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Una visita tentadora

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Karim era una señora de 39 años que es la amiga de mi madre, siempre llegaba a casa de visita, para conversar de todo y compartir un lonche. Ella es una mujer madura que tiene un cuerpo llamativo, más que todo en los senos, son grandes y redondos. Cabellera como una leona, y una mirada sensual, para poder imaginar tantas cosas. No puedo mentir, fue en mi tiempo de joven como de 20 años mi musa para mis sueños mojados.

Cierto día, todos de mi casa salieron a una fiesta, algo lejos de casa, yo no quise ir, porque iba a salir a jugar futbol más tarde, así que me quedé.

Después de una horas, que estaba jugando en la pc. Sonó la puerta, no quería abrir, porque no quería recibir visita. Tanto fue la insistencia que fui a abrir. Me di con la sorpresa, cuando veo a Karim, la bella madura, que vino a ver a mi mamá, para eso, yo salí a abrir sin polo (estaba con un buen físico porque estaba en el gimnasio) ella me mira y se sorprende. Me consulta por mi mamá, pero yo en cuestión de segundos, decidí no decirle nada, solo invitarla a pasar.

Ingresamos, nos sentamos en el sillón y le comento que estoy solo, que salieron todos hasta la noche, entonces ella sorprendida me dice que porque no le dije antes, y hace la acción de pararse para retirarse, yo lo que hice es con mano en su pierna decirle que no se vaya, que conversemos un momento de la vida, ella algo confundida o como se imaginaba algo, decide quedarse, ¿Cómo me di cuenta?, levanto la ceja y puso esa mirada que me enciende.

Le invito un trago que teníamos en casa, brindamos y empezamos a contarnos las cosas, a reírnos, los tragos empezaron a actuar y sentíamos calor, donde ella se saca el camisón y se queda en un top, mostrando lo más hermoso que tenía por delante, sus pechos grandes, a pesar que estaban tapados por el top, se notaban los pezones duros y parados. Yo estaba ya a mil!! estaba con el pene erecto que se notaba en el buzo. No sabía cómo ocultarlo, pero decidí que se notara, quizá se gane ella mirando también.

Después de un rato, ella toca mi pierna y me dice algo que quería escuchar: ¿Alguna vez tuviste fantasías conmigo?, yo me quede mudo y nervioso, ella era mi musa, era la mujer que hacían que mis pajas exploten. Yo tome valor y le dije que sí, que era mi musa.

Ella se ríe y me dice que hace buen tiempo me observaba, que quería devorarme, porque carne joven, es para explotar, ya que ella tiene sangre caliente, quería que le hagan de todo. Empezó a acercarse más a mí, hasta besarme, yo también me acerqué y la empecé a besar y con mis manos pasar por todo el cuerpo.

Era mía, completamente mía!

Ella me tocó el pene y lo saco para verlo y ponerlo en su boca, me hizo sexo oral, se arrodilló, me saco el pantalón y seguía mamando. Yo estaba en el paraíso, era mi día de suerte.

Karim solo me hizo una pregunta luego, ¿Seguro tus papás llegarán tarde?, yo les dije que sí, pero para asegurarnos llame a mi papá, Me confirmo que llegaban tarde o quizá al día siguiente.

Era nuestra tarde, para hacer de todo sin miedo a que nos vean o alguien llegue. Ella se sacó el top, estaba sin sostén. Los pechos eran para mi, empecé a chuparlos, besarlos, era como un niño con juguete nuevo. Escuchaba por momentos: "toma mi bebe", "esto te da mami, chúpalo", "que rico lo haces mi amor", "hoy quiero que me llenes de lechita". Frases que jamás me olvidare, ya que tenía una voz sensual y ardiente.

Karim se sentó y abrió las piernas con la indicación que le lama la vagina, que le haga sexo oral. Yo encantado, los fluidos de una madura, ardiente y con muchas ganas de coger. Empecé por fuera, luego los bordes, finalizando con la lengua dentro de su vagina. Escuchar los gemidos, me motivaba a más ¡ay que rico mi amor!, ¡Hoy tú eres mi papi! ¡Soy tu potra, mójame mucho!

Luego me toma de la mano y me dice que vayamos a mi habitación, fuimos nos echamos y ella me dice, "Felizmente estoy con la ampolla, sexo libre y quiero que me eches tu lechita dentro mío". Nos echamos y empezamos a besarnos, a lamerle más los senos, poniendo paraditos los pezones, bajas nuevamente a su vagina que estaba súper mojada, lista para ser penetrada, metí los dedos que son grandes, como gemía mi mujer de ese día. Un par de locos que querían pasar un gran momento de lujuria.

Subí y pegaditos la penetré, dio un grito de placer, seguíamos teniendo sexo, donde ella sabía, era muy experimentada. Yo era su esclavo, ella dominaba, me sentía en la gloria. Hasta que hubo el momento donde me tocó a mi. Le agarré el cabello, era mi perrita, le encantó eso, la cargué, la puse contra la pared, ella se sentía una chiquilla llena de fuego. Gemía en todo momento, nadie nos escuchaba porque puse música. Sudábamos como si estuviéramos en un desierto. Lo hacíamos lento, fuerte, con delicadeza por momentos y otros rápido. Me encantó hacer el doggystyle, ya que pude ver su tatuaje en la cintura. Era una tremenda MILF. Sentada encima mío era su pose favorita, dominante, ver los pechos moverse, ver su rostro cerrando los ojos, mordiéndose los labios. Sentir que sus fluidos caían de su vagina, saber que ella no le importó que era el hijo de su amiga, solo era ella y yo.

Lo hicimos muchas veces, en la cama, en la sala, en la cocina, ya que nos dio hambre y ella me cocino, aproveche y también lo hicimos, antes de que se vaya, fuimos a la ducha donde en la tina lo hicimos y fue nuestra gran despedida.

En la noche pedí un taxi, me besó y me dijo que la próxima vez que me quede solo le avise. Estuvimos así, casi un año, donde ella tuvo que viajar a su provincia, donde hacíamos sexo virtual, escucharnos en llamadas, las videollamadas eran masturbándonos viéndonos el uno al otro. Luego pasó el tiempo, ella con su pareja, yo con la mía, decidimos dar el fin de las travesuras. Ahora que ya pasó como 6 años, solo conversamos y nos saludamos. Fue mi madurita preferida.

(9,24)