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Compartí a mi mujer por primera vez

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Este fin de semana tuve por primera vez la experiencia de compartir mi mujer, a continuación les cuento cómo fueron pasando las cosas.

Hace un mes aproximadamente conversábamos con mi esposa que haríamos en nuestro siguiente aniversario (que fue en esta semana). Ella es una mujer muy esbelta, atractiva, y un bonito cuerpo, no lo digo porque sea mi esposa, también cómo hombre lo reconozco, y me lo han dicho.

Referente al sexo, jamás la había considerado extremadamente advierta y liberal, sin embargo en la intimidad le gusta ser complaciente. No sabría decirles cómo nació este interés, pero nació en mi mente la idea de querer tener un trío con mi esposa, y no precisamente compartiéndola con otra mujer, ya que en varias ocasiones me habría expresado que no le atraía estar con una mujer ni por curiosidad.

Bueno conversando que haríamos por el aniversario y estando en momentos de pasión en la cama, le confesé que tenía una fantasía que quería cumplir, le dije que quería verla explorar de placer como nunca, que me daría mucho gusto, y que para eso, necesitaríamos un compañero. No puedo describir su cara de asombro al escuchar lo que le decía, pero mi asombro fue aún mayor cuando me dijo:

-Estás seguro que no tendrías problema con eso?

Sólo internamente pude ocultar mi excitación con la idea, procuré ser discreto y no mostrarme en extremo emocionado, pero tuve una erección que nos brindó otro buen momento de sexo.

Luego de esto me preguntó si había sido en serio mi propuesta, sin titubear le dije que sí, que sabía que era una locura, pero que quiera hacerlo por motivo de hacer algo nuevo en nuestro aniversario. Luego de un corto silencio me respondió:

-Está bien.

Pasaron un par de días y me preguntó que si tenía en mente como podríamos hacer real está fantasía, me preguntó obviamente quién sería está tercera persona. En principio le dije que no tenía nadie aún en mente, que había leído alguna vez en relatos que se podía buscar personas en las redes, o quizás solicitar un servicio profesional, ésta última sería nuestra primera alternativa, considerando no exponernos con nadie.

Pasó una semana y conversé con uno de mis mejores amigos, para ser más preciso mi compadre, y mientras platicábamos de distintas cosas x mensajes recordé que en algún momento mi esposa me comentó que él le parecía buen mozo, en alguna ocasión me dijo de manera muy sutil, que le parecía atractivo.

Cuando recordé aquellos inmediatamente mi mente empezó a fantasear, imaginar que él era nuestro acompañante en esta fantasía. Para describirlo un poco daré pequeños detalles de ambos, él es un poco más bajo que mi, sin embargo gusta de ejercitarse, por lo que tiene una musculatura firme, es blanco con cabello negro lacio, factor muy importante ya que mi mujer siempre me había dicho que se sentía atraída por hombres con esa característica, por mi lado, como mencioné, soy un poco más alto, delgado pero no musculoso, llevo una vida ligeramente activa, cabello claro, crespo, realmente dos figuras diferentes.

Retornando a los hechos, como les dije inmediatamente imaginé la escena, y con la lujuria a la cabeza, sin pensarlo tanto le mandé dos imágenes, un meme y una foto de mi mujer desnuda, era la excusa para enviar la carnada y ver qué pasaba.

Mi compadre demoró un poco en responder, y me mandó una risa y la carita de asombro, me reí y le dije: “disculpa, eso no debió irse”, pero aquella acción encendía la chispa para una futura escena estallara. Sabía que mi amigo es muy caliente, no lo digo en sentido homo, sino porque siempre me contaba cuanto le gusta el sexo, y que trata de jamás desperdiciar oportunidades que se le presenten, eso me dio la idea que quizás él podría ser este "compañero" que estábamos buscando.

Le comenté a mi esposa que ya tenía la persona, no le dije inmediatamente quién, pero le dije que sospechaba que quién había conseguido, sería de su gusto. Pasaron las semanas, se acercaba la fecha planteada, era hora de poner el plan en marcha. Le conté a mi esposa quien era, cuando le conté se murió de risa y puso una cara de bochorno única, me dijo que entre risas que si estaba loco, pero esas risas me dieron a entender que había encontrado al hombre indicado, me preguntó nuevamente si estaba seguro, le dije que no quiera darle tantas vueltas al asunto, y que si ella estaba segura, no lo pensáramos más, accedió.

Mi mujer accedió a la idea, ya teníamos al tercero, solo faltaba planear el momento, la tercera y última parte del plan.

Esto conllevó a conversar a detalle el plan con mi esposa, creo realmente que la sinceridad con ella fue lo que hizo de esto una gustosa experiencia.

Bueno pues conversábamos de como haríamos que esto pase, si debía decirle a mi amigo la idea, o fingir que las cosas se dieron por casualidad, sin tantas vueltas decidimos que lo mejor sería la segunda. Ya que somos buenos amigos, no era raro que en ocasiones vaya a visitarme para tomar unas cervezas, para éste fin de semana le dije que venga de visita ya que queríamos tomar, pero por motivo de la pandemia preferíamos no salir, y no queríamos tomar los dos solos, el accedió sin titubeos.

Planeamos con mi esposa que lo mejor sería crear el ambiente poco a poco, para que si no se daban las cosas, no hubiera un mal rollo. Para no contar las cosas dos veces, les diré directamente como se dieron las cosas aquella noche…

Vivimos los dos en nuestro departamento, tenemos una hija de 3 años, lamentablemente no pudimos dejarla en casa de alguien más para que nos la cuide, pero sin querer terminó siendo la excusa ideal para el final de esta historia.

En la noche, aproximadamente a las ocho, llegó mi amigo, mi esposa se puso un vestido negro bien ajustado con botones para desabrochar el escote al gusto, unos tacos altos, y se dejó el pelo suelto, cuando llegó mi amigo le dije a ella que lo recibiera, que lo haga sin insinuaciones, pero de manera amigable, vi a la distancia como lo recibió con un abrazo apegándose a su cuerpo y le dio un beso a la altura de la oreja, mi pene ya estaba erecto de sólo imaginar lo que se venía.

Compramos trago y empezamos a conversar de cómo va todo, el actualmente es un hombre divorciado, y por conversaciones con él, me contó que llevaba unos dos meses sin sexo, que conveniente para nuestro propósito, pensaba yo. Nos sentamos en le pequeña sala, mi esposa junto a mí, y mi amigo de frente, buscaba que pueda apreciar las piernas de mi esposa, y quizás en un descuido algo más.

La conversa fue de lo más trivial, así que decidimos jugar algo para poner más emocionante el ambiente, a parte que las horas iban pasando, y era mejor no perder más tiempo antes que nos quedemos con las ganas de dar rienda suelta al plan, así que le dije en un momento a solas en lo que mi amigo iba a ver más cervezas al refrigerador que vaya a sacarse la tanga que llevaba puesta, que era momento de intentar las cosas.

Propuse que jugamos a un juego que llamamos la carta borracha, de seguro tiene muchos nombres, en cuestión trata de que dependiendo la carta que saques haces penitencias, confesiones, tomas un vaso entero de trago, etc. Jugamos por más de dos horas, la verdad nos estábamos divirtiendo bastante y aún no llegábamos a nuestro plan.

Para todo esto ya eran las doce de la noche, mi hija aún estaba despierta, la escuchaba jugar en su cuarto, con un cruce de miradas decidimos que era el momento de llegar a la parte final del plan. Con una que otra excusa dije que estaba cansado del día que había tenido, y que no quería que mi hija siguiera despierta así que me una un rato al cuarto de ella a hacerle dormir, y que los dejaba solos un momento, que si me dormía me dieran al menos unos 15 minutos para descansar y poder seguir tomando (una excusa genial para dejarlos a solas).

Llegó el momento que tanto esperaba, esperaba que mi mujer no se arrepintiera a último momento, realmente estaba demasiado erecto imaginando lo que deseaba que pasara. Llame un momento a mi esposa para darle las últimas indicaciones, le dije que era su momento para coquetearlo de frente y ver "que pasaba", que quería que empiece sin mi, y qué al momento yo me les uniría, que lo lleve a nuestro cuarto y dejara la puerta entre abierta ya que quería escuchar cómo se iban dando las cosas, y que así sabría cuando ir, me preguntó una vez más si en verdad quería que lo hiciera, que tenía miedo aunque si se sentía emocionada, le dije que estaba bien, le hice que me agarre mí pene que estaba erecto, y que supiera que todo era una fantasía, que no lo pensemos más.

A continuación les diré lo que me relató mi esposa luego que los dejé. "Luego de que te fuiste, me senté junto a él, le dije que siguiéramos jugando ya que tú ibas a demorar un rato, a parte que como estabas cansado, vendría bien que te dejáramos descansar un momento, él me dijo que por su lado no había problemas, que no se quería ir.

Jugamos por unos 20 minutos más, entre risas y tragos, me puso una penitencia que era muy sugestiva, supongo que algo sospechó, me dijo que hiciera 5 sentadillas, con los tacos puestos, es algo que no suena del otro mundo, pero sé que en ese momento me lo dijo por querer verme algo más. Lo hice.

Continuamos jugando y le tocó a él hacer una penitencia, le dije que hiciera unas flexiones de pecho, a lo cual accedió, pero ahí vino mi sorpresa, cuando mientras las hacía, hizo movimientos de penetración, me miró y solo me le reí; a continuación de eso nos tocó hacer una confesión a ambos, el primer preguntó, hace cuánto tuviste sexo por última vez?

Ambos respondimos, él me dijo que hace ya un buen tiempo, y yo pregunté: has deseado estar con la mujer de algún amigo? Creo que fue el momento en que supo que era lo que le estaba proponiendo, me respondió un seguro y corto si, nos quedamos viendo fijos por unos instantes, y me besó, le correspondí, acto seguido mando mano a mis piernas y directo a mi vagina, que supuse ya había notado que no llevaba ropa interior, yo de por sí ya estaba mojada y él de inmediato lo sintió, yo, siendo un poco más sutil, recorrí con mis manos su cuerpo y le pedí que me acompañara, lo lleve a nuestro cuarto, entre cerré la puerta, y lo empuje a la cama, realmente para ese punto te debo confesar que estaba muy excitada, lo presioné en la cama y lo empecé a besar, el me agarraba duro las nalgas, jalaba mi cabello y besaba mi cuello, fue bajando con mis besos hasta que llegue a su pantalón, vi como estaba erecto y mordí su pene por encima de la ropa, como te lo hago a ti y que me has dicho como te enloquece, bajé el cierre de su jean y se lo empecé a chupar, luego subí un poco mi vestido, me senté encima de él, y me empecé a mover, no sabes que gusto que sentía, después fue que llegaste tú, y ya sabes lo demás.

A partir de ahora retorno con mi relato. El cuarto de mi hija queda justo al lado del nuestro, procuré que mi hija se duerma rápido y bueno se quedó dormida en menos de cinco minutos, por lo que escuché desde su cuarto los juegos que ellos dos tenían en la sala, escuché cuando empezaron a besarse, y la puerta de nuestro cuarto cuento la abrió. Ni siquiera sentí el paso del tiempo, cuando empecé a escuchar los gemidos de mi esposa, cosa que lo hace cuando ya en verdad está en el borde de la lujuria, decidí que era el momento de ir, pero una segunda idea cruzó por mi mente, después de todo, hasta ahora todo se había dado de acuerdo a mi plan, era momento de que suceda algo imprevisto, así que decidí dejarla a solas, dejar que se desenvuelva como quisiera, hasta que luego yo llegara.

Desde ahí considero que empieza la mezcla más rara de excitación y celos, escuchaba a mi esposa gemir, y obviamente no lo hacía conmigo, escuché como la nalgueaba, y como sonaba el choque de las embestidas que le daba(detalle que mi esposa decidió no contarme jaja), estuve por pajearme muchas veces, creo que solo bastaba que me masturbara por un minuto y ya acababa, pero decidí que no podía hacerlo, quería ver la cara de placer de mi mujer y eso sólo sería posible si yo estaba ahí con ellos, y tenía que llegar erecto.

Vi el reloj y ya llevaban poco más de 30 minutos solos, sabía que en cualquier momento uno de dos podría terminar y la lujuria se calmaría, así que no podía esperar más. Entre al cuarto y en ese momento él le hacía tremendo sexo oral a mi esposa, me vio y detuvo en seco, pero yo solamente me acerqué a mi esposa, saqué mi pene y lo llevé directamente a su boca. Creo que ya ahí entendió que no habría ningún problema.

Mi mujer tenía una cara de éxtasis único, como me encantó verla chupar mi verga mientras le hacían lo mismo a su vagina, luego la bese y recorrí a besos todo su cuerpo, bajando por los senos, su abdomen, las caderas, hasta que estuvimos muy cerca mi compadre y yo, y le dije que ahora era mi turno de chupar esa vagina y que el subiera.

Lo que pasó después fueron demasiadas cosas excitantes, nos la chupo por turnos a los dos, probamos varias poses, hasta encofrar una donde estemos los tres cómodos, poco faltó para que los tres acabemos al mismo tiempo, ella dio un gran gemido, yo me vine dentro de ella, y mi amigo sobre sus pechos, mi esposa vino a mis brazos y se quedó ahí un momento.

Nos vimos los tres y nos reímos un poco, y sugerí que fuéramos a seguir tomando entre una sonrisa (realmente no tenía idea de que más hacer en ese momento).

Ya en la sala mi esposa demoró un poco en regresar, mientras eso le dije a mi amigo que nos había ayudado a cumplir una fantasía, él me dijo que no lo imaginaba, pero que desde el día que le mande la foto de mi mujer, le traía unas ganas.

Conversamos un poco más y dijo que ya tenía que irse, para esto eran un poco más de las dos y media de la mañana. Se despidió con un beso en la mejilla de mi esposa, pero esta vez lo acompañé yo a la puerta, creo que ya no quería que esté a solas con mi esposa. Luego de ello fuimos a dormir con mi esposa, pero antes de eso tuvimos otro buen rato de sexo, no con la locura que fue antes, creo que ambos teníamos un poco de vergüenza, pero nuestros cuerpos respondieron, y luego nos quedamos dormidos.

Ya han pasado dos días, y quedamos con mi esposa que esta fue una aventura muy excepcional, pero que no deberíamos repetirla para no tener problemas, algo que sinceramente consideré adecuado, aún me siento algo confundido, no tengo enojos hacía ninguno de dos, pero no quisiera que venga mi amigo por un buen tiempo jaja.

Como han leído, esto pasó recientemente, no sé qué pasará después, pero espero las cosas vayan bien.

Espero que haya sido de su gusto mi experiencia, veo realmente he se ha hecho un texto enorme. Ojalá lo lean hasta este punto. Bueno hasta la próxima.

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