Un deseo prohibido: Sexo con la diosa de mi cuñada
Nos levantamos de golpe, entramos al coche yo le quité la blusa y el sostén y empecé a devorar sus enormes y deliciosas tetas, metí mi mano entre sus leggins e introduje dos dedos en su vagina hasta hacer que se corriera luego ella empezó a hacer un delicioso sexo oral me la devoraba y no pude contenerme me corrí...