La asamblea de las madres ninfómanas (3)
Mientras terminábamos la conversación yo empezaba a sentir que el orgasmo se acercaba, gemí y doña Yuna al percatarse aceleró sus caricias a mi miembro y apretó más, sacudiéndolo violentamente de arriba hacia abajo. Cuando terminé me choree mi semilla en su marcado abdomen y ella solo me miró con su sonrisa pícara. -Vaya, parec...