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No lo pienses demasiado (Parte 10)

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Con tanta faena acumulada el tiempo se me pasó rápido y de que me quise da cuenta estábamos en mayo, llegaban los exámenes finales, con ellos el final de curso y mi preocupación de qué pasaría con Carla, ya que no nos veríamos como en los últimos años y aparte venía el verano que también eran fechas complicadas. Estudiaba en el trabajo entre servicio y servicio, cuando podía me escapaba unas horas a la biblioteca y los días que podía ir a clase me quedaba un rato después con Carla que me echaba una mano con las clases que perdía. Uno de estos días que nos quedamos en la cafetería Carla se esforzaba por explicarme pero yo no era capaz de seguirle ni dos palabras.

- Carla: Madre mía Irene no te enteras de nada, estás aquí?

- Irene: Claro que me estoy enterando, sigue.- Mentira, no había oído nada de lo que me había dicho.

- Carla:  Qué siga? Pero si ya te lo he explicado todo, qué es lo que te queda claro? Dime y te lo repito.

Me quedé en silencio, mirándola a los ojos y puse mi mano sobre la suya.

- Carla: Te ha dado un aire o qué?- Se reía de mí- Qué pasa?

- Irene: Carla...se acaba el curso.

- Carla: El curso se acaba pero con la empanada que llevas no sé si tú lo acabarás.

- Irene: No Carla, se acaba de verdad y con él las clases y verte...

- Carla: Irene no vas a dejar de verme porque se acabe el curso.

- Irene: Ya eso lo dices ahora, pero luego ya no tendrás que venir por aquí, estos 3 años has venido porque no tenías más remedio si querías estudiar.- Agache la cabeza.

- Carla: Igual no vengo tanto como ahora pero sí vendré a verte y tú también puedes venir a verme a mí, hay la misma distancia.

- Irene: Ya...pero ya no será lo mismo, esto se acabará.

- Carla: Si las dos ponemos de nuestra parte no cambiará mucho, de todas formas todavía queda algo más de un mes para eso, no lo pienses aún.

- Irene: Lo siento tengo el día tonto, vamos a dejar los estudios por hoy, tienes razón y no me estoy enterando de nada.

- Carla: Tengo el coche donde siempre vente y te llevo a casa.

Recogimos nuestras cosas y salimos del instituto en dirección al coche de Carla, yo estaba totalmente de bajón, entre triste y enfadada y no tenía ganas de nada. Llegamos al coche, nos metimos en la parte trasera del coche y como siempre Carla se sentó encima mío. Empezamos a besarnos y algo no coordinaba, Carla estaba como siempre y su cuerpo me reclamaba, pero yo no podía seguir.

- Carla: Estas bien?- seguía besándome por el cuello y la oreja mientras me hablaba.

- Irene: Sí tranquila no pasa nada.

Mis manos solo sujetaban a Carla por el culo, no recorrían su cuerpo como solía pasar, algo me bloqueaba. Ella me devoraba,  apretaba mis pechos y su respiración iba a mil, hasta que no pude más con la situación y la paré.

- Irene: Espera, para.- Puse mi mano en su pecho y la separé.

- Carla: Qué pasa Irene?.- Estaba muy extrañada.

- Irene: Vamos a dejarlo por hoy.

- Carla: Va irene.- Volvió a besar mi cuello, ella sabía que era mi punto débil.- No me vas a dejar así no?

Por uno segundos cerré los ojos y disfruté de sus besos, pero realmente no estaba de humor y la volví a separar.

- Irene: Me voy.

Bajé a Carla de encima mío, abrí la puerta del coche y me bajé, Carla me miraba desde dentro sin entender nada de lo que estaba pasando.

- Carla: Espera no te vayas Irene, te acerco a casa. Cuéntame qué te pasa.

Seguí andando sin mirar atrás hasta que Carla me agarró del brazo.

- Carla: Para!! No entiendo nada.- Se le veía enfadada.

- Irene: Carla déjame que me vaya, ahora mismo no estoy de humor y no quiero decir nada de lo que me pueda arrepentir.

- Carla: Está bien pero que sepas que esto no son formas.- Definitivamente estaba muy enfadada.

Me soltó del brazo y yo seguí andando sin mirarla ni decirle nada más. De camino a casa me llegaron varios mensajes de ella al móvil.

- Carla (móvil): Irene que coño ha pasado? Te parece normal irte de esa forma y dejarme tirada sin una explicación?

- Carla (móvil): También me vas a ignorar? Muy bonito Irene te estás coronando.

- Carla (móvil): Lo siento si he hecho algo que te haya molestado, cuéntame qué ha pasado anda.

Según iban llegando los mensajes, se podía ver cómo su enfado pasaba a preocupación y después a tristeza. No le contesté a ninguno, mi enfado no tenía una justificación concreta, tal vez simplemente mi pensamiento de que la historia llegaba a su fin me hizo comportarme de esa manera.

A la mañana siguiente contesté a sus mensajes y esperé su contestación para ver hasta dónde la había cagado.

- Irene (móvil): Lo siento mucho Carla, no sé qué me pasó, se me metió en la cabeza la idea que se acababa, me dió bajón y no supe llevarlo, perdóname.

- Irene (móvil): Sé que no tiene excusa lo que he hecho, vamos a hablar.

No recibí ningún tipo de respuesta por su parte. Ese día empezaba mi ronda de noches y llegué a trabajar con cara de poco amigos.

- Hugo: Y esa cara chiquilla? Vienes de un entierro o qué?

- Irene: Nada Hugo que soy gilipollas y me he dado cuenta tarde.

Me senté en una silla y me quedé sentada con la mirada perdida intentado ordenar los pensamientos de mi cabeza.

- Hugo: Quieres hablar?

- Irene: Mejor no, gracias, eres un amor.

- Hugo: Como quieras, aquí me tienes si me necesitas.- Se acercó y me dió un beso en la cabeza.

Hugo me dejó en la habitación común y estuvo dando vueltas por allí arreglando su habitación para cuando llegara Elena y saliendo a la puerta para ver si venía.

- Hugo: Ireneeee!!.- Gritó desde la puerta.

- Irene: Quéééé??!.- Grite desde la sala.

- Hugo: Ven un momento anda!!.- Seguía gritando desde la puerta.

- Irene: Se muere alguien? Si no se muere nadie paso!!

- Hugo: O sales o voy a por ti!! Tú decides!!

- Irene: Voyyy!! Qué pesado eres!!

Fui con poca gana, con la cabeza agachada y cara de perro.

- Irene: Más te vale que no sea una tontería, no estoy de humor Hugo.

Hugo estaba apoyado en una pared, sonriendo mientras me miraba, se apartó y detrás de él estaba Carla.

- Carla: Hola

Al oír su voz levanté rápidamente la cabeza, el estómago se me encogió de los nervios y en mi cara apareció una sonrisa.

- Irene: Carla! Qué haces aquí?

- Carla: He venido a verte, pero si quieres me voy.

- Irene: Nooo!! Ni de coña! Vente vamos dentro.

Pasamos a mi habitación, Carla se sentó en la cama y yo en una silla.

- Carla: Bueno me vas a contar que pasó el otro día?

- Irene: Me dió por pensar que esto se acababa, me dió el bajón y supongo que no supe controlar la situación, lo siento.- Estaba avergonzada.

- Carla: Irene hace tiempo que esto no es sólo sexo, pero tampoco podemos dejar atrás la vida que tenemos. No eres un entretenimiento para mí y que se acaben los estudios no quiere decir que vaya a desaparecer.

- Irene: Ya...no sé...tenía el día tonto, me agobié y necesitaba salir de allí. Te quiero mucho Carla, eres muy importante para mí y me agobia el pensar que te pueda perder, contigo siento cosas que antes no había sentido.- Estaba con la cabeza agachada no podía mirarla a los ojos.

- Carla: Si algún día acabará no lo sé Irene, pero te puedo asegurar que por mí, ahora no será. Vamos a dejarnos llevar y ya veremos qué pasa. Te quiero mucho mi niña.

Yo estaba en la silla con la cabeza agachada, Carla se puso delante mío, con una mano levantó mi barbilla y me besó.

- Irene: De verdad que lo siento Carla.

- Carla: Lo sé, no pasa nada.

Se sentó encima mío en la silla, de frente, con sus manos en mi cara me besaba con mucha suavidad, mis manos la sujetaban por el culo, mis ojos estaban cerrados, disfrutando de sus besos en mis labios y mi cuello.

- Carla: Me encanta tu perfume.

- Irene: Sabes? Este perfume sólo me lo pongo cuando voy a verte, hoy no sabía que te vería pero era como una forma de tenerte cerca.

- Carla: Me encanta.

Le quité la camiseta, la abracé y pegué mi oreja en su pecho para escuchar sus latidos mientras acariciaba toda su espalda. Su corazón chocaba con fuerza y su respiración ya se notaba acelerada, le quité el sujetador, empecé a chupar y a morder sus pezones. Se puso de pie, me cogió de las manos para que me levantara y empezó a desabrochar mi cinturón.

- Irene: No, déjame que te compense por lo del otro día.

Le quité el pantalón y el tanga dejándola totalmente desnuda, me tumbé con ella en la cama y empecé a masturbarla, metiendo mis dedos y acariciando su clítoris y antes de que llegara paré. Me tumbé boca arriba.

- Irene: Ven sube.

Carla se puso sobre mis caderas.

- Irene: No, ahí no, más arriba.

Subió algo más, entonces la agarré por el culo, la guié hasta que mi cabeza quedó entre sus piernas y empecé a lamerle y a meterle la lengua. Ella no podía parar de mover las caderas sobre mi boca, se mordía el labio y la mano para silenciar sus gemidos. Yo desde abajo no perdía detalle de nada, era otra perspectiva alucinante,  sus pechos y su cara de placer me estaban poniendo cachondísima y mientras con una mano abrazaba una de las piernas con la otra empecé a frotar mi clítoris. Me corrí enseguida y a los pocos minutos lo hizo ella, la sujeté por las piernas para que no se quitara y poder limpiar todos los jugos que salían de ella después del orgasmo. Se quitó de encima mío y se tumbó a mi lado.

- Irene: Compensa lo del otro día?

- Carla: Bueno...no se...puede ser.

- Irene: Cómo que no lo sabes?!?! Eso no puede quedar así!!.- Me levanté rápidamente, me puse encima de ella y empecé a besarla.

- Carla: Es broma tonta, ha sido una pasada, además he visto también como te masturbabas y me ha encantado.

- Irene: Uy! no sé de qué me hablas.

- Carla: Sí, que te he visto.

- Irene: Vale, confieso, no he podido aguantar.

Carla se vistió y estuvimos un rato tumbadas en la cama hablando, hasta que sonó la emisora y entró un aviso.

- Irene: Me esperas?

- Carla: No puedo mi niña, tengo que irme se supone que estoy cenando en casa de mi hermana. Nos vemos en clase?

- Irene: Jooo... Vale, vamos hablando.

- Carla: Salgo contigo, os acompaño hasta la ambulancia va.

Salimos de base y cuando llegamos a la ambulancia, me despedí de Carla con un pequeño beso en los labios.

- Hugo: Bueno ya parece que tienes mejor cara no?

- Irene: Mucho mejor sí.- Sonreí.

- Hugo: Al lío pues!!

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