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Sorpresa con la madre de mi novia (6): El tema se complica

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Casi salí corriendo del jardín a la habitación, pensé que si me quedaba esa mujer me obligaría a follar toda la noche.

Me tumbé en la cama sin hacer ruido para no despertar a Lucía que parecía profundamente dormida. Tampoco tarde yo en hacerlo.

Cuando me desperté el sol entraba con fuerza por la ventana y me costó abrir los ojos. Salí hasta la cocina y allí estaba Carmen, con una bata parecida a la del día anterior, vamos, diría que era igual, pero con un estampado distinto. Se le marcaban todo, sus grandes tetas y su redondo y amplio culo, joder que me ponía caliente con solo verla.

-Buenos días dormilón! Me dijo con una sonrisa espléndida.

No pude reprimir darle un apretón y besarla en sus sensuales labios aplastando sus tetas contra mi pecho. Ella no se quedó atrás y restregó su pelvis contra mi polla.

-Ufff, como me gustan estos “buenos días!”.

Mi primera pregunta fue algo nerviosa

-Donde está Lucía?

No tenía claro si se había enterado de algo o solo había dormido felizmente.

-Está en el jardín! Ha desayunado y se ha salido a tomar un segundo café?

-Te ha dicho algo de anoche?

-No, no! Se ha levantado contenta y hemos charlado un rato.

-Entonces, no te ha dicho nada?

-No, más bien hemos hablado de mí, que se alegraba de verme contenta y que esperaba que me lo siguiera pasando bien, y espero hacerlo, jajaja! Lo de anoche fue genial! Me pongo caliente cada vez que lo recuerdo!

-Para, para! Te recuerdo que Lucía está ahí fuera!

-Lo siento hijo, es que no me reconozco. Nunca he estado tan caliente y excitada de continuo. Anda, toma un café y sal con ella! Dijo algo apesadumbrada.

En el fondo yo también me ponía caliente al recordarlo, pero me hice el duro. Salí al jardín y besé a mi novia antes de sentarme.

-Que tal has dormido? Le pregunté

-Muy bien y tú?

-Como un tronco! El silencio que hay en este sitio es muy relajante!

-Que tal con mi madre anoche, hablasteis mucho?

La pregunta me puso nervioso, algo más de lo que estaba.

-Pues si, hablamos un buen rato!

-Y le diste… algo de cariño?

Me preguntó guiñándome un ojo.

La inquietud aumentaba recorriendo mi cuerpo como una descarga. “ Y ahora que le digo? Pensé con las neuronas conectándose a gran velocidad.

-Algo le di, como me pediste! Contesté pasándole la bola.

-Venga, no te hagas de rogar y cuéntame los detalles!

Deje que la conversación corriera dándole pequeños detalles.

-Bueno, pues le dije que estaba muy guapa y que me parecía más atractiva que nunca! Un beso en la mejilla, un roce en la pierna, ya sabes, ese tipo de cosas!

Mi novia sonreía, algo que cada vez me daba más pánico. Parecía que jugábamos al ratón y al gato y decidí desviar el tema.

-Ya va haciendo calor. Mantenemos la propuesta de ir desnudos?

-Crees que podrás aguantar sin que se te ponga dura?

-Mas bien creo que la tendré dura todo el día! Contesté a modo de broma y ella se rio.

-Puedes empezar ya. Creo que va a ser interesante ver a mi madre mirándote la polla! Jajaja!

Me quité el bañador entre risas y me lancé al agua. A esas horas todavía estaba fresquita y mi polla pasó a estado de reposo de inmediato. En ese momento salió Carmen con un café en la mano.

-Te advierto que Jorge está desnudo?

-Jajaja! No pasa nada, ya le vi ayer desnudo! Y nosotras, como vamos a estar? Preguntó sin cortarse.

-Pues como te apetezca mamá!

-Me quitaré la bata, no llevo la parte de arriba del bikini, jajaja! Dijo Carmen con risa nerviosa.

-Vale, te acompañaré para que te sientas mejor!

Mi novia también llevaba una bata parecida y se quedaron tan solo con el tanga del bikini. Yo las observaba desde la piscina y me miraron sonriendo.

-Que te parece Jorge? Preguntó mi novia.

-Pues que estoy encantado de ver a dos mujeres preciosas con las tetas al aire! Las dos rieron a la vez.

-Por qué no sales para que podamos ver a un chico guapo desnudo?

La cabrona de mi novia parecía querer intimidarme pero me vine arriba y salí mostrando mi cuerpo desnudo con la polla colgandera. Mi novia se lo estaba pasando bien y sonreía ampliamente, pero pude ver a Carmen cómo se mordía el labio con la vista fija en mi polla que seguía en estado durmiente.

Mi novia quería seguir riéndose y se volvió a meter conmigo, y a la vez poner a su madre en tensión.

-Parece que el pajarito está algo decaído, verdad mamá!

Carmen se rio nerviosa pero no sé atrevió a decir nada, tan solo se reía tímidamente con los ojos fijos en mi regazo.

-Joder, es que el agua esta fría, pero no te preocupes, ya verás como se recupera con el sol! Contesté con prepotencia sentándome alrededor de la mesa donde estaban.

Comenzamos a hablar sobre el sitio donde estábamos, a los tres nos parecía precioso y estábamos encantados. Carmen vio que miraba sus tetas y paso la mano por debajo de una de ellas como si se las colocará. El problema es que Lucía se dio cuenta.

-Que, te gustan las tetas de mi madre? Preguntó dejándonos a los dos boquiabiertos.

En breves segundos reaccioné, si quería marcha pues se la iba a dar.

-Me parecen preciosas, tan grandes y redondas!

Mi novia las miró y sin perder su sonrisa diabólica acercó una mano hasta ellas. Palpó las dos tetas y tocó los gordos pezones con las yemas de los dedos.

-La verdad es que sí, a mi me dan enviaría estos gordos y duros pezones!

Ahora sí que nos había dejado descolocados, sobre todo a su madre que la miraba con una sonrisa congelada como diciendo “que está pasando?”

Mi novia parecía estar disfrutando viendo la cara de pasmados que se nos había puesto. Carmen acabo reaccionando para huir de la situación.

-Me voy a preparar más café!

-Joder, le has sobado las tetas a tu madre! Le dije sorprendido cuando Carmen se fue.

-Pues me han dado ganas de chuparle los pezones, pero me ha parecido algo violento!

Yo no salía de mi asombro.

-Te gustan también las tías? Le pregunté desconcertado.

-Pues siento cierta atracción, pero nunca lo he probado! La verdad es que los gordos pezones que tiene mi madre me atraen!

Me miraba y prácticamente se reía viendo mi cara.

-Seguro que te habría puesto caliente si me hubiera puesto a chupárselos, jajaja!

-Lo harías? Le pregunté sin pensarlo.

Ya me lo estaba imaginando y mi polla dio el primer respingo del día.

-Quizás lo haga luego, si ella está por la labor, jajaja!

Mi mente se desquiciaba pensándolo y fui a más.

-Y el coño?

-No se, creo que también, jajaja!

Ya no sabía si hablaba en serio o tan solo me vacilaba. Mi duda se despejó cuando me dijo.

-Anda, ves a darla un poco de cariño y de paso te enteras a ver si le ha gustado.

Me levanté como si me hubiera activado un resorte y casi corrí hasta la cocina mientras Lucía sonreía y cogía sus apuntes para seguir leyendo.

Carmen estaba en la cocina preparando café de espaldas tan solo cubierta con el pequeño tanga que adornaba su culo. Se dio la vuelta al oírme mostrándome sus hermosas tetas de nuevo. Ahora sí las abrace con mis manos sintiendo su carne blanda bajo la piel tersa. Antes de que pudiera decir nada la tapé la boca con mis labios y se abrazó a mi cuello como si llevara años sin verme. Sus besos eran devoradores y este no se quedó atrás. Los labios amplios y gruesos rodearon los míos y su lengua buscó la mía en el interior de la boca.

-Ufff, como me gusta que me beses! Dijo al separar nuestros labios sin dejar de abrazarme.

-Estás bien?

-Si, si! Muy bien!

-Lo decía por lo que ha pasado ahí fuera!

Se quedó algo parada, como sin saber que decir y yo insistí.

-Te ha sobado las tetas!

-Pues sí. La verdad es que me he quedado algo confusa, pero a la vez he sentido que me excitaba! Creo que me he mojado un poco el tanga!

Dicho esto, volvió a besarme a la vez que bajaba una mano y me manoseaba el miembro ya muy endurecido. Comenzó a restregárselo entre sus labios genitales después de retirar la tira del tanga y lo apuntó entre la raja.

-Vamos, métemela! Ya no puedo más! Estoy excitada continuamente!

Moví mi pelvis y la polla penetró entera del primer empujón.

-Ahhh, síii, diosss, como me gusta joder!

Me obligó a bajar la cabeza para que le chupara las tetas, algo a lo que no me puse pues me encantaba chupar esos gordos y duros pezones.

-Ufff, chupa fuerte! No sabes cómo me pone!

Ya no embestía yo, erra ella la que movía su pelvis con fuerza haciendo que mi polla entrará y saliera de su coño.

-Ahhhg! Joderrr! Me corrooo! Gimió al momento y noté como mojaba mi polla con sus flujos.

Se paró jadeante mirándome a los ojos de una manera penetrante.

-Ufff, no sé que me pasa, pero cuando me chupas los pezones me pongo como una perra y me corro al momento!

-Y si te los chupara Lucía? Le pregunté de improviso. Sin dejarla responder le facilite la respuesta.

-Si te ha gustado que te los toque, seguro que te gusta más que se los chupé!

Se quedó pensativa, mirándome con sonrisa complaciente.

-Pues supongo que sí, pero no sé si ella llegaría a eso!

Mi polla ya colgaba fuera de su coño chorreando flujo y Carmen la volvía a manosear.

-No quieres seguir y correrte?

-No, quiero tenerla dura todo el día para seguir follándote!

-Ufff, que cosas me dices!

Me dijo con entusiasmo. Me dio un beso rápido y se arrodilló en el suelo.

-Bueno, por lo menos te haré una buena limpieza!

Abrió su amplia boca y engulló media polla de una vez. Sus labios subieron y bajaron por el venoso troco varias veces a la vez que sentía como lamía el capullo con la lengua en el interior. Esa mujer la chupaba de una manera magistral. Avanzó con sus carnosos labios y se la metió entera, algo que hizo que mi cuerpo temblará. Lo repitió varias veces tragándose la entera cada una de ellas, pensé que si seguía así le iba a llenar la boca de leche.

Se la sacó de la boca relamiéndose los labios de su propio flujo y con una sonrisa espléndida.

-Ummm, que rica está! Cada vez me gusta más chupártela! Que tal lo hago? Hoy no me ha dado ninguna arcada, jajaja! Dijo con risa satisfecha.

-Ufff, lo haces fenomenal! Eres la ostia, Carmen!

-Quieres que te la chupe más?

-No, no! Tenemos todo el día! Ahora me voy un rato con Lucía.

-Vas a salir con la verga así?

Preguntó mirando mi polla que estaba más tiesa que un palo seco.

-Creo que va a estar así todo el día, jajaja! Reí yo saliendo.

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