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Valentina (1): Bromas durante la mudanza

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Valentina era una chica que se llevaba bien con todos los chicos del trabajo y tal vez por eso muchas chicas del trabajo le tenían celos, ya que decían que una mujer no puede ser amiga de un hombre sin que esté quiera algo a cambio.

Aunque para muchos era una gordita de 1.68 con unas curvas que muchas otras compañeras del trabajo quisieran tener, a mí no me importaba eso, yo solo veía a un amigo robusto con el cual bromear en los almacenes, después de todo aguantaba bromas pesadas y así pasó el tiempo hasta una tarde me enteré que la habían ascendido y debía irse pues manejaría una nueva sucursal que en la empresa estaban por abrir.

Todos se alegraron a su manera por decirlo cortésmente y se realizó una fiesta de despedida para ella, días después llegó la hora de la mudanza y como siempre dejando el domingo de fútbol aún lado solo los hombres la ayudamos y en cuestión de horas terminamos.

Yo fui el último en acompañarla pues aún faltaba armar su cama y estando ya cansados decidimos tomar una dosis de crema batida, pues era lo único que tenía en su nueva cocina y entre bromas de pronto algo pareció caerse en su habitación y por suerte solo fue su colchón, mientras Valentina pedía mi ayuda decidí hacerle algo que jamás le habría hecho porque sin duda me despedirían por acosó.

Llenando mi mano con crema batida en un descuido de Valentina al verla inclinada no tuve mejor idea que darle una nalgada tan fuerte que mi mano quedó adolorida y cuando ella se giró termine por echar más crema batida en su cara.

¿Por qué hiciste eso? Fue su pregunta y mi respuesta fue «para no perder la costumbre después de todo no me quería quedar con las ganas de nalguear aquel culo gordo»

Valentina me empujó y yo hice lo mismo y así terminamos sobre su colchón manchándonos con la crema, yo aprovechaba esa oportunidad y manoseaba todo su cuerpo, para luego tener una reacción fisiológica al tener una erección y ella pudo sentirla, no vasto decir nada más y así fue como nos empezamos a desvestir de la ropa manchada.

Jugando Valentina se separó y terminó por levantarse, por un momento pensé que todo quedaría así, pero ella solo separó sus piernas para mostrarme toda su vagina y se sentó sobre mi, provocando que empezará a sentir un poco de claustrofobia, pues me estaba ahogando con sus enormes senos que estaban sobre mi cara.

Extendí uno de mis brazos y metí la mano entre sus piernas y se quedó paralizada por unos segundos antes de reaccionar, mis dedos se deslizaron dentro de su vagina solo para jugar una y otra vez.

Sintiendo la humedad de su vagina Valentina estaba lista y así mi pene entró con facilidad, abrace sus caderas y ella empezó a saltar, cayendo sobre mi sus 76 kg se movía como toda una demente, yo acariciaba sus senos y pellizcaba sus pezones que estaban duros.

Pareciendo tener pila de sobra y solo se giró y me dio la espalda, literalmente gozaba como nunca, pues Valentina me daba unos sentones y yo solo podía nalguear aquel enorme culo que rebotaba sobre mi pelvis y devoraba mi pene por completó.

–¡Vamos mueve ese culo… Valentina!

–¿Así?...

–¡Justo así!...

Me encantaba escuchar como gemía y se quejaba al sentir mis manos azotar sus nalgas, joder fue lo mejor hasta ese momento y luego simplemente quise ver ese culo gordo en un panorama completo.

Al cambiarla de posición Valentina terminó a cuatro patas, si ya antes pensaba que tenía un culo grande ahora me parecía inmenso, mis manos la sujetaron por las caderas y empecé a embestirla por detrás.

Estaba enceguecido y Valentina se volvía loca y gemía aún más por el placer al tener un orgasmo que no tenía fin.

Lamiendo el sudor de su espalda mis manos se deslizaban por sus caderas y recorren todo su culo, sus senos se movían al compás de mis arremetidas hasta que simplemente no pude más y le advertí que estaba por venirme.

Inmediatamente Valentina tomó posición y se arrodilló para empezar a masturbarme antes de que mi pene rozará sus labios y luego lo introdujo en su boca, su lengua jugando con mi glande y volvió a masturbarme, fue cuando termine por estallar y mi semen manchó parte de su cara y entró por su boca.

Me había dejado seco y por un momento me sentí mal, por lo que la ayudé a limpiarse para luego terminar de armar la cama, no hablamos de lo que había pasado pero si quedamos de volvernos a ver y no perder el contacto.

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Bueno ahora solo espero que esté relato les guste y me lo hagan saber de alguna forma...

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