras.

Yo quedé en la recámara de en medio, entre la de Marce con Edgar y la de Mau, me puse mi pijama y me recosté, al poco tiempo empecé a escuchar golpes, Marcela gritaba, de inicio me asusté mucho, creí que Edgar la estaba golpeando, me levanté como rayo y abrí la puerta para ayudar a Marce, como se imaginarán estaban cogiendo, Marcela cabalgaba mientras Edgar le propiciaba unas tremendas nalgadas que ella ya tenía el culo rojo te dan duro que le pegaba Edgar, pero no le importaba, solo gritaba y se seguía meneando. Cuando abrí ni me hicieron caso, cuando me di cuenta de la situación cerré lo más rápido que pude, pero una no es de madera, ese tantito que vi me calentó.

Volví a abrir la puerta pero solo lo necesario para ver la acción, Marce seguía cabalgando con mucha fuerza y gritando de placer, no lo dude, baje un poco el pantalón de mi pijama y metí mi mano debajo de mi panty, empecé masturbandome, me presionaba el clítoris y los labios con fuerza para después clavarme los dedos, en poco tiempo ya estaba chorreando de lo caliente que estaba, pero no me atreví a entrar.

Decidí cerrar y dejar de mirar, terminar lo mío en mi recámara, pero cuando gire para regresar tras de mi estaba Mau, ya con verga de fuera, se estuvo masturbando mientras me veía, la espía espiada, no le dije nada, me le acerque y lo jale de la verga hacia la puerta y la volví a abrir un poco para que ambos viéramos el show, nos masturbamos el uno al otro, yo sé la jalaba y el metió su mano entre mis nalgas y la panty para clavarme sus dedos en mi vagina, así estuvimos un rato, Marcela no dejaba de cabalgar y gemir, que aguante de mi amigo, pensé.

No sé si a propósito o por accidente pero Mau me dio un empujón que me hizo desequilibrar y acabé entrando a la recámara de manera abrupta, Marce y Edgar no pararon, parecían saber que eran vistos, seguí mi calentura y no intente salir, jale a Mau, me arrodille y le empecé a mamar la verga, puso cara como de quién se ganó la lotería, me tomo del cabello y me presionaba contra su verga, yo seguí picandome la concha con mis dedos.

Por fin Marce se levantó, dejando ver el pene de Edgar, ahora entiendo porque no lo dejaba, aquella verga era algo fascinante, unos veintidós centímetros, gruesa, su glande tenía un tamaño extraordinario y además tenía circuncisión, una delicia. Marce se fue hacia mi, le arrebato mi cabeza a Mau y empecé a mamar concha, Marce gemía y se retorcía pero nada como los gritos que Edgar le hacía dar, se recostó y abrió las piernas, le clave tres dedos y seguí chupando, como quedé con el culo parado Mau aprovecho, me bajo el calzón y sin más me metió la verga, una verga normal, para empezar estaba bien, pero no podía esperar a que Edgar me clavara su cabezota. Mientras dedeaba a Marce y Mau me cogía, Edgar solo miraba y se la jalaba, hasta que se aburrió y decidió entrar en acción, nos hizo formar un cuadrado, yo sé la mamaba a Mau, Mau chupaba la concha de Marce, ella tragaba verga de Edgar y el me dedeaba y chupaba mi concha, el que se viniera se iba saliendo, sentenció.

Un rato estuvimos así, el primero en venirse fue Mau, ni me avisó, de un momento a otro sentí su leche en mi garganta, pase a chuparle la concha a Marce de nuevo, le volví a meter los tres dedos y en poco rato mis dedos quedaron bañados de sus fluidos, por fin me encontré con Edgar, aquella verga bestial no cabía en mi boca, por más que chupaba parecía que nunca lo iba a hacer llegar, Marce se acerca y me da un lubricante y un consejo, funcionó, me lubriqué el dedo medio y se lo clave por el ano a Edgar, hice el mete saca y al poco rato no pudo más y se vino, wow, soy la campeona de la puteria, pensé, mi recompensa fue una extensa cantidad de espesa leche de la cual no dejé gota. ¿Quién iba a imaginar que a mi amigo le gustaba que le picaran el culo?

Mientras Edgar se recuperaba ahora Mau se cogía a Marce, la tenía en cuatro dándole por el ano, Marce parecía disfrutarlo poco, como si aquel pene regular no le hiciera nada, me recosté frente a ella, envolví su cabeza con mis piernas y empezó a chuparme y clavarme los dedos en la vagina, lo hacía muy bien, tenía un ritmo que me hacía gemir y gemir pero sin venirme, podía estar toda la noche disfrutando esa lengua.

Estaba con los ojos cerrados cuando sentí que alguien se recostaba a mi lado, era Edgar que ya la tenía parada de nuevo, me dijo que me iban a dar mi premio, me soltó de Marce y me hizo sentarme en su verga, costó trabajo que me la clavara, sentí un poco de dolor pero valió la pena, en cuanto empecé a cabalgar no pude parar de gemir, Marce era muy afortunada, aquella verga era única, era tanta mi excitación y placer que me sentí desmayar, no tenía las fuerza para sostener mi cuerpo por lo que deje caer mi pecho en el de Edgar y el me siguió bombeando sin piedad, le hizo una señal a Mau, yo no entendía pero pronto sentí unas manos separar mis nalgas, al poco rato sentí la presión de la verga de Mau en mi ano, me la clavo, yo no podía con el placer de tener ambas vergas dentro de mi, comenzaron a tomar un ritmo dónde ambos me la metían y sacaban al mismo tiempo, podía sentir como se juntaban dentro de mi y luego me liberaban, no me quedaba más que gritar y gemir de placer, la cama ya estaba mojada de tanto que chorreaba mi vagina, después de un rato aceleraron el ritmo, me daban tan fuerte que parecía me querían perforar y de un de repente sentí sus leches calientitas, se las ingeniaron para venirse al mismo tiempo, sacaron sus vergas flácidas, quede inserte solo viendo cómo Marce les limpiaba a mamadas la verga a cada uno, en cuanto se pusieron duros de nuevo le aplicaron la dosis a Marce.

Ya no pude más, ya no supe que más pasó, me quedé profundamente dormida, cuando desperté estaba en mi cuarto, con un dolor de cabeza brutal, con mi panty puesta llena de leche y con la vagina y el culo adoloridos. Fui la última en despertar, me vesti y fui a la sala donde mis amigos se escuchaban platicar, me hicieron bromas de la borrachera, de lo dormilona que era, pero en el resto de las vacaciones nadie mencionó nada sobre la cogida de esa noche, nunca se a tocado el tema y nunca volvió a pasar.

(10,00)