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Un vuelo desenfrenado

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Imagina esto: Tú y yo en un avión. 

Yo susurrándote al oído "amor, hoy es nuestro primer vuelo juntos y la verdad es que me gustaría intentar hacerte este vuelo sea lo más excitante posible y con toda la adrenalina que nos rodea, y porque no, lograr desatar todos nuestros más íntimos deseos que nos embargaran al ir ya en el cielo a más de 8.000 pies de altura”.

Ya dicho todo eso, tomo muy fuertemente de tu mano y comienzo a morder tu oreja y deslizarme muy suavemente hacia tu cuello para besarlo, mientras una de mis manos ya está acariciando tu entrepiernas y tú con ese miedo que te caracteriza, solo atinas a levantar tu cuello para tener mejor vista a los asientos que nos anteceden ya que nosotros estamos en la última corrida que sería la 32 e y 32 f puedo sentir como te estremeces de placer y a la vez del temor a ser cuando vuelvo a susurrar en tu oído diciéndote lo mucho que te amor y que este viaje será el más excitante e inolvidable de tu vida.

Y tú no paras de repetir que estas a punto de cumplir una de tus fantasías y me pides que no me detenga ante tanta adrenalina y placer a la vez que ya estás experimentando. Yo muy atentamente escuchando con tu voz muy temblante y ya tu respiración muy agitada me permito en bajar de inmediato a lamer tus pechos sin dejar de frotar tu clítoris con una de mis manos que por cierto ya ha estado del principio ahí en tu entrepierna ufff...

Puedo sentir tu calor vaginal y no aguanto las ganas de introducir uno y dos dedos en tu interior sin dejar de chupar tus pezones hasta ponerlos muy duros para luego continuar bajando con mis labios a saborear tus jugos lubricadores de tu rosadito coño y no pienso en arrodillarme ahí mismo y es cuando comienzo a besarte muy desesperadamente hasta que succiono tu clítoris para sentir cómo se contraen tus paredes internas y sentir como chorreas mi boca con ese néctar que tanto me vuelve loco.

Tu ya en éxtasis completamente, y pendiente a la vez de los pasajeros, tomas de mi cabeza y me aprisionas contra tu pelvis con tanta fuerza que me pide que saque mi lengua y la introduzca porque no quieres perderte ni un centímetro de ella en tu interior y yo a la vez puedo sentir como me aprietas esta misma con tus contracciones y eso me provoca una erección explosiva que mis bóxer se mojan de inmediato y no aguanto las ganas de llevarte al baño y penetrarte como a ti te gusta amor ufff...

Es cuando me pides que aún no, porque quieres sentir mi miembro tal cual quedó por la explosión en tu boca y no vacilas en tomar de mis mejillas y me pides que me vuelva a sentar para tu darme un rico sexo oral antes de ir a la penetración en el baño. Ufff...

Es tan divino sentir como tus labios envuelven mi erecto y venoso pene que por cierto ya está con lubricante natural del que tu fuiste cómplice de lo ocurrido y así no paras de lamer y disfrutar mientras yo soy ahora el que está pendiente de los pasajeros y vívo el otro lado de la adrenalina que tu antes ya sentiste.

Mis manos no paran de acariciar tu cuerpo ya contorsionado y mientras disfrutas de mi miembro, yo me apasiona aún más y también comienzo a estimular tu clítoris para que no dejes de sentir mis caricias y la verdad es que todo esto se siente tan divino y más con tu forma de lamer y chupar mi pene que ya te interrumpo porque ya no aguanto las inmensas ganas de penetrarte en el baño es cuando ingresamos muy discretamente a ese baño y como no es la comodidad debida para la situación, nuestros deseos son más astutos que todo lo incomodo que se puede ver en ese lugar y la verdad es que para nosotros no hay obstáculo para desatar todas las ganas de amarnos en el así que ya dentro de ahí te pongo frente al espejo que existe sobre el inodoro y me permito subir tu falda esa misma que llevas puesta ahora y solo corriendo tu tanguita hacia un lado, es cuando dejo sentir mi erecto y duro pene en tu vagina y con un empujón muy lento, lo introduzco hasta el fondo sin vacilar y siento un pequeño gemido de ti que voy de inmediato y tapo boca porque ya comenzaré a bombear sin para y no quiero que todo el avión nos oiga y menos interrumpan nuestro vuelo de desenfreno que estamos teniendo tu y yo.

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