En la empresa donde trabajo hay una señora en el área de compras de unos 55 años, 1.55 de altura, güera, ojos verdes, cabello gris porque se lo pinta, siempre tiene las uñas bien cuidaditas, de pecho unos ricos limoncitos, trasero normal algo caídas por su edad, pero hasta eso aún se conservan, es
Lo conocí en Facebook, apenas un mes y medio después de lo de Enrique, su nombre es Jordi Mejía, al principio no le hacía mucho caso, me mandaba mensajes de imágenes bonitas y cosas así, pero nunca le ponía atención
La fue penetrando con calma pero con fuerza, escuché su gemido al sentirse ensartada “ah ah”. Miré a mi esposa con los ojos cerrados, comenzó a gemir al sentir como la verga se abría paso para incrustarse en lo más hondo de su vagina.
Hoy les vengo a contar la historia de cuando me comí a la esposa de mi amigo Osvaldo, aquel mismo que nunca supo que su mamá fue mía y ahora años después su mujer sería mi perra. Osvaldo y yo desarrollamos una gran y fuerte amistad pese a todo, él siempre fue mi escudo y espada, tanto que me