Jefa bien cabrona con sorpresa morena
Esta vez no sabía no qué cojones había pasado. Llevaba una semana en mi nuevo curro, y ya había visitado el despacho de mi jefa tres veces por quejas de supervisores. Me gustaba poder ver sus vestidos ceñidos, que cambiaba a diario, pero que siempre compartían el mismo escote infinito de unas teta...