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Otra vez en un bar de intercambio

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Estamos en un bar de intercambio, el ambiente ligeramente sombrío, hay música en vivo a un volumen agradable, que deja conversar, disfrutar de la música y poder bailar en una pista pequeña, pero agradable.

Ocasionalmente nos paramos a bailar alguna pieza.

Pero el tema es que hay personas que nos ven, más bien a ti. Traes un vestido de tela delgada... tiene una caída bonita, a la rodilla, hombros cortos, que deja ver que no traes brá, por el tipo de escote. Llamas la atención por lo elegante que te ves.

Y sí, comentamos entre nosotros de los demás, que hay momentos que te observan. Entre el juego del momento, nos llegamos a besar y a acariciar discretamente

Por debajo de la mesa, te voy acariciando alguna de tus piernas hasta llegar a tu sexo y te encuentro ya algo excitada. Tus pezones llegan a dibujarse en la tela del vestido.

Nos tocamos mucho, y algunos nos miran. Te excita saberte siendo observada. Igual me tocas mucho, sobre el pantalón, con mi pene ya erecto, lo vas frotando, apretando entre tus dedos, rozando con tus uñas.

También vemos a parejas hacer lo mismo y los observamos. Constatamos que hay mucho toqueteo. Vemos algunas parejas que, bailando se tocan. Es un ambiente muy erótico y ocasionalmente algunas parejas se acercan demasiado en la pista y los cuerpos hacen contacto restregándose un poco.

Vemos que alguna de las mujeres se mete debajo de la mesa, sostiene el pene erecto de su pareja y decide darle sexo oral de forma delicada primero. La observamos y tú ya tienes mi pene fuera de mi pantalón, tocándome rico. La vemos chupando a su pareja, mucho, intensamente. Están en una mesa casi enfrente. Yo te toco, abres tus piernas para darme pleno acceso a tu sexo e incluso lo voy penetrando con mis dedos y te excitas mucho.

Al lado nuestro hay otra pareja. Ella está de espaldas a nosotros, pero él nos ve completamente, y te ve masturbarme. Se besan mucho, abrazados y él no deja de observarte. Entonces, yo hago que te recargues en el respaldo del sillón y él tiene ahora mejor vista tuya, mientras yo te acaricio los senos por arriba del vestido, dejándole ver tus ya erectos pezones.

Mientras sigo tocando tu entrepierna, en un momento te digo que voltees hacia él. Tu mirada y la de él se cruzan, te excita verlo directamente mientras te estoy tocando y te provoca un orgasmo rico, que te hace mojar mi mano.

El gira a su pareja y ella lo masturba también, recorriendo su ya duro instrumento a todo lo largo, no le quitas la vista.

Nos paramos al baño, pasas rápido y te espero afuera.

En el pasillo, antes de regresar, nos abrazamos y besamos, mientras me acaricias mucho.

Me dices que quieres sentir mi pene en tu boca. Lo sacas, me masturbas rico, te agachas a hacerlo y me haces gemir de lo rico que me chupas, de la forma tan intensa de excitarme.

Te levantas, nos besamos y nos vamos a nuestro sillón. En el camino observamos a algunas parejas, en pleno faje. Sólo en un caso, ella ya está arriba de él, montándolo, cogiéndolo intensamente, estremeciéndose del contacto es está sintiendo. Nos detenemos, brevemente, junto a otros que los observan. Llegamos a nuestro lugar. Esta todo el ambiente muy, muy excitante.

Ya en nuestra mesa, donde compartimos sillón con los otros, ella está acostada sobre el sillón, con sus senos al descubierto y él tocando su sexo en formas diversas, lo que le hace gemir a ella con mucha pasión

Ella queda más cerca de ti. Los observamos y nos besamos. Yo te acaricio. Podemos ver lo excitada que está ella, lo erectos de sus pezones... lo mucho que disfruta de ser tocada por su pareja.

En los besos y caricias que tú y yo nos damos te muevo un poco el vestido y dejo uno de tus senos de fuera y él lo ve todo. Ella levanta la mirada hacia nosotros y te puede ver con tus senos ya de fuera.

Entonces lleva sus manos a sus senos y se acaricia sin dejar de verte. Podemos observar sus dedos jugando con sus pezones, acariciando rico sus senos, mientras su pareja sigue tocándola, pero ahora ya con su instrumento liberado, que muestra una erección importante.

Yo toco uno de tus senos, jugando con tu pezón, poniéndolo muy erecto. Ella reparte su mirada entre la forma que te toco y ver que pongamos atención a lo que pasaba entre ellos. Yo beso tu cuello, tus hombros, tu espalda, tus mejillas y te digo que todo es excitante.

Levanta una de sus manos y toma la tuya más próxima, la lleva a sus labios, dándote un beso delicado en el torso de la mano sin dejar de mirarte a los ojos. Entonces la coloca en uno de sus senos y con tus dedos, roza el pezón muy erecto.

Con su mano, sobre la tuya, te deja ver qué quiere que le hagas, y poco a poco tú la empiezas a tocar, gimiendo ella al roce de tus manos. Tu mano rodea ahora su seno, dándole un masaje ligero y rematando en el pezón de nueva cuenta. Yo te beso y te digo que es muy excitante verte hacer eso.

Extiendes tu otra mano hacia su seno libre y comienzas a acariciarlo de la misma forma que al primero. Ella estira su cuerpo y arquea su espalda en respuesta a tus caricias. Su pareja observa y la comienza a penetrar profundamente, empujando todo su pene dentro de ella, aumentando la velocidad de sus movimientos, sin quitar la mirada de ti y tu cuerpo que yo acaricio.

Ella levanta las manos sobre su cabeza hacia tu cuerpo y alcanza tus piernas, acariciando tus muslos hasta llegar a tu sexo.

Beso tu cuello y acaricio tus senos, que ahora están extraerectos de todo lo que está sucediendo.

Tu giras la cabeza hasta que nuestras bocas se encuentran y me alcanzas a decir que ella te está tocando, en forma diferente y que te estas mojando muchísimo de la excitación que te provoca todo esto. No tardas en venirte en otro orgasmo intenso y tu cuerpo se estremece deliciosamente al ritmo de las caricias de ella, mientras sigue recibiendo las embestidas, cada vez más fuertes y acompasadas de su pareja, lo que la aproxima a otro orgasmo más, que la hace vibrar de excitación y gemir a mayor volumen.

Sabemos que la noche será larga...

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