Ella se divide en dos. Es la sombra y a la vez luz, como queriendo decir que tiene muy marcadas dos facetas. Su cara angelical radiante contrasta con su lado más pasional y perverso. Ella sabe perfectamente cuándo hacer uso de cada arma
Nunca me gustaron los relatos eróticos. En mis lecturas cotidianas busco evitar libros en donde haya demasiadas escenas de este tipo. ¿Por qué los escribo entonces? Por vos, que estás leyendo y disfrutándome. Te imagino ahí, expectante a ver qué pasa. Yo sé que no te importa si es real o no. Sé que
Eran las diez con cuarenta de la noche, y yo aún rondaba en mi oficina, haciendo resonar mis tacones estridentes en el desolado piso veinticuatro de la torre empresarial.