Al fin volvió mi primo (parte 1)
Seguí contrayendo y aflojando el esfínter hasta que retomó su cogida y yo empujaba hacia atrás. No daba más de placer y quise verlo mientras me cogía. -Vamos al costado de la pileta, que te quiero ver. Nos soltamos y lo llevé tomándole la pija con la mano, me acosté de espaldas y abrí mis piernas. -¡Ponemela ya! Se arrodilló...