Relatos publicados por ericaCL (15)

"La recluté la primera vez que nos conocimos", dijo Karl.

Jacqueline volvió de limpiarse la cara y los pechos en el lavabo. Karl le sonreía con los ojos entrecerrados.

"Si no te importa, creo que descansaré un poco", suspiró Hilary mientras Jacqueline terminaba de secar con una toalla el cuerpo desnudo de piel clara de Hilary.

Jacqueline lloró con lágrimas de placer y tristeza por lo que tenía que hacer, pero había que detener a Aket.

"Ten cuidado", Jacqueline se acercó a él, pero Ahmed agitó el arma hacia ella. "Hace eso cuando quiere estallar", advirtió.

Hilary miró por encima del hombro y se quedó sin aliento al ver al extraño hombre negro. Él asintió y siguió sonriendo.

Los ojos de Jacqueline estaban cerrados mientras flotaba desnuda de espaldas en el agua caliente. Estaba en un profundo estado meditativo, completamente relajada. Había tenido dificultades para lograr este estado después de ver el asesinato del profesor. Cuando volviera a abrir los ojos, se sentiría

"Por aquí", dijo Ahmed. "El profesor está esperando".

La empresa donde trabajo cumplió 40 años de existencia, con tal motivo el Directorio decidió tener una atención con los empleados organizando un viaje a Punta del Este. Ya había pasado la temporada ideal (diciembre-enero-febrero) para visitar ese balneario pero un paseo gratis por Punta del Este en

Nos derrumbamos en la cama, exhaustos. Me acurrucó, apretando sus brazos alrededor de mí, acariciando mi rostro. "Te amo, bebé", susurró.

Incluso en mi sueño, era consciente de sus brazos alrededor de mí y su aliento contra mi cabello. En algún momento de la noche, sentí su pene erecto presionándome. Yo había estado reproduciendo mi encuentro anterior en mi sueño, y mi vagina estaba húmeda y hambrienta por él. No se pronunciaron

“¿Cuánto pesa un oso polar bebé?”

Estimado lector, la historia está inspirada en hechos ocurridos en Uruguay, pero consideré más prudente ambientar el relato en Francia.

Mi nombre es Lucía, ahora con cuarenta años, he conservado cuidadosamente la belleza que la naturaleza me ha dado. Todavía puedo presumir de un pecho que todavía está en forma y redondo. Soy una mujer que hago andar a los hombres, pero que ha mantenido mi integridad moral al no entregarme fácilmente

Mi nombre es Valerie Rapp, soy profesora de biología en una escuela secundaria en el pueblo de Bischofswerda, Sajonia (Sachsen, en alemán). Hace tres años, mi marido tuvo accidente cuando cortaba leña en el bosque cercano.