Este capítulo es otro episodio que ocurrió con mi vecina Jennifer, la vecina del relato "El calzoncito".
Estaba yo en mi casa haciendo trabajos informáticos cuando recibí un mensaje de celular de mi vecina madura Jennifer, la acupunturista (con ella ya tuve una experiencia sexual muy sabrosa), el mensaje decía: “hola chiquitín, cómo estás?, hoy en la tarde haré una sesión de acupuntura de grupo especial, me gustaría que vinieras, en tu caso por ser mi vecino no te cobraré la sesión y solo tendrás beneficios, te espero en mi cuarto de terapia a las 18:00, no faltes!”.
Pues ya me había ofrecido un par de terapias y se demostró muy profesional, dejando de un lado la aventura sexual que tuve de pura casualidad con ella era un invito que solo podía traer beneficios de salud e incluso sin costo, así decidí presentarme a la terapia en perfecto horario, ella tenía un cuarto chico de terapia individual y uno muy grande con el pavimento totalmente recubierto de goma fomi tipo yoga, una mesa y varias camas para aplicar masajes, pero este día las camas no estaban en el cuarto grande y todos nos sentamos en el piso después de una breve presentación entre nosotros.
Conté en total 10 personas participantes incluso yo, tenían edades muy variadas entre 20 y 55 años todos de apariencia delgada, 5 hombres y 5 mujeres, me tomaron más la atención un hombre negro y alto probablemente cubano y una mujer entre 45 y 50 años de edad un poco voluptuosa con mucho seno, pero de vientre plano, muy atractiva para mis gustos, pero ahí estábamos todos para una terapia de acupuntura y nada más.
"Buenas tardes queridos, namasté" se presenta finalmente la terapista y vecina de cuerpo flaco y pelo muy largo y blanco, presencia muy femenina y agradable con edad entre 55 y 60 años, me acuerdo que hace un par de años su cabello hermoso era color ámbar intenso como la miel, aun ahora su pelo blanco lucía muy bello "hoy vamos a tener una sesión muy especial de terapia, todos han recibido mis terapias y me conocen bien, pero esta sesión les aplicaré 3 agujas en unos puntos muy muy especiales que le aseguro que les traerá mucho beneficio, por la confianza que todos ustedes tienen conmigo los elegí para esta sesión que no ejecuto comúnmente, al contrario es una sesión muy reservada y ustedes han sido elegidos escrupulosamente" su voz tenía un tono muy sereno al con tempo entusiasta "ahora por favor distiéndanse en el piso boca abajo con los brazos y piernas unidos al cuerpo con su almohadilla bajo el mentón y relájense unos minutitos mientras les aplico una aguja especial" y así hicimos obedeciendo a sus órdenes en total confianza, su presencia siempre me había transmitido una sensación de paz y amor, se veía en ella su actitud de mucha armonía.
Se empezó a escuchar una música hindú con sitar muy relajante, junto a un humo de incienso mezclado a otras hierbas la atmosfera en la sala se hizo muy relajante y agradable, "estas agujas son gruesas y entrarán un poco a fondo en su cervical y en su baja espalda, pero no se preocupen, les dolerá solo un momento y no las dejaré adentro como en otras terapias, exhalen… Exhalen… Exhalen".
Después de estos penetrantes dolores realmente muy cortos algo me pasó que no pude descifrar ni controlar, mi atención se puso muy alta y la percepción sensorial estaba exageradamente aumentada, todos nos estábamos mirando a los ojos incrédulos de lo que pasaba, evidentemente todos llegaron a este estado mental y sensorial que nunca habíamos probado antes.
"Permítanme explicarles lo que hice sin su consentimiento específico, usted se lo merecen, esta aguja especial activó trámite la cervical una glándula del deseo en su cerebro que les oculta cualquier tipo de razonamiento y obstáculos impartidos por la sociedad del sistema actual, y los guiará al clímax sin tabú ni prejuicios de ningún tipo mientras las punzadas que recibieron atrás del hueso sacro estimularon enormemente el nervio pudendo, un nervio muy poderoso responsable de la erección y la estimulación nerviosa de sus genitales, tanto masculinos como femeninos!", y mientras escuchaba su interesante explicación técnica me di cuenta de que mi pene de por sí generosamente grande estaba erecto y más hinchado de lo máximo que he tenido en mi vida, era muy grande y muy rígido, en la sala se escuchaban exclamaciones de sorpresa, pero no de vergüenza como "dios mío!", o "que está pasando a mi vagina!".
La terapista siguió dirigiéndonos como si hubiéramos tomado alguna bebida estimulante tipo ayahuasca y ella fuera nuestro chamán que nos guiaba en nuestro viaje de éxtasis "ahora simplemente sigan su instinto primordial y dejen que fluya por su cuenta, quítense su ropa, déjenla en una esquina y hagan lo que desean hacer, no hace falta darle recomendaciones porque su mente ahora está despejada de todos tabú y preocupaciones, solo disfruten conmigo y todos alrededor…" después de una corta pausa vuelve a hablar "lamentablemente no puedo aplicar esta técnica a mi misma, solo actuaré de la forma más libre y desinhibida para poder compartir esta maravillosa sesión de placer con ustedes".
Apena deja de hablar y el negro ya desnudo y con una verdadera trompa enorme y muy gruesa entre las piernas la sube a la mesa situada atrás de ella y la penetra con mucha gana, nosotros mientras podíamos sentir la misma euforia y gana de compartir mucho placer no pudimos evitar de mirar esta escena de susto, pues este contraste de edad, del color de la piel, el tamaño de sus cuerpos y sobre todo el contraste entre su enorme pito y la estrecha vagina de Jennifer nos dejó a todos con la boca abierta, incluso ella, que pero le añadió también un grito de dolor y extremo placer tanto buscado" si mi toro obscuro, atraviésame toda!" exclamó Jennifer.
No pasaron ni unos segundos que ya todos empezaron a entretenerse con la persona más cercana que podían alcanzar descuidando la elección de quien le gustaba más o que se veía más atractivo, el estado mental que estábamos dejaba esta diferencia estética y de gusto a un lado, pues realmente es lo que menos llena nuestro placer sexual.
Por pura casualidad la madura de senos triple D estaba ya acariciándome el costado, luego la pierna y el pecho rozando muy suavemente mi escroto como me gusta y después empujando de espacio mi hombro invitándome a ponerme de rodilla y luego acostarme boca arriba mientras ella me estrella literalmente una teta en mi cara, su seno era enorme y de tez canela, la areola era obscura y más ancha de un platillo para café y sus pezones muy salientes… ¡El sueño de mi vida!
Cuando sacó esta montaña de ternura de mi cara pude finalmente respirar, pero al pensarlo bien si no lo hubiera hecho me hubiera dejado asfixiar hasta la muerte sin oponer resistencia!
Me miré al rededor y la vista era lo más hermoso que había visto, todos compartiendo placer incondicionadamente en poligamia y sin límites de edad, raza apariencia y ni de sexo, pues podía ver tríos entre hombre mujer hombre de un lado haciendo un triángulo de sexo oral, del otro lado una mujer lamiendo el clítoris de una joven mientras era penetrada de un hombre mayor con un pene bien largo, dando más vueltas con la cara me di cuenta de que el tratamiento de aguja nos causó una mega erección a todos los hombres en la sala.
Jenny ahora estaba recibiendo 3 falos en los tres orificios más grandes al mismo tiempo, esta vez el negro le estaba aplicando su técnica experimentada de garganta profunda, una cosa imposible de hacer con un miembro tan grande y sobre todo tan grueso, todo a lo que estaba yo asistiendo era asombroso y maravilloso al mismo tiempo.
De repente siento las manos delicadas de una mujer manoseándome mi escroto y también mi bambú, pero no lograba ver de quien se trataba y ni me importaba, pues estaba delicioso, mi visual estaba cubierta por la chichona que ahora estaba aterrizando su coño en mi cara, me quedaba claro que la asfixia era su práctica favorita y con gusto empecé a cumplir sus deseos con mi boca, todos actuaban con la actitud de dar placer a cambio del clímax, algo sin iguales que jamás pasa en situaciones reales aunque fueran del mismo escenario.
Así continuó la sesión por horas, los hombres llegábamos a orgasmos con eyaculaciones masivas y repetitivas sin perder la erección y sin haber tomado ningún medicamento, fue algo simplemente excepcional, al final Jenny pidió que le donaran semen encima de su cuerpo y 5 hombres en tiempos bastantes sincronizados le dimos una verdadera ducha de esperma que empezó a escurrir de su cara, su pecho hasta su vagina jugosa, alguien empezó a lamer este semen de su pecho, una mujer joven recogió semen del pecho y la besó compartiendo un beso muy profundo y pasional, yo me encajé con mi cráneo entre sus piernas haciendo lo mismo pero con mi lengua en su carnosa vagina.
A distancia de muchos años sigo disfrutando el recuerdo y manteniendo el deseo de repetir esta maravillosa experiencia sin frenos de ningún tipo, siempre le seré agradecido a esta terapista de excepción por este regalo que nos dio este día.