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Mi vecina doña Luisa (Parte 1)

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Me llamo Hugo, cuanto esto sucedió yo tenía 18 años, mido sobre 1.85, peso unos 78 k, de complexión normal, pelo negro corto, ojos color café, piel morena y con las aficiones y preocupaciones de un chico de mi edad nada excepcional.

Mi madre que sabe estar callada les cuenta a todas las vecinas que soy lo que dicen un manitas que en casa todas las cosas que rompen estropean yo las arreglo y vez en cuando me llaman para pequeñas chapuzas no viene mal ya que casi siempre te cae alguna propina etc.

Doña Luisa una vecina de toda la vida del bloque donde siempre hemos vivido le dijo a mi madre que tenía algunos enchufes sueltos de tirar con el cable de la aspiradora un grifo que iba mal y alguna cosilla más. Como era verano no había forma de liberase y mi madre a 16:00h justo cuando comienza la tele novela, me mando a su casa dos pisos por de debajo del mío en la letra C…

Baje y me abrió la puerta Doña Luisa tan cariñosa y simpática como siempre vestía una bata de esas de estar por cas de con flores en y tono azul clarito una chanclas blancas y un café en la mano, mi visita era un poco inoportuna ya que es muy aficiona a la telenovela y yo se la estaba impidiendo ver.

Me dijo que enchufes estaban fuera y el grifo del bidé el cuarto de baño que perdía agua y unos cuadros para colgar…

Después de poner verde a su esposo por no hacer el estas cosas que yo creo que el pobre hombre se marchaba a la finca y a su huerta por no aguantar y escuchar a Doña Luisa todo el día, además aquel hombre había sido administrativo en ayuntamiento toda la vida e imagino que lo de las chapuzas no era lo suyo.

Por si se lo preguntan Doña Luisa es la vecina que muchos tendréis en la vecindad unos 60 años, 1.60 de estatura, rellenita, súper amable, atenta, cariñosa que habla hasta por los codos, maquillada, arreglada con joyas, que te la encuentras en el ascensor y cruzas con ella 4 palabras que si por algo destaca de su físico son sus enorme tetas y un culo XXL, pero que jamás te imaginas ni por lo más remoto tener nada con ella.

En fin me puse con la tarea sin más problemas hasta que llegue al baño y vi colgados en un tendal de estos interiores dentro de la ducha una bragas inmensas de lencería es de señora mayor color arena y para nada sexy, mi perdición son los culos y tetas grandes cuanto más grandes mejor y la tentación pudo conmigo y me puse a verlas y tocarlas y dos cuerdas detrás un sujetador enorme del mismo tejido y color que las bragas pero que en caso de necesidad podía servir de paracaídas también lo observe y lo toque sin malicia simple curiosidad me asombre del tamaño de aquellas prendas que no eran nada sexys.

Deje las prendas en su sitio y me fui diciendo que necesitaba unas arandelas, pero en realidad había quedado para juagar al futbol.

Doña Luisa me dio 20€ era mucho por solo colocar unos enchufes…

Al día siguiente a la 11 de la mañana me presente en casa de Doña Luisa me recibió en bata de las de dormir y zapatillas a juego nada del otro mundo

Pase al cuarto de baño y esta vez en el tendal había unas bragas y sujetador blancos normales y corrientes pero creo que incluso mayores que los del día anterior y no me pude resistir pero esta vez cuando tenía las bragas en la mano entro sin llamar Doña Luisa y me pillo con las bragas en la mano.

L: ¿Qué haces? Deja eso.

Me arranco las bragas de la mano.

L: Eres un pervertido, con lo buen chico que parecías…

H: No, señora no soy un pervertido, permítame que explique por favor…

L: ¿Que explicación tiene esto?

H: Déjeme que se lo explique por favor.

Más me valía que me déjame explicarme y le convenciese mi explicación por sino no solo le diría a mi madre que era un pervertido sino que lo sabrían hasta en Marte… Decidí decir la verdad y adular un poco creía que era una mujer coqueta y a todas las mujeres les gustan los halagos si son bonitos

L: Esta bien explícate ¿Qué hacías ayer y hoy con mi ropa interior en la mano?

H: Nunca había visto unas prendas femeninas tan grandes, y la verdad es que me encanta las mujeres con tetas grandes y culos inmensos cuanto más grandes mejor y si me permite que se lo diga usted tiene unas campanas fddduuu que son la bomba y un culo fenomenal increíble y no sabe la vergüenza que me decirle esto pero esta buenísima tiene un polvazo tremendo. Y le juro por mi madre que lo que le acabo de decir es la pura verdad señora Luisa.

L: Te creo tranquilo me las he visto con mucho mentirosos y sé que dices la verdad además mis curvas siempre han llamado mucho la atención a los hombres y siendo tan joven es normal que yo llame tu atención…

Gracias a Dios Doña Luisa se creyó mi explicación y parecía que ella se creía una especie de Mata Hari o una Top Model, pero creo que se sintió alagada que un chico joven como yo se fijase en ella, tuve que jurar no tocar más de ropa íntima y que me portaría bien que por supuesto que prometí.

Seguí con mi trabajo y cuando acabe me fui a comer con la palabra de Doña Luisa que lo sucedido seria nuestro secreto eso si ese no vi ni un céntimo pero quien iba a reclamar nada y me fui a mi casa a comer…

A eso de las 19:00 h llamaron al puerta justo cuando yo iba a salir, era Doña Luisa que quería hablar con mi madre yo me puse a rezar y a sudar en seco como un cerdo porque pensé que se chivaría…

Doña Luisa quería pedir permiso a mi madre para usarme de mula de carga moviendo unas cosas y ayudándola a llevar cosas a otra casa y aun trastero

Mi madre se transformó en mi representante laboral y como si yo fuese un fantasma y sin preguntarme nada a mi le dijo que si estaba mejor ayudándola que haraganeando en la calle y que además me pagues lo que ella quisiera…

Al día siguiente a la 10 de la mañana debía estar en casa de Doña Luisa a sus órdenes no era lo que había planeado para pasar el verano pero no podía protestar se puede decir que Doña Luisa me tenía cogido por huevos.

La mañana y la tarde siguiente menos dos horas para comer me las pase moviendo cajas y cosas a la ordenes de Doña Luisa… Llegaron las 7 de la tarde y la hora de volverme a mi casa y de cobrar por mi trabajo.

L: Veras Hugo no he podido ir al banco y no tengo dinero en casa…

Pensé ya está otra vez que no cobro…

L: Pero te propongo un trato, ayer me dijiste que tengo una tetas estupendas serán tuyas me quitare la blusa y el sostén y podrás tocarlas besarlas chuparlas y comerlas pero cuando te diga que pares deberás parar de inmediato y esto no lo puede saber nadie…

No podía negarme

Doña Luisa se sacó la blusa y aparecieron ante mis ojos dos enormes montañas de carne blancas como la nieve en las que se nota la marca del escote de era de color canela aquellas dos masas inmensas de carne estaban embutidas en un sujetador negro muy sencillo del rebosaban como rebosa la masa de las madalenas del papel que las contiene.

Doña Luisa se sacó el sostén sus dos enormes melones cayeron a plomo sobre su amen e igual de blancas que el resto que ya había podido percibir con una marca entre rosa y rojiza de la marca que había dejado el sujetador, coronados por una gran aureola rosada coronada por un gruesos y cortos pezones en forma de botón de timbre como con los que se llama a las puertas de las casas.

Aunque algo caídas eran un sueño hecho realidad de lolas

Doña Luisa me hizo una indicación con la mano de que me aproximara a ella y así lo hice

L: ¿Te gustan?

H: SIIIIII, tiene los mejores melones que he visto en mi vida.

Doña Luisa esbozo una leve sonrisa de satisfacción

L: Recuerda cuando te diga que pares te paras.

H: Si, señora.

Doña Luisa tomo mis manos en las suyas y las coloco sobre sus tetas y cerró los ojos.

Le sobe delicadamente las tetas y se las apreté como cuando aprietas dos enormes globos de agua, los bese, su piel era suave y delicada y olía muy bien, pase a lamerlos y chuparlos como un bebe toma una teta y Doña Luisa seguía con los ojos cerrados pero comenzó a emitir unos casi imperceptibles gemidos lolas se pusieron mucho más duras y su pezones duros y erectos parecían dos M&M, para mí era delicioso más si tenemos en cuenta que aún era virgen y que era las primeras tetas de las que disfrutaba plenamente estaba en el puto paraíso, pero Doña Luisa se giró de repente dándome la espalda y ordenándome que me fuera y que me mañana las 10 de la mañana me espera para seguir con mi trabajo…

Me fui a mi casa feliz y más contento que unas castañuelas emparamado como un burro lo que hizo que entrase encasa y fuese directamente a el cuarto de baño a cascarme una buen paja en honor de Doña Luisa.

Aquella noche no dormí apenas nada espera la vuelta a casa de Doña Luisa.

CONTINUARA…

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