Delante de mí se quitó el calzón
y pude ver la polla palpitante.
Ni lo medité, di un paso adelante,
apagué la luz de la habitación.
Le dije se acostara en el colchón
y me desnudé en tan solo un instante.
Mis tetas froté en su falo pujante,
que meto ahora en mi boca con fruición.
Chupo, lamo y beso, quiero querer
que él suspire de gusto, conseguir
dominar en este hombre su placer,
la polla endurecer, la polla henchir,
y no parar hasta poder beber
denso el semen que de él ha de salir.