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Maestra exigente (3)

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Después de una semana bastante agitada decidí pasar el fin de semana tranquilo, descansando y recuperando fuerzas, en realidad estaba nervioso a la par que feliz porque no podía esperar a que la segunda semana empezara, esto significaba que podía volver a cogerme a mi maestra, pero también me preocupaba que lo hiciera mal, ya sea porque acabara muy rápido o que hiciera algo sin su permiso, aunque mi desempeño en la primera semana fue bien, el hecho de que la segunda semana fuera la que más reprobaban me preocupaba demasiado, y más cuando recibí un correo electrónico de mi maestra, en este estaban varias notas.

Calificación de entrada 7

Calificación en obediencia 9

Calificación en control 7

Calificación en desempeño 9

Promedio 8

Calificación necesaria para la segunda semana 8

Apenas si había conseguido aprobar, supuse que lo había hecho bien para ser mi primera semana, pero estar tan cerca de perder y con esos gritos del tercer día, no cabe duda de que sería muy difícil convertirme en su amante, pero lo lograría, y así pasé mi fin de semana, aunque el lunes la cuestionaría sobre mis calificaciones, solo si la situación lo permitía.

El lunes después de clases fui directo a su casa listo para todo lo que me fuera a enseñar, había visto un montón de videos que explicaban técnicas para aguantar más además de varios consejos sobre posturas y ritmo por lo que estaba contento con lo que pasara más adelante. Así entré a su cuarto y había varios cambios, ahora había un sillón en medio, el escritorio estaba pegado contra una pared y el suelo tenía una alfombra.

Ella ya estaba sentada en el sillón completamente desnuda, no me había dado cuenta, pero bueno eso era lo de menos, así que la saludé casualmente y ella me respondió el saludo, estaba tratando de controlarme mejor para poder subir la nota, enseguida me acerque y me senté en la alfombra con las piernas cruzadas a esperar su orden, pero esta no fue dada, más bien comenzó a explicarme las notas, básicamente me dijo que hablaban por si solas, eran las calificaciones que merecía y aunque la hubiera hecho gritar ese día, no significaba que mi desempeño en la semana hubiera sido igual, así que para evitar confusiones me pidió que durante la clase de ese día si tenía alguna duda que se lo hiciera saber, era mejor fallar un poco en una clase que en el resto de la semana, así comenzó indicándome lo que estudiaríamos, así es penetración vaginal, lo primero que me dijo fue que una de sus cosas favoritas mientras la penetraban era que la masajearan las tetas, que eso era como una terapia para relajarla, porque en el pasado había estado con chicos con la verga muy grande y que para que no le doliera les pedía que lo hicieran lento y que la distrajeran de algún modo, con eso podía permitir soportar grandes embestidas, pero que ese hábito se le quedó para cualquiera, así que me pidió que me acercara y que sin miedo la tocara y así lo hice, puse mis manos en esas buenas tetas maduras y comencé a masajearlas, haciendo círculos, un poco de arriba a abajo, tocando sus pezones y apretando los un poco, algo que me gano un cumplido por su parte y con eso estuve toda la hora de la clase, no sé si lo hice tan bien que no quería que parará o tan mal que quería que lo perfeccionara, así que antes de irme se lo pregunté, ella me dijo que lo hice bien, pero que no me sorprendiera porque ese día la clase trataba de eso y nada más ya mañana comenzaríamos la acción.

El día siguiente era la verdadera prueba, y ese era lo más importante hasta ahora, ya listo entre al cuarto solo para observar que estaba igual que ayer, completamente desnuda y sentada en medio, así que hice lo del día anterior me senté a esperar su orden y ella por fin me habló:

-Bien creo que me gusta que cada vez que entres te sientes frente a mí, como un buen chico, por eso te diré lo que estudiaremos hoy, verás antes de que tú verga entre en mí tienes que saber mis posiciones favoritas, así que veamos ven acá, no te quites la ropa porque solo vamos a ensayar las poses. La primera es está.

Ella se levantó del sillón y me tomo de la mano, me ordenó que me sentara, así lo hice y enseguida se subió en mí, de frente, rodeando mi cuello con sus brazos, me dijo que pusiera una mano en una de sus tetas y que con la otra le tocará el culo, ella fue marcando el ritmo, y ahí estaba yo vestido, tratando de contener una erección imposible, con mi maestra buenota, completamente desnuda y simulando que me la estaba cogiendo, así estuvimos un rato hasta que se le ocurrió cambiar de posición, así tan solo se dio la vuelta y me ordenó que retirará las manos, que ni siquiera se me ocurriera tocarla, así estaba un poco inclinada y podía ver bien como su culo se abría y cerraba justo ante mi verga dentro de mis pantalones.

-Estas son las posiciones 1 y 2, recuérdalo bien porque solo con el número tendrás que comenzar a penetrarme, tú me pondrás en la posición y yo marcaré el ritmo, ¿Listo?

-Sí maestra.

-Muy bien.

Ella se levantó y me ordenó que me desvistiera, además de pedirme comerle el coño por un rato, esto fue sencillo pues después de tan buenas lecciones y tan bien sabor más que una orden era un placer. Después me dijo "2", no tarde en guiarla y colocarla en posición mientras me acomodaba en el sillón con una erección bastante evidente y ahora estaba a punto de sentir su interior nuevamente, ella se acercaba poco a poco y movía su culo de forma provocativa hasta sentir mi verga y ahí comenzó a meterla, ella sola, yo solo podía estirar mis brazos hacia arriba pues no podía tocarla y mientras más se movía más ganas de acabar tenía, pero logre pasar así varios minutos, ella aumentaba y disminuía el ritmo, mientras chorreaba bastante y podía sentir como recorría mis piernas también, cada sentón se oía bien y con el ritmo y la atmósfera los gemidos no se hicieron esperar pues ambos estábamos en el cielo, de repente paro, y dijo "1", así que me puse manos a la obra, y la agarre fuerte, mientras la volteaba y acercaba mis manos a sus respectivos lugares, tetas y culo, ahora no eran sentones los que me estaba dando si no solo un balanceo de caderas que a decir verdad era más placentero que la anterior pose, así estuvimos otro rato mientras yo seguía esperando su orden para poder acabar pues ya estaba llegando a mi límite pero tome aire y pude concentrarme, ya con mi cara de placer y sus gemidos ella decidió terminar pues la hora casi acababa, así que tan solo se levantó, se acomodó el pelo un poco y comenzó a vestirse.

-Te prohíbo terminar, tan solo viste y vete.

Solo dijo eso y salió del cuarto, tan solo son tocar mi verga podía haber disparado varios chorros de leche, pero no quería que se diera cuenta, así que obedecí sus órdenes, me espera a que la erección bajara y comencé a vestirme, al salir le pregunté sobre su había comentado algún fallo.

-Por el momento no, pero quisiera que gimieras con más fuerza, pienso que mis movimientos no te gustan, así que trabaja en eso, quiero oírte gritar y que supliques por querer acabar.

-Disculpe pero el control, ¿No se refería a eso?

-Sí por eso te lo estoy diciendo, estás muy serio, necesito que te abras más que sepa que te tengo a mi merced ¿Entiendes?

-Claro trabajaré en eso, mañana le prometo que lo haré mejor

-Eso espero, ahora vete.

Así el siguiente día con sus recomendaciones pude decir lo que sentía, con cada embestida nueva gemía y la tocaba con más ganas, con más deseo, y ella lo notó, ese día estudiamos sus otras dos posiciones favoritas, la "3" era yo totalmente acostado con las manos atadas, y ella cabalgando a su ritmo, la vista era preciosa, esas enormes tetas rebotando mientras sus movimientos de caderas estaban tratando de exprimir hasta la tina gota de semen que pudiera ofrecerle, y sus piernas se aferraban bien a mi cuerpo, estaba en el paraíso y no paraba de decirlo, de decirle que era tan solo su juguete, que me usará cuando quisiera y también le decía lo hermosa que era, lo afortunado que era tener a una ama tan exigente y caliente. Esto la hizo acelerar el ritmo y esta vez me permitió acabar, bueno, no me lo preguntó ni lo ordenó, tan solo se desmontó de mi y comenzó a masturbarme, tan fuerte que se ti que me arrancaría la verga, pero con cada sacudida el placer aumentaba a tal punto que no pude resistirme y termine corriéndome mientras me contorsionaba y ella tan solo sujetaba mi verga mientras largos chorros blancos comenzaban a saltar y caer sobre mí, cuando termine de sacar todo lo que tenía en mi interior, se acercó a mí y comenzó a lamer mi vientre, pues ahí estaba toda mi corrida, lo lamió hasta no dejar nada y después me ordenó vestirme.

Sus otras posiciones favoritas eran la "4" el misionero clásico, eso sí agarrando sus tetas, la "5" ella se ponía en una orilla del sillón sacando su culo, estaba en cuclillas y yo la penetraba a voluntad, está era una para mí disfrute pues podía hacer lo que quisiera y en el ritmo que quisiera. "6" era ella sentada en el sillón con las piernas bien abiertas y yo penetrando desde enfrente mientras me tenía amarrado del cuello con la correa, ella tiraba de la cadena cada vez que quisiera que aumentará de velocidad, y por último la "7" una cucharita, básicamente, en el piso y desde atrás la penetraba mientras tocaba sus tetas, eso aprendí en el resto de los días, mientras más posiciones aprendía más se tardaba en cada una, me marcaba el ritmo, me decía dónde tocar más, además de lo que le gustaba que le dijeran mientras lo hacía, el jueves una vez que ya habíamos terminado de estudiar las posiciones me dejó acabar dentro de ella, estábamos en la posición 3 y tan solo se quedó quieta y me dijo:

-Dámela toda, ahora.

Y como si la orden hubiera estado en mi mente comencé a eyacular, eyacule tanto que el charco entre su cuerpo y el mío se derramó hasta la alfombra, enseguida me ordenó limpiarme con unos paños húmedos y también la alfombra pues no quería ninguna prueba, y así lo hice, al terminar me dijo que me preparara para mañana, las posiciones ya habían acabado y ahora tocaba ponerlo a prueba.

El viernes el último día llegue, ella estaba vestida, porque tenía que demostrar todo lo aprendido hasta ahora, las órdenes fueron salteadas, me desnudaba yo y luego a ella, así un buen rato hasta que quedamos de cuerpo completo, ahí empezó un verdadero reto, tuve que cumplir con las órdenes por más tiempo del que pensé, ella no dijo cuántas horas teníamos así que estaba con la tensión de fallar en cualquier momento además de que podía pedir que terminara y todavía no estuviera listo, las órdenes salían y salían y las cumplía como me había enseñado, lamía, chupaba tocaba y masajeaba, así en repetidas ocasiones a su vez ella de vez en cuando me masturbaba para tener una erección constante, ella termino unas 3 veces antes de que comenzará con la penetración, las manchas en la alfombra daban crédito a eso, y al fin las posiciones comenzaron a ser ordenadas "2", "6" y parábamos, ambos cubiertos de sudor y demás fluidos, pero teníamos que continuar "7", "5", "3" después un breve descanso para tomar aire pero esto no paraba para mi verga que la seguía masajeando ya sea con sus manos o pies siempre la tocaba, era un reto constante y "1" y "4" y así estuvimos, alternando posiciones, si que era insaciable, pues la faena ya había durado un rato, unas 3 horas y parecía que su ansia de verga no tenía fin, era como si todo lo que estuviera haciendo no fuera ni la mitad de lo que me esperaría si lograba terminar el entrenamiento, su cara lo decía todo era una verdadera mujer que sabía lo que deseaba y sabía que lo estaba disfrutando y en ese momento me dejó de importar si terminaba inesperadamente, tenía a mi maestra gimiendo de placer, yo también estaba en un éxtasis profundo, ambos gritábamos y nos revolcábamos por la alfombra, yo también tenía que disfrutar de ese momento, espera la única forma de poder seguir cogiendo, tenía que disfrutar y dejar de preocuparme por no acabar, y así lo hice y recupere el ritmo y ahora aunque fuera mi ama, yo me la estaba cogiendo, yo marcaba el ritmo y la hacía gemir, esos gritos de placer eran por mí, y mi excitación era por ella, por su cuerpo, por su pasión por su perversión, ambos nos fundimos en un beso interminable mientras vaciaba mi leche dentro de ella con varias sacudidas violentas la estaba rellenando, y así estuvimos por un rato, un largo rato en que tan solo estaba la tirados en la alfombra con nuestros cuerpos agotados la leche escurriendo fuera de ella, sus piernas temblando, yo estaba agitado, cona respiración entrecortada, y ambos nos miramos, sonreímos mientras le seguía tocando las tetas y ella dirigía sus manos a mi verga y la masajeaba con delicadeza.

-Todavía no acabamos.

Después de decir esto busco mi verga con su boca y la metió de un solo movimiento.

-No te preocupes aghh mmm ahora estarás mmm ahhh como nuevo.

Lo dijo mientras tenía mi verga en la boca y está comenzaba a crecer.

-Tan solo falta mmmm ahhh una cosa, vamos ponte en cuclillas, mira que bien te dije que estarías como nuevo, jaja los jóvenes siempre iguales, tanta energía para coger jaja.

En eso ella se puso en 4, dejando a mi vista su glorioso culo, bien levantado a mi disposición, tan solo a unos pocos centímetros de mi verga quería meterla y follarla toda la noche.

-Vamos, no tienes mucho tiempo dame todo ahora, cógeme con todas tus ganas no importa que no dures mucho quiero saber cuánta energía te queda.

En cuanto terminó de decir esto yo ya la había clavado de un solo movimiento.

-Ahhh, si, a eso me refería mmmm ahhh

Con toda mi energía la embestía a gran velocidad, los golpes se oían fuerte y con mis movimientos la hacía ir de adelante a atrás pues sujetaba con fuerza su cadera, en ese momento no podía pensar en otra cosa tan solo estaba pensando en su coño apretado y como me lo estaba cogiendo, ahora ella era mi juguete, tan solo metía y sacaba mi verga de su interior mientras nuestros gemidos aumentaban. Ese round no duró demasiado pues encontré el clímax tan solo unos 3 minutos después, y sin preguntar acabe nuevamente dentro, ella lo recibió con gusto y mientras me vaciaba seguía envistiéndola con fuerza, más lento pero más fuerte y con mi último movimiento se desplomó hacia delante totalmente agotada, con la panocha bien rellena y con una cara de placer indescriptible.

-Ya es tarde, vístete y vete, tus calificaciones llegarán el domingo.

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