Con uno de 60
Sin decir ni una palabra, extendió su brazo y metió la mano por dentro del vestido. Me quedé paralizada. No reaccioné hasta que noté como un dedo suyo se colaba dentro de mí. Separé mis piernas, permitiendo que me penetrara con otro más. Me empujó dentro del servicio. Con la otra mano, se sacó la polla del pantalón y empezó...