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La casa de Sénet (1): Zombis por 48 horas

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Drake condujo la camioneta negra hasta la desviación y se internó en el camino que llevaba a la mansión de Marcus. 

-Disculpa, ¿Aún falta mucho? -

Inquirió Ricardo desde el asiento trasero.

-Estamos por llegar. Mi Amo está listo para recibirlo, como se merece, señor.-

Contestó el muchacho rubio con la mirada perdida y el rostro inexpresivo.

La camioneta ingresó a la propiedad luego de alzarse el portón metálico y Ricardo sintió la ansiedad recorrerle todo el cuerpo. Aún no podía creer lo que estaba a punto de experimentar. Lo imaginaba, lo anhelaba, y a cada momento el deseo por vivirlo, era más y más grande.

Drake estacionó la camioneta y tras retirar las llaves, ayudó al joven a descender del vehículo.

-Tómeme de donde más le plazca, yo también soy parte del paquete.-

Dijo Drake con voz incitante.

Ricardo sujetó con firmeza el trasero de Drake y palpó sin pudor alguno el pantalón y sintió por debajo de la bragueta el bien formado miembro del muchacho, al tiempo que bajaba de la camioneta.

Ricardo se colgó del cuello de Drake y dejó que el muchacho rubio lo condujera hasta el interior de la mansión.

Ricardo era ciego, pero su posición como heredero y dueño de varias empresas familiares le dotaban de una excelente posición económica, por ello había accedido a la proposición de Marcus.

Conocía a Marcus desde hace algunos años y gracias a él, había podido apreciar una vida nueva y mucho más libre de prejuicios.

Drake lo guio con cuidado por el sendero de los adoquines hasta la puerta de roble que se encontraba entreabierta. Ricardo pudo sentir la amplitud del salón en el cual ingresaban, y quedó encantado con el aroma a madera e incienso que llenaba la mansión.

-Bienvenido Ricardo, un placer tenerte aquí.-

Saludó Marcus a la vez que descendía las escaleras e iba al encuentro de Drake y su invitado.

-El gusto es mío, al fin conozco tu mansión. Me doy cuenta que no alardeabas, en verdad debe ser un asqueroso multimillonario.-

Dijo Ricardo al tiempo que estrechaba la mano de Marcus.

-Si, lo soy. Por lo que verás que son verdaderamente espectaculares los manjares que voy a ofrecerte hoy. ¡Eso tenlo por seguro!-

Respondió Marcus con sorna a la vez que tomaba de la mano a su invitado.

-Drake ve al bar y prepara los tragos. Después dile a Alfonso que ya estamos listos, el cliente necesita examinar primero la mercancía, antes de efectuar la compra.-

Ordenó el hipnotista, mientras besaba el cuello de Drake.

El rubio acató las órdenes sin protestar y se internó en la casona, a la vez que Marcus conducía a Ricardo hasta el gran salón.

-¿En verdad los tienes bajo tu control?-

Cuestionó Ricardo asombrado.

-Así es. Drake es guapo, pero lo dominé realmente para que sea nuestro asistente y mozo. Será tu ayuda de cámara en toda tu estancia aquí.-

Respondió Marcus al tiempo que llevaba a Ricardo hasta el gran salón de la mansión.

-¿Pero cómo es posible?, ¿cómo es que conseguiste dominarlos?, ¡No lo creo!-

Dijo Ricardo sin poder creérselo.

-En un momento lo comprobarás, en cuanto examines cada una de las mercancías.-

Dijo Marcus, al tiempo que se sentaba con Ricardo en el gran salón.

-Mi Amo, aquí están sus bebidas y las botanas. Alfonso y los demás no tardarán en venir

Indicó Drake, ya cambiado y sólo en un leotardo que dejaba ver su piel blanca y su perfecta espalda.

-Bien, por favor, sírvele más coñac a Ricardo, pagó por el paquete premier, así que tiene derecho a toda la cava.-

Ordenó Marcus, mientras acariciaba las piernas desnudas de Drake.

El rubio acató la orden y preparó más bebida para el invitado de su Amo. Justo en ese momento el grupo de hombres bajó perfectamente coordinado las escaleras y Marcus se deleitó con la visión delante suyo.

Alfonso Gallardo encabezaba a la manada de machos. Estaba vestido con un traje color vino, camisa blanca, pantalón ceñido y zapatos a juego.

Samuel Huest caminaba pegado a él, con gabardina, pantalones y botas de cuero. Sergio Castelli usaba geans y una camiseta que lo hacía lucir increíblemente sexi.

Heracles Caetron vestía túnica y atuendo de esclavo griego, mientras Mauro Mendosa solamente sandalias y un traje de baño.

James Slater llevaba esmoquin y un antifaz plateado que le cubría el rostro, a la vez que Nicolás Palacios su uniforme de guardaespaldas y Nataku un traje de artes marciales oriental.

-Escúchenme bien mis esclavos. Hoy tenemos un nuevo cliente. Mi amigo Ricardo Islas nos acompaña. Él pagó por el paquete premier, por lo que puede escoger a más de uno. Estará 48 hs con nosotros. Y en esas 48 hs, puede hacer uso de más de uno de ustedes. Ricardo es amigo de la infancia, y quiero, ordeno, que lo traten muy bien. Por cierto que Ricardo es ciego desde los 16 años, por lo que la dinámica será un poco distinta esta noche. Drake, pondrá la música y todos comenzarán con la rutina premier, pero la harán uno por uno delante de Ricardo. Quiero que cuando se desvistan, permitan que él los toque y que el conozca cada uno de sus cuerpos. Al terminar la rutina, los quiero a todos en trance, en su respectiva posición. Vamos ahora. “¡Siclotroncho!, ¡Siclotroncho zénet 3!”

Al escuchar la instrucción, Drake caminó hasta el aparato de sonido y puso una rítmica música electrónica, que hizo vibrar la mansión.

Sergio Castelli fue el primero en empezar. Comenzó a bailar rítmicamente con la electrodanz, al tiempo que se contoneaba y agitaba sus piernas y miembro delante de Ricardo. Sergio tomó las manos del muchacho ciego y Ricardo pudo sentir los fuertes pectorales, glúteos y espalda del brasileño. Sergio se sacó la camiseta de un tirón y Ricardo deslizó excitado sus manos sobre aquel perfecto torso. Castelli le bailó varias veces, mientras se sacaba los geans y quedaba sólo en bóxer para que Ricardo disfrutara de él.

-Yo estoy drogado… Hipnotizado… Soy un estríper zombi… Soy un estríper zombi y estoy listo para lo que desees hacer conmigo…-

Murmuró Sergio bajo el poder de la droga suministrada

El muchacho no pudo contenerse y sujetó el pene del brasileño, al tiempo que exploraba su fuerte abdomen. Ricardo pellizcó los glúteos del brasileño y cuando éste solamente se quedó con el bóxer, a regañadientes lo dejó ir para dar su sitio al siguiente hombre.

-No te encapriches con uno Ricardo, te faltan siete por examinar.-

Dijo Marcus con sorna, mientras bebía un vaso de burbon.

-¿Cuál es el nombre de este papacíto?-

Preguntó Ricardo aún con las manos en las piernas y torso de Sergio.

-Él es Sergio Castelli. Es de nacionalidad brasileña. Mide uno noventa de alto. Talla 36 de pantalón, pesa 85 kg. De piel blanca, ojos verde agua, cabello negro y ondulado, facciones masculinas. Habla al menos tres idiomas fluidamente. Portugués, inglés y español. Guardaespaldas, aunque ha hecho algo de modelaje. Su especialidad es bailar, quitarse la ropa y es excelente para el sexo rudo.-

Dijo Marcus mientras disfrutaba del cuerpo de Drake.

-¿Está drogado?-

Cuestionó el sorprendido y caliente Ricardo.

-Está drogado y zombificado. Le di un cóctel de ciertas drogas, que lo mantienen en un estado zombi. Hará cualquier cosa que quieras.-

Respondió Marcus luego de besar al hipnotizado Drake.

Enseguida Sergio cedió su lugar a Heracles que presto y muy sensual bailó y se sentó en las piernas de Ricardo. El griego guio al muchacho para que fuera él quien le desabrochara la túnica y sacara aquel leotardo que protegía su intimidad. Cuando Heracles estuvo desnudo, se restregó varias veces contra el miembro del muchacho.

Ricardo sumamente caliente obligó al griego a acariciarle el miembro y besó en repetidamente la espalda de Heracles, más que dispuesto a dejar que el musculoso hombre continuara.

-Yo soy un esclavo sin voluntad… Soy una montaña de músculos sin voluntad… Soy un zombi… Estoy completamente drogado… En trance y dispuesto a que me uses como mejor te complazca… Soy un esclavo puto y sexual… Tus deseos serán mis órdenes…-

Aseveró el griego, mientras masajeaba solícito los muslos de Ricardo.

Luego fue el turno de Mauro Mendosa. El argentino sólo vestía el bañador, sus sandalias y mientras la música sonaba, simuló que nadaba frente a Ricardo, quien estaba al borde de la resistencia por comérselo.

Entonces Mendosa puso las manos del ciego en torno al elástico de su traje de baño y empujó con suavidad para que bajara el bañador. Después condujo los dedos de Ricardo con lujuria por todo su cuerpo para que pudiese examinarlo, gozarlo, recorrerlo.

-Yo soy el esclavo encuerado y obedeceré… Estoy hipnotizado… Soy un zombi… Y nunca despertaré… Disfrútame… Gózame… Cada fragmento de mi cuerpo encuerado es para ti... Yo soy tuyo y obedeceré… Obedeceré... Soy un zombi hipnotizado y obedeceré…-

Dijo sensualmente Mendosa al oído del ciego, a la vez que besaba su cuello.

-¿Cómo hipnotizaste a este?, ¡es un cuero de hombre!-

Exclamó Ricardo presa de los fuertes dedos del argentino que lo guiaban por todo su cuerpo.

-Y sí que lo es. Su cabello es rizado. Castaño, piel blanca, ojos enmielados, güero, y unos labios, ¡qué uuup!, ¡Mauro Mendosa es todo un cuero!-

Afirmó Marcus, mientras disfrutaba ahora del cuerpo de Sergio.

-¿Pero cómo lo hipnotizaste?, ¿Qué hiciste para dominarlo?, supongo que cada uno de ellos era heterosexual.-

Dijo Ricardo, deleitado con los besos de Mendosa.

-En efecto. Esto no se lo digo a los clientes, pero como tú eres mi amigo te platicaré algo. Construí algunos instrumentos muy interesantes. Uno de ellos se llama hipnocopio, y con ese mantengo hipnotizado a Mendosa. A él le encanta estar así. Y sí, él era hetero, pero desde que lo hipnoticé, ¡Creo que es uno de los que más les gusta el sexo gay!-

Luego Nicolás Palacios ocupó el lugar de Mendosa. Repitió el baile muy sensual,, pues cruzó sus piernas con las de Ricardo.

-Yo soy el esclavo de la sortija de cristal… Soy un guardaespaldas hipnotizado… Disfruto tener sexo con los hombres… Y Tus deseos son mis órdenes… Estoy listo para estar desnudo en tu cama… Soy un zombi y obedeceré…-

Repitió Nicolás, mientras se sacaba todo el uniforme y le plantaba un beso caliente a Ricardo.

Después continuó James Slater quien se sacó la ropa de forma elegante, despacio y en cada movimiento guio las manos de Ricardo para que no perdiera cada detalle.

-Yo soy un esclavo perfecto. Estoy hipnotizado y seré su amante y novio perfecto. Haré y cumpliré cualquiera de tus fantasías. Elígeme a mí y te mostraré el placer. Yo soy tu novio zombi.-

Dijo James, a la vez que se arrodillaba y besaba los pies de Ricardo.

Por último Nataku se desvistió rápido y salvaje, deslizó las manos de Ricardo a través de todo su torso y gruñó en satisfacción.

-Yo… hrggg… Yo soy Nataku… Yo… Dar placer… Yo soy una marioneta… Soy hrggg… Yo ser una bestia zombi… Haré lo que quieras…-

Dijo entre gruñidos.

Ricardo se encontraba fascinado por todo aquello y le resultaba imposible resistirse al deseo, al lívido.

-¡Cabrón!, ¡estoy a punto de venirme!, ¡todos son unos putos dioses!, ¡son unos putos dioses!-

Exclamó, a la vez que se aferraba a la cintura de Nataku.

Nataku gruñó bajo sus manos y Ricardo se apoderó de su boca varias veces. Disfrutó de la lengua del oriental y sintió sus manos corresponder la exploración

-Este es diferente. Lo siento más zombi. Más animal, más manipulable. Es como una…-

Dijo Ricardo muy excitado, aún con las manos sobre el desnudo Nataku.

-Como una marioneta. Si, Nataku fue el último en ser hipnotizado. Originalmente lo doblegué con unos microchips instalados en joyería, pero después cambié el mecanismo a algo más elegante. Un microchip instalado en un tatuaje, nunca despertará.-

Dijo Marcus, al disfrutar del cuerpo de Mendosa.

Samuel prosiguió con el espectáculo, y en un par de minutos quedó desnudo para que Ricardo lo apreciara.

-Yo soy un zombi sin voluntad, un zombi sexual para tu uso personal...-

Inmediatamente Alfonso tomó su lugar y en un rápido acto se quitó toda la ropa. -Yo estoy sonámbulo… Sonámbulo… Un sonámbulo sólo tiene derecho a estar desnudo… A ser usado… Yo duermo para siempre y sonámbulo obedeceré…. Soy el capataz del harem y yo haré lo que quieras Señor… Soy un zombi sonámbulo y obedeceré…-

Dijo Alfonso tras un caliente beso a Ricardo.

-¡Woo!, ¡Estos dos son verdaderas joyas!, ¡El español es un cabrón en toda la palabra!, ¡Y el norteamericano no se queda atrás!, enserio que no puedo creerte que todos ellos estén hipnotizados y obedezcan tus órdenes-

Respondió Ricardo sin soltar al desnudo Alfonso y palpar que en efecto tenía los ojos cerrados.

Marcus prorrumpió en una carcajada. -Si, ellos son los primeros. Alfonso es de nacionalidad española. Ojos claros, cabello castaño y piel blanca. ¡Es mi predilecto y es guapísimo!, Sam, es blanco, ojos azules y cabello azul, sus ojos son preciosos, ¡él era homofóbico y ahora es un ferviente y experto mamador! Sam está hipnotizado e igual que Heracles y Sergio es un zombi. Y mi Alfonso, estoy enamorado de él, Alfonso es un esclavo perfecto. Es mi mejor trabajo y él está dormido, profundamente dormido. Se encuentra en un estado de sonambulismo exacerbado y ya nunca despertará. Sonámbulo es un esclavo perfecto y dormido disfruta ser dominado.-

Explicó Marcus mientras era rodeado por todos los hombres.

-Woo, ¡Eres un cabrón!, ¡pero te la compro!, ninguno de ellos haría todo esto si no los tuvieses subyugados.-

Dijo Ricardo ansioso y sin saber a cual de ellos escogería.

-Gracias por el cumplido, mis esclavos son de lo mejor, aunque pronto tendré más ejemplares para el goce de mis clientes. Sabes que disfruto de tu compañía, pero tu pagaste por un servicio de 48 hs, y estas correrán a partir de ahora. Bien, a cuál de todos eliges. Como pagaste por el paquete premier, puedes elegir hasta 4 por estas 48 hs. Puedes tenerlos por separado, dos a la vez o los 4 a la vez, o uno por el tiempo que tu gustes e ir alternando. En el caso de todos, salvo Nataku, se les puede ordenar que actúen como si estuvieran despiertos, o que actúen algo que tú quieras, o bien que sean unos totales zombis. Nataku es el único que siempre actúa como un total zombi, debido a su tipo de hipnosis. En cuanto los escojas te diré sus comandos de programación para tu sesión y obedecerán durante el tiempo que pagaste tus órdenes. Una vez que los escojas, te conducirán a la casa de Zénet, una casa anexa al fondo de los terrenos y allí podrás hacer uso de ellos.-

Explicó Marcus con las manos en el cuerpo desnudo de Alfonso y en la espalda descubierta de James.

-De verdad que no quería creerte, pero ahora no me cabe duda. ¡Woo, como escoger!, ¡Todos son unos hijos de puta! Quiero a Nataku, Mendosa, James y a Alfonso.-

Eligió Ricardo excitadísimo.

Marcus torció la boca en un gesto de aprobación, al tiempo que se aproximaba al oído de Ricardo. -Excelente elección. Te diré los comandos para tu sesión. Con Nataku deberás decirle mientras golpeas su rostro suavemente con tus dedos. “Marioneta 48”, en cuanto se lo digas al oído y golpees suavemente su rostro te obedecerá. Lo único en que jamás obedecerá es en despertar , hacer algo contra mí, contra mis órdenes o dejar de obedecerme. Si le ordenas algo en contra mía, inmediato tu comando quedará cancelado y se pondrá agresivo contigo. Es importante que recuerdes esto. Puedes ordenarles casi cualquier cosa, excepto despertar, dañarme a mí, dejar de obedecerme, lastimar a sus compañeros, o salir de la propiedad.-

Indicó Marcus con voz firme.

-Muy bien, entendido, entendido. ¿Y los comandos de los demás?-

Preguntó Ricardo con una imponente erección que no pasó desapercibida para Marcus.

El hipnotista soltó una carcajada y continuó. -Para James es muy sencilla. Deberás besarlo y decir. “Novio perfecto por 48 hs”. Con eso, aparentemente habrá despertado, pero en realidad seguirá hipnotizado. Se comportará como tu novio esclavo por 48 hs. Si lo quieres en trance, bastará con decir, “Duerme y se un zombi”, y caerá en trance.-

Dijo Marcus mientras Drake le servía más burbon.

-Oquei, Oquei.-

Admitió Ricardo fascinado.

-Bien, ahora con Mendosa. Deberás tocarlo de la cintura y decirle: “Encuerado 48”, y de inmediato será tuyo. Y con mi Alfonso, deberás sujetarlo del hombro y decirle al oído “Somnámbulo 48”, Y será tu esclavo. Con Mendosa, Alfonso y James, si los quieres en total trance deberás decir “Duerme y se un zombi” Y volverán a sus trances. Con Nataku no trates de hablar porque no responderá, excepto a frases cortas y palabras monosilábicas. Y le das la misma instrucción que a los demás, duplicarás su trance. Bien escogiste y te dejamos con tus compras. Sam, Sergio, Heracles, Drake, vamos al yacusi del segundo piso, quiero una sesión con ustedes-

Ordenó Marcus al resto de hombres.

-¡Escuchar es obedecer!”

Gritaron los cuatro mientras cargaban a Marcus.

-Alfonso, James, Nataku y Mendosa, “Esclavos de zénet P48”.-

Los cuatro inmediatamente cerraron los ojos y se quedaron inertes en medio del salón.

Drake estaba emocionado pero no sabía bien que hacer, escuchaba las profundas respiraciones de sus cuatro hombres y con sigilo caminó hacia ellos. Sintió el cuerpo desnudo de Nataku primero y tras basilar unos minutos se decidió a actuar.

Golpeó el rostro de Nataku con suavidad con sus dedos y le murmuró al oído con nerviosismo. –“Marioneta 48”.

Nataku de inmediato gruñó en aceptación y se arrodilló a los pies de Ricardo. -Soy marioneta… Tu marioneta Zombi… Hrggg… Haz conmigo lo que quieras….-

Repitió en voz cavernal y entre gruñidos.

-De pie, ¡de pie!, vístete por favor y prepárate para ir a la Casa de zénet.-

Nataku se limitó a gruñir y a buscar sus prendas entre el montón tirado al otro lado del salón.

Después Ricardo recorrió el desnudo cuerpo de Mendosa y tras tocarlo en la cintura repitió con lujuria. –“Encuerado 48”, ponte tus sandalias y bañador y espera mis órdenes.-

Pidió Ricardo.

-Soy un zombi encuerado y obedeceré… Obedeceré… Mi Señor…-

Acató Mendosa.

Enseguida besó a James ya sin duda y disfrutó de aquella boca. –“Se mi novio perfecto por 48 hs”.-

Enseguida James pareció despertar del trance, mas observó a Ricardo con deseo, lujuria, pero sobre todo con sumisión. -Claro que sí, mi Señor, yo seré el novio perfecto…-

Ricardo alzó la mano y tocó su rostro. -No me interesa. “Duerme y se un zombi”.

Ordenó de forma dura, a lo que James regresó a un profundo trance.

-No quiero un novio, quiero un esclavo zombi, te quiero en trance. Mientras estés conmigo, te quiero hipnotizado. Te quiero en trance y totalmente zombi.-

James cerró los ojos y clavó la cabeza en el pecho. -Sssi… Seré un zombi… Mi Señor…-

Aceptó aquella orden James.

-Bien zombi, vístete, y quiero que estes listo a mis órdenes.-

Mandó Ricardo excitado por el poder que tenía sobre aquellos hombres.

-Ssi… Mi Señor…-

Acató James al tiempo que se ponía las ropas.

Después sujetó el hombro de Alfonso y pronunció el comando. –“Somnámbulo 48”, “Duerme y sé un zombi”. Tu no te vistas, Marcus me dijo que no tienes derecho a usar ropa, permanece desnudo pero listo a mis órdenes.-

Mandó Ricardo aferrado al cuerpo de Alfonso.

-Sssi… Haré lo que digas… Yo estoy sonámbulo… Un zombi sonámbulo y obedeceré…-

Afirmó Alfonso completamente dormido.

-Eso es para todos, “Mendosa duerme y sé un zombi”, Nataku duerme y sé un zombi”, Los quiero en trance profundo, sin voluntad, sin mente propia.-

Nataku gruñó y se puso aún más rígido. -Hrggg, zombi… Zombi… Sssi….-

-Yo estoy encuerado… Soy un zombi encuerado y obedeceré… Zombi… Zombi…-

Repitió Mendosa.

-Yo soy tu novio zombi… Zombi…-

Volvió a repetir James.

-Sonámbulo… Zombi sonámbulo…-

Dijo Ricardo con Alfonso entre sus brazos.

Bien los cuatro, vamos a la Casa de zénet. Nataku y Alfonso, quiero que me guíen. Quiero que los cuatro repitan que son zombis.-

-Somos zombis… Somos zombis… Somos zombis… Somos zombis…-

Dijeron los cuatro machos, mientras llevaban a Ricardo a través de la mansión, hasta un corredor que conducía a una casa bastante amplia en el otro extremo de la propiedad.

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