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Servidumbre y profanación (Memorias de Xanadú)

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-Hola Tollan

Tollan enfocó la vista abrumada que tenía hacia la mujer que le habló, rápidamente la identificó, era Ishtar y se veía contenta.

-Ja, mi hermano me debe 500 piezas de oro ¿Sabías que apostamos sobre tu llegada? Él decía que te habías resignado y no vendrías, yo sabía que no

-Pu-púdrete…-alcanzó a mascullar

-¿Aún deseas pelear? Vale-respondió sorprendida Ishtar y realizó un ligero movimiento de cabeza hacia las guardias

-Aprende a respetar, perro-la voz de Ur´ruk resonó con fuerza en la cabeza de Tollan y sintió en seguida un golpe en el abdomen, un golpe muy fuerte que lo dejó casi sin aire.

-Entonces Tollan ¿Te vas a comportar si en este momento te llevo arriba? -le inquirió Ishtar

Tollan lo pensó, vio que sus posibilidades de salir de ahí luchando eran nulas, rápidamente sus cavilaciones y estimaciones se vieron interrumpidas por un nuevo golpe en la boca del estómago que lo dejó mareado.

-Nuestra señora te ha hecho una pregunta, bastardo

Esta vez la voz fue de Marie, rápidamente Tollan asintió con la cabeza

-No te escucho querido -replicó en tono burlón Ishtar

-Si-

-¿Sí que?

-Maldito humano estúpido, respeta a tu nueva ama y dirígete a ella como tal -Ur´ruk demostraba su mal genio nuevamente tomando del cuello y del pene a Tollan apretando ambos con cierta fuerza.

-Si, ama Ishtar -dijo Tollan con un hilo de voz pues el dolor en el pene y en el cuello le podían más.

-Buena mascota -dijo Ishtar mirándolo a los ojos, después miró a las guardias -Llévenlo al salón del trono.

-Si señorita Ishtar -respondieron sumisamente.

-Y pónganle unos pantalones.

15 minutos después:

Tollan se encontraba en esa amplia estancia. De las ventanas, fríos rayos de luz se colaban y le daban un aspecto imponente, al centro de la espaciosa habitación se hallaban los tronos, ambos diferenciados por tamaños. El grande evidentemente era de Velimount con calaveras doradas adornándolo y tonos negro que realzaban su poder, el pequeño pertenecía a Ishtar, adornado con figurillas de mujeres en éxtasis y posturas orgásmicas era mas extraño, pero a Tollan le agradó. Ambos estaban sentados en sus respectivos tronos y Tollan fue obligado a arrodillarse por Marduk, el orco que lo llevaba atado, sabía su nombre por meras coincidencias durante la búsqueda de sus pantalones en el calabozo.

-Tollan, vaya milagro que te sobraron huevos para venir-escupió Velimount

Ishtar fulminó a su hermano con la mirada y añadió.

-Tollan, aun no sabes por qué estas aquí, por qué te hemos arrastrado hasta nuestra guarida, pues vale creo que es momento. Tollan necesitamos tu ayuda, nuestro señor Arno nos ha encomendado conquistar Xanadú y a pesar de nuestro vasto poder nos falta conocimiento y estrategia para alcanzar nuestro objetivo, es por esto que solicitamos tu ayuda poderoso héroe de la batalla de camposanguineo, tú aquel que cercenó la cabeza de nuestro padre Ebdickson, tienes una deuda y además eres nuestra mejor opción para ayudarnos en nuestra pequeña aventura-al terminar Ishtar lo miró intensamente desde el trono mientras Velimount daba un gran bostezo.

-¿Su padre era Ebdickson? -exclamó sorprendido, sin embargo, pronto recuperó la compostura y añadió en un tono más serio– ¿Entonces eso es lo que buscan, venganza? ¿Venganza contra Nigurathlán, contra Ox, contra Bree, contra Pinnath y Los Gamos? ¿Buscan venganza contra toda Xanadú?

-No nos malinterpretes humano, nuestro padre era un completo desconocido para nosotros -añadió Velimount- sin embargo, buscamos que nos regresen lo que debió ser nuestro, que nos devuelvan Xanadú

-¿Y si me niego? -respondió tajantemente Tollan

-En ese caso no nos serás útil, los mataremos a ti y a Elina y buscaremos algún otro héroe más dispuesto -dijo con pereza Ishtar

Tollan sabía que Ishtar estaba en lo correcto, había más héroes como el, no tan grandes y conocidos, pero había mas y eso lo ponía en desventaja.

-Y si decido ayudarlos ¿Qué tendría que hacer?

Velimount rio estrepitosamente

-El humano cree que tiene elección, hilarante

-Tendrás que obedecer nuestras ordenes, explorar nuestros campos de batalla, reclutar, participar en las batallas… conquistar -dijo Ishtar haciendo caso omiso de la palabrería de su hermano.

A Tollan le repugnó la idea, pero recordó a Lambdamy y su oportunidad de asesinar a ambos demonios, también valoró las vidas de la gente inocente y que tal vez podría proteger y pensó en Elina, en su amada Elina.

-Acepto -susurró

-Buena decisión héroe-celebró Ishtar

-Bien hecho humano-le reconoció Velimount

-Aunque aún debes probarnos tu lealtad-añadió Ishtar – Debes pasar una prueba para que creamos un poco en ti.

-Díganme que desean -dijo sumiso Tollan mientras se levantaba y le retiraban las esposas e iban por su espada y demás equipo.

-Queremos ver tus habilidades sexuales Tollan -dijo Velimount mientras escupía por haber pronunciado su nombre.

-¿Con quién amos?

Ishtar movió los dedos y trajeron a tres muchachas jóvenes de no mas de 20 años de edad, estas lloraban y sollozaban, tenían la ropa rota y estaban algo sucias, se notaba a leguas que eran botín de guerra de algún pueblo cercano.

-Con alguna de ellas-mencionó Ishtar arrogantemente.

Tollan las vio y sintió lastima por ellas, las tres poseían cuerpos similares, pechos firmes y traseros tonificados, la mas alta era la primera, tenía cabello rubio y labios carnosos, la mas baja era la de en medio, de cabellos castaños y piel morena, la mas tetona y culona era la última, pelirroja como su esposa, de piel blanca y pecas en la cara.

Escogió a la primera entonces y se acercó a ella, la chica se espantó cuando Tollan la toco y sin mayores ceremonias la puso en cuatro. La chica se resistió y forcejeó, pero ante un hombre como Tollan no había mucho que hacer, Tollan sacó su miembro, no estaba excitado por la situación, sin embargo, el cuerpo de la chica y el ver a Ishtar lo hicieron calentarse un poco. Tollan acercó su boca a la oreja de la mujer y le susurró un tierno -perdóname-entonces procedió a metérsela.

Tollan tenía movimientos veloces, a veces hasta bruscos, sin embargo, los sollozos de la joven que poco a poco se fueron haciendo gemidos mantenían a los demonios entretenidos, tanto así que cuando la joven comenzó a gemir de verdad ambos demonios estaban masturbándose en sus tronos. Tollan no daba cuartel y seguía empalando a la pobre chica que ahora lejos de sufrir estaba mojando toda la “espada” del héroe. Ishtar veía asombrada la virilidad de su campeón y no pudo evitar mojarse más pensando en como la podría partir en dos y usar su culito.

Tollan sintió entonces el orgasmo inevitable de la mujer, sus gemidos fueron tan fuertes que incluso en la entrada del castillo se logró escuchar, la vagina de la rubia se pegó contra su verga y la comenzó a ordeñar, disparo tras disparo de leche inundaban todo el interior de la joven.

Los demonios estaban aún calientes y viendo esa escena se dirigieron a Tollan, que aún se estaba recuperando.

-Tollan de Nigurathlán, te aceptamos como siervo de Deathtouch, aunque aún debes pasar una última prueba.

-¿Qué desean mis amos? –dijo Tollan haciendo una especie de reverencia

-¿Con quién de los dos deseas tener sexo?

Una figura femenina veía embobada desde el balcón las embestidas de Tollan a la esclava, sus orgasmos y posteriormente la pregunta de los demonios.

(Continuará)

Saludos a mis lectores y muchas gracias por calificar, no olviden comentar lo que les gustó, lo que no y si tienen sugerencias con mucho gusto las leeré.

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