Una putita indecisa
Ahí estaba yo, indecisa, sin saber qué hacer. Mi mente decía que subiera a mi cuarto y me acostara, que era demasiado tarde. Pero mi panochita tenía otros planes. Y como toda putita que se precie de serlo, tuve que hacerle caso.
Unas horas antes mi novio, que era casado, había pasado por mí, pa...