Valeria. Por fin me cogí a mi hijastra sin importar nada
Se sentía hirviendo su interior, estaba sumamente mojada y yo ya no podía contenerme. Mi mente dejó de funcionar, solo el instinto animal corría por mi sangre. La sujeté de su largo cabello, como si fuera montando un caballo salvaje. Una mano en sus nalgas y otra jalándola del cabello hasta que ya no pude más. Alcancé a sacar mi...