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Las historias de Cindy (Cap. 3): Fernando

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Me llevo a su departamento, era el típico departamento de hombre soltero y fiestero, él tenía dinero y siempre andaba de viaje, me gustó mucho su forma de ser conmigo y por eso le di la oportunidad de entablar una relación.

Soy su amiga Cindy y hoy les cuento una rica ocasión de sexo con Fernando, ¡mi novia al que le puse los cuernos con mi ex!

Habíamos ido a Mundo E, después de una excelente noche de baile, alcohol y música, acepte ir con él a su departamento.

Ya en el Departamento, él puso muisca de Jazz mientras me daba un rico masaje de pies, creo que a todos les gustan mis pies ya que los besan y se mueren por tocarlos, bueno su masaje era tan rico que empezó a excitarme, los empezó a besar. Su lengua recorría desde mis talones, pasando por la planta de mis pies y en medio de mis dedos, me excito mucho sentir su lengua en ellos, subió sus manos acariciando mis piernas, y levantándome la falda, cerraba mis ojos y disfrutaba el momento.

F: ¡Cindy me encantas!

C: Y tú a mí, ¡me gusta cómo eres!

F: ¡Quiero hacerte el amor!

C: ¡Pues adelante, hagámoslo!

Nos desnudamos mutuamente, él tiene un cuerpo más o menos atlético, brazos fuertes, llenito, pero no bofo, él estaba encantado con mi cuerpo, lo tocaba como si nunca hubiera tocado una mujer, sus manos apretaban mis muslos mi cintura y mie pechos, eso me excitaba más.

Comencé a besarle todo su cuerpo, mi boca recorría sus pies hasta su cuello, dándole pequeñas mordidas a sus pezones, ¡me sentía una leona ya que de verdad le tenía ganas a ese hombre!

C: ¡Me encantas nene!

F: ¡Y tú a mi cielo!

C: ¡Déjame probarte más!

Antes de ponerle el condón, decidí probar su verga, era de unos 14 cm, pero era gruesa como nunca había visto una, su redonda cabeza me parecía un apetitoso panque, lo chupe como paleta, recorrí la vena que tienen los penes desde su inicio a su final, también chupe sus testículos y un poco su ano, ¡me estaba dando gusto con su amiguito!

El solo gemía y me acariciaba la cabeza, su respiración se aceleraba, fue entonces que lo introduje a mi boca, apenas si cabía, aun así, bajaba y subía rosándole con mis dientes, ¡con mis dedos le apretaba los testículos, los cuales a veces también mordía, pero me interesaba más tener su gorda verga dentro de mi boca!

F: ¡ah, Cindy, dios mío!

C: ¡Que rica, me encanta!

F: ¡Sigue, así, dios!

C: ¡Me la voy a comer toda!

Comencé a mamársela rapidísimo, mi boca estaba agrandándose por las dimensiones de su cabezón, una y otra vez, más rápido y más rápido, ¡hasta que de pronto su leche empezó a llenarme la boca!

¡Gemidos fuertes salían de él, estaba caliente y sabía muy dulce, yo la probé y escurrí por mi barbilla, esa acción lo hizo sacar más y salpicarme la cara, de verdad me encanto haberlo hecho venir!

F: ¡Que rico, mamacita eres una experta!

C: ¿Te gusto cariño?

F: ¡Dios, me mataste de placer!

C: Si, ¡saboree tu explosión jajá!

F: ¡Bueno, ahora sigo yo, ven acuéstate!

Me acostó en la cama y me abrió las piernas, inmediatamente sentí su lengua pasar por mis entrepiernas, lo hacía suave y rudo al mismo tiempo, mordía mis muslos y me apretaba los pechos, ¡poco a poco fue acercándose a mi tesoro!

Sentí como su lengua lamia mis labios vaginales, con sus dedos apretaba mi clítoris y abría mi vagina para meter su lengua, como si fuera gato la lamia rápido y luego la succionaba toda, yo me retorcía, ¡que rico oral me daba!

C: ¡agh, si, ah!

F: ¡Sabes delicioso nena!

Siguió chupándome riquísimo, sus manos apretaban mis nalgas y mis tetas, yo le lamia los dedos de la mano, con su otra mano, rosaba mi ano e introducía sus dedos en mi vagina para darme más placer, gemía como loca, ¡me retorcía mucho debido al rico placer que sentía y fue así que logro hacerme sentir un orgasmo!

En lo que superaba el rico placer, él se acomodó el condón, había conseguido pararse de nuevo, ¡y estaba listo para penetrarme!

F: ¡No sabes cuánto deseaba esto!

C: ¡Uf, si, hazlo!

F: ¡Abre las piernas amor, ábrelas!

Obedecí su mandato y fue entonces que el apoyándose en mis muslos empezó a introducir su verga gorda en mí, al principio me dolió un poco, pero gracias a la humedad en mi vagina, ¡pronto fue camino fácil para él y empezó a moverse!

¡Me la metía riquísimo y como la tenía gorda me daba un muy rico placer, yo cerraba los ojos y me perdía totalmente en gritos y apretándome las tetas, el levanto una de mis piernas y la cruzo y estando yo de ladito me apretaba las nalgas y me arañaba la espalda!

C: ¡Dios que rico!

F: ¡Mamacita aprietas genial!

C: ¡Que verga, que verga!

F: ¡Ah, mami!

Me tomo delas dos piernas y sin sacármela él se puso de pie y me orillo a la cama y ahí cargo me levanto de las piernas en una pose tipo carretilla, se movía magnifico, ¡solo mi espalda estaba en la cama y la manera de penétrame me hacía gritar y gritar!

¡El tipo era bueno cogiendo, me cargo y camino alrededor de la cama penetrándome y mordiendo mis tetas, me puso también empinada sobre su gran ventanal, no sé si me vieron por fuera, solo sé que me encantaba sentir su gordo amigo dentro de mí!

C: ¡Papi, así, así!

F: ¡Puta madre, que rico!

C: ¡Agh, me matas, me matas!

F: ¡Cindy eres la mejor!

Que rico, se sentó en la orilla de la cama y me puso a darle sentones, que rico era ser penetrada por esa verga, me apretaba las tetas y me jalaba el cabello, ¡eso me ponía aún más caliente!

¡Me puso de perrito en su cama, el con una pierna de rodillas y la otra doblada, me penetro, mientras me daba de nalgadas y se movía riquísimo, yo me chupaba los dedos y le pedía más y más!

C: ¡Fernando, mas, dame más, agh!

F: ¡Uf, uf, Cindy, Cindy!

C: ¡Qué? ¡agh, mas, más!

F: ¡Me vas hacer venir!

C: ¡Dios y tú a mí!

¡Sentí como su verga se inflo y se hincho más de lo que estaba, yo grité y me moví como loca, también me estaba chorreando, él no se detenía se movía salvaje mientras su leche caía en el condón, quería sentirla, pero era demasiado tarde, solo sentí su palpitación y sus fuertes movimientos!

F: ¡Madre mía, si!

C: ¡Papi!!!

Después de ese rico acto nos quedamos acostados besándonos y charlando de lo sucedido, cogimos un par de veces más casi hasta el amanecer, ¡pero tristemente esa fue la última vez que lo vi ya que otro hombre llegaría a mi vida!

¡Con cariño Cindy!

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