Un día cualquiera se convierte en una aventura muy húmeda
No sé si empezar a contar esto desde la primera vez o llegar al momento álgido de la relación.
Era un día normal para cualquier Godín, el trabajo normal y se llegaba la hora de la comida. Yo aprovechaba para salir al gimnasio.
Como buen Godínez que se respete, traía mi comida en tuppe...