La Gemma de la familia: Todo queda entre nuestro linaje
Gemma asintió, incapaz de apartar la mirada de él. —Sí… me gusta mucho —admitió, su voz era apenas un susurro, mientras sus dedos seguían explorando, cada movimiento enviaba oleadas de calor por su cuerpo. Pero de pronto, se detuvo, retirando la mano como si la hubiera quemado. —No puedo —dijo, su voz se quebraba mientras b...