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Mi esposa es adicta a su entrenador del gimnasio

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Me llamo Carlos y mi esposa Valentina, llevamos dos años de muy feliz matrimonio, por ahora no queremos hijos y llevamos una vida sexual bastante liberada, somos de mente muy abierta y pienso que eso ha sido la clave de nuestra vida en pareja. Hemos probado de todo, yo no soy gay ni bisexual, es más me considero homofóbico, detesto a los maricas amanerados, pero he tenido un par de encuentros sexuales con otros hombres y tengo que admitirlo, me llama la atención mucho la parte sexual masculina, sin llegar a ser maricon, adoro a las mujeres y me excitan más que cualquier cosa!! Mi esposa es igual!! Ha cogido con un par de mujeres pero no es lesbiana ni bisexual. Hemos participado en orgias, en tríos HMH y MHM, y he visto muchas veces como otros hombres le han hecho el amor a Valentina y eso me excita demasiado!!!

Valentina es preciosa, tiene 32 años tetas naturales perfectas no muy grandes pero tampoco muy chicas talla perfecta, tiene un cuerpo atlético, ambos hacemos ejercicio todos los días, yo levanto pesas desde que era adolescente, he cultivado buen cuerpo, en fin llevamos una vida muy saludable y nos gusta cuidarnos mucho y vernos muy bien. Vale tiene un culo que sobresale en todo su cuerpo, es divino, y cuando vamos a cualquier lado se roba las miradas de hombres y mujeres, especialmente cuando estamos en el gimnasio!!! Queda con su culo totalmente forrado. Su instructor personal vive mirándole su culo todo el tiempo, no disimula nada y Valentina también mira bastante a este hombre, un tipo que parece actor de cine, mide casi dos metros súper musculoso y con un culo inmenso, mi mujer se moja cada vez que la toca cuando están en su rutina de ejercicios. Y Andrés (así se llama el instructor) aprovecha para rozar sus bazos o sus manos el culo de mi esposa cada vez que puede, yo le venía diciendo desde días atrás a Valentina que bien podía chupársela a Andrés si eso era lo que quería, entre chiste y en serio se lo decía, pero con la condición que me dejara observar, tenía mucha curiosidad por verle la tranca a Andrés, será que tanto músculo y cuerpo sacarían un pito minúsculo?? Jajaja...

Un día Vale llego más tarde de lo habitual del GYM, yo no pude ir ese día; estaba recostado viendo TV, Vale llegó derecho al baño, se demoró un poco y luego me saludo de un beso rápido, le vi la cara y le pregunté que tenía, “conozco esa cara de arrecha que traes, mmm apuesto que acabaste de tener un orgasmo., que hiciste picara “ le dije. Con mi mujer tenemos demasiada confianza y me contó, “conste que me diste tu permiso, se la acabe de mamar a Andrés, estábamos solos en el entrenamiento y nos calentamos demasiado, el me agarro el culo me lo estrujo contra su verga y me dijo las ganas que me tenía, me giré hacia él y lo llevé de la mano a los cambiadores, nos dimos un par de besos largos y muy mojados y enseguida le mandé la mano a la tranca, no te la imaginas, le baje los pantalones y empecé a chupársela, deliciosa tiene esa verga, casi no me cupo en mi boca, Andrés me agarro mi cabeza y llevo todo el ritmo de la mamada, le metí un dedo en su gran culo y empezó a bufar como toro, ese hombre estaba enloquecido y yo transformada también, empezó a eyacular en mi boca, me dio dos chorros de leche y la tragué toda, Andrés me levanto y me giro el culo, yo pare ahí, le dije que aprovecháramos mejor este fin de semana que me quedaba solita en casa, para que me partiera con su tranca, el acepto, nos vemos este sábado aquí para que puedas deleitarte”, se me puso mi verga a mil, de escuchar el relato de mi esposa, empecé a masturbarme, ella me ayudó y no aguante mucho tiempo, empecé a venirme por montones en sus manos, solo le dije “esperare con ansias este sábado amor”...

Y fue así, todos los días hasta el tan anhelado sábado no pude evitar masturbarme, imaginando como Vale le mamaba la pinga a Andrés, y llegó el sábado, Vale no hizo sino chatear con Andrés desde la mañana, lo puso muy caliente le escribió lo rico que estaba y las ganas que tenia de volver a chuparle la verga, acordaron verse en nuestra casa a las 4 de la tarde, Valentina se hizo una moña en su cabello rubio, llevaba solo un top puesto y una Licra gris súper apretada, que le forraba todo su hermoso culo, ambos estuvimos por largo rato sentados en el sofá de la sala chateando, llegaron las 4 pm en punto cuando sonó el timbre, Andrés entró, vale lo abrazo y le dio un beso en la boca, le susurró al oído que lo estaba esperando, Andrés siguió y me vio, en seguida palideció un poco y miró a Vale con cara de no saber qué hacer, mi esposa le dijo “tranquila no hay problema de nada, mi esposo lo sabe todo y desea observarnos nada más Andrés muy inseguro con cara de estar perdido, dijo “seguro?? No creo que sea buena idea...” yo intervine le dije “tranquilo hermano la idea es que la pasemos bien todos, nada de lío...” “usted le tiene ganas a mi esposa, ella se lo quiere comer, y yo quiero verlos a ustedes dos teniendo sexo, eso me excita demasiado, todo va a salir bien”. Mi esposa le tomó las dos manos a su entrenador y le dijo “no es la primera vez que mi esposo va a observar como otro hombre estrella sus bolas en mis nalgas...” le pico el ojo y le dio un beso bastante apasionado en la boca, enlazó su lengua con la de Andrés, le acarició su abdomen con una mano y con la otra le acarició con timidez su trasero, Andrés continuaba con mucha desconfianza e inseguridad, estaba aterrado no lo podía creer, yo le di un abrazo y le puse un antifaz, le dije “hombre déjate ir, concéntrate en Valentina y olvídate que yo estoy acá”, mi esposa lo tomó de la mano y lo guio hasta nuestra alcoba matrimonial.

Vale se sentó en nuestra cama frente a su entrenador, le acarició su abdomen y su cintura, Andrés se quitó la camiseta que llevaba puesta y dejó al desnudo su pecho bastante musculoso y abdomen marcados y esculpidos por el ejercicio, mi esposa se recostó en la cama y estiró un pie acariciando el pene forrado por el Jean ajustado que traía, le dijo vamos muéstranos tus músculos, Andrés empezó a posarle y a exponer su musculatura (envidiable) mientras Valentina se sentó frente a él y le besó sus pectorales y le paso la lengua por su pecho, Andrés se volteó y mi esposa empezó a acariciarle la espalda, bajando su mano hasta sus enormes nalgas, les dio un par de palmadas y dijo con una voz jadeante, “ahh que culo” Andrés seguía exponiendo su cuerpo como si se tratara de un concurso, Valentina lo abrazó por detrás le besó el cuello y lo seguía contemplando, disfrutando de cada centímetro de su torso desnudo, mi esposa jadeaba de solo ver a ese hombre, yo mientras tanto estaba sentado al lado de ellos encantado como mi esposa se llenaba de lujuria a punto de comerse a su entrenador que la traía loca, Ándese se puso de frente, Vale se sentó y empezó a lamerle el abdomen y con sus manos ella misma fue desabrochando y bajando lentamente el jean, no llevaba bóxers, su entrenador venía muy preparado, le fue sacando muy lentamente su aparato, les soy muy sincero, mi mujer se quedó muy corta cuando me contó que su entrenador tenía la tranca enorme.

Me quede aterrado, Andrés tiene una verga monumental, le tiene que medir más de 25 CM, es un caballo!!! Mi esposa se posó en cuatro frente a él y empezó muy despacio a chuparle el glande, disfrutando y deleitándose con el sexo de su entrenador, saboreaba cada parte de su enorme verga, solamente el glande le ocupaba toda la boca a mi esposa, le pasaba y saboreaba con su lengua el resto de la verga, con sus manos acariciaba sus bolas y sus pectorales, y Vale no paraba de chupar y lamer su tranca, Andrés empezaba a gemir, y yo sentado acariciaba mi verga por encima del pantalón, mi esposa mientras se la chupaba fue bajando por completo el Jean de su entrenador dejándolo totalmente desnudó, solo con el antifaz que le puse, vale no paraba de mamarle la verga y le acariciaba sus enormes nalgas que más parecían un par de cojines, mi esposa se atragantaba y ahogaba tratando de meterse lo que más podía a su boca., no quería desperdiciar nada y disfrutaba cada segundo.

Pasaron muchos minutos y Vale se recostó sobre el espaldar de nuestra cama, le dijo a Andrés que le siguiera exponiendo su musculatura, mientras ella empezó a masturbarse por encima de su ya mojado leggins, Andrés posaba como una escultura, Vale se quitó sus leggins y los lanzo a su cara, y continuó acariciándose su vagina deleitándose con la figura desnuda de su entrenador, yo me quite mi camiseta y pantalón, lubrique mi verga con mi saliva y empecé a masturbarme al igual que mi esposa, Vale llamo con sus dedos a Andrés, él se acostó enfrente de mi esposa y le abrió las piernas, ella quiso continuar al mando de la situación y lo puso de rodillas frente a ella, puso Vale sus pies en la verga de Andrés y empezó a masturbarlo con sus dos pies, bajaba subía frotaba todo su pene entre sus pies, mientras mi mujer se tocaba las tetas y su vagina por encima del body negro que aún llevaba puesto, al buen rato Vale se arrodilló frente a Andrés y se empezaron a besar muy excitados los dos, se comieron sus bocas con mucho deseo, Andrés le quitó lentamente el body a mi esposa, ambos completamente desnudos y arrodillados frente a frente continuaron comiéndose sus labios, su entrenador empezó a lamerle el cuello y bajó hasta sus tetas, las lamió y chupo sus pezones, mi esposa enloquecida y arrecha llena de lujuria alzó sus brazos se arco un poco hacia atrás y empezó a gemir, la verga de Andrés crecía y se inflamaba cada vez más, mi esposa no desaprovechó, se puso en cuatro frente a Andrés que aún estaba de rodillas y empezó a mamarle la tranca de nuevo, esta vez fue por corto tiempo, mi esposa entre jadeos le susurró a su entrenador “ahora quiero que me penetres hasta el fondo, estoy muy arrecha y me quiero venir”...

Valentina se puso en cuatro patas frente a su entrenador, le abrió las nalgas y le grito clávame por favor, la verga de Andrés se introdujo muy fácil en el coño de Valentina, mi esposa había lubricado muchísimo, estaba empapada, ella apenas abrazo una almohada y empezó a gritar de placer, mientras Andrés la envestía en pose de perrito, le daba suaves nalgadas mientras estrellaba sus guevas frenéticamente en las nalgas de mi esposa, yo me desnude por completo y me seguía masturbando, que espectáculo, Andrés se acercó mucho por detrás en la espalda de Vale, sin parar de envestirla, la clavaba muy duro y rápido, mi esposa gritaba cada vez más fuerte y empezó a venirse, Vale cuando tiene un orgasmo empieza a voltear los ojos y a contorsionarse, mi mujer parecía como si la estuvieran electrocutando, que orgasmo le dio su entrenador, Andrés continuaba penetrando a Valentina sin parar, lamiéndole la espalda y el cuello. Se reincorporó de rodillas mientras mi mujer seguía en cuatro patas jadeando y gimiendo muy duro, Andrés le tomó el culo muy fuerte con sus manos y continuó bombeándola muy fuerte y frenéticamente, yo me pajeaba y me acariciaba mis bolas mientas que veía a mi deliciosa esposa como gemía y disfrutaba de la verga de su entrenador, ambos sudaban a chorros, vale no paraba de gemir y Andrés le agarraba las tetas y las nalgas empujando su tranca cada vez más fuerte, yo me paré de la silla abracé a Andrés por detrás y le quité el antifaz, su entrenador casi no se inmutó, estaba muy concentrado penetrando a mi esposa, por un momento pensé en unírmeles a la faena de sexo, pero me arrepentí, los vi tan concentrados y tan llevados por el trance sexual que preferí no arriesgar a dañar el momento, volví a sentarme saqué un poco de lubricante y continúe masajeándome la verga.

Vale muy agotada pero muy arrecha se volteo y acostó a su entrenador boca arriba en nuestro lecho matrimonial, se posó en cuatro frente a él y empezó a lamerle de nuevo el abdomen, hasta llegar a su enorme verga, la lamió y chupo de nuevo, le lamió sus testículos, los chupo y bajo hasta el periné con su lengua, Andrés empezó a bufar como un toro, de reojo me veía a mi desnudo sentado frente a ellos como yo me masturbaba y disfrutaba también de ese momento. Vale no paraba de lamerlo y masturbarle el pene, se metía las dos bolas en su boca y las chupaba mientras le masturbaba con mucha energía, su entrenador con los brazos entrelazados en su nuca y sus ojos cerrados gritaba ya de placer, se retorcía y empujaba el culo hacia la boca de mi esposa, yo no aguante más y empecé a eyacular, dispare dos largos chorros de leche, uno sobre la cama que casi alcanza a llegarle al culo de Valentina y el segundo sobre el piso, Vale se dio cuenta, me miro con una sonrisa de satisfacción y lujuria increíbles, me hizo un guiño y de nuevo continuó chupando, lamiendo y saboreando a su entrenador. Andrés supo perfectamente cómo contenerse de correrse en la boca de Vale, no eyaculo pero su verga empezó a segregar líquido seminal transparente muy viscoso, mi esposa lo lamió todo y lo saboreo como si se tratara de una paleta!! Su entrenador penetro con mucha fuerza la boca de Vale le tomaba la cabeza empujando más su verga al fondo de la garganta de mi esposa, ella atragantada no paraba de mamar...

Pasado un buen rato, Valentina se acostó encima de Andrés y se empezaron a besar, Andrés la acarició y la acostó de medio lado, le abrió las piernas y empezó a penetrarla muy lentamente, le masajeaba el clítoris y le lamía el cuello mientras la bombeaba despacio, mi esposa con los ojos cerrados, mostraba una sonrisa de placer gigante y gemía, Andrés alternaba su lengua entre las tetas, el cuello y los labios de Vale, mientras la seguía penetrando cada vez más intenso aumentando el ritmo y masajeándole su clítoris, Vale empezó a contorsionarse de nuevo y empezó a gritar muy fuerte, le araño los pectorales de placer y se retorció en un segundo orgasmo, Andrés seguía bombeándola y lamiendo sus tetas, continuo penetrándola de medio lado, alzó una pierna de Vale y empezó a lamerla, mi mujer le gritaba “no pares no pares méteme más la verga...” Andrés la envestía cada vez más fuerte y duro, Andrés se arrodilló y se puso detrás del culo de mi esposa, ella tumbada de espalda apenas mordió la almohada y dio un grito desgarrador entre dolor y placer, Andrés en pocos segundos embadurnó con saliva su gran verga, abrió las nalgas de Vale y le metió su tranca por el culo, a mi esposa le gusta el sexo anal, pero su entrenador la tiene demasiado grande, Vale gritaba casi llorando, agarraba la almohada muy fuerte mientras Andrés por detrás le empujaba la verga cada vez más al fondo de su culo, estaba partiendo a Vale, su entrenador empezó a gritar de placer, sacó su verga y empezó a pajearse ya para al fin venirse, Valentina se volteó quedó boca arriba con las piernas abiertas y se acarició la vulva viendo como su entrenador empezó a derramar su semen sobre el abdomen de mi Vale, fueron tres chorros de leche muy espesa y blanca y con un olor me pareció fuerte, mi esposa se relamió las manos luego de untarse un poco de semen, sonrió y abrazó a Andrés, empezaron a besarse de nuevo, mientras yo empezaba a tener un orgasmo muy largo, viéndolos a los dos besándose y refregándose sus sexos en nuestra cama marital, eso me excito demasiado...

Valentina algo adolorida pero con plena satisfacción que se le veía en su rostro, le dijo a su entrenador, “que espectáculo le hemos dado a mi marido, delicioso estuviste Andres, pero debes marcharte ya” su entrenador con rostro de plena satisfacción dio su OK y se paró, con su verga a media asta, tomó su ropa y salió de nuestra alcoba, yo seguí contemplando a mi Vale por un buen rato más hasta que quedó dormida aun desnuda y llena de placer.

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