Llevábamos ya saliendo como año y medio, experimentábamos muchas cosas y esta es la primera vez que Moni me dejo entrar en su culito.
En ese tiempo mis padres tenían una casa de campo en donde yo organizaba fiestas muy seguido con mis amigos, un fin de semana nos organizamos comprando vino, cervezas, carne, fruta, etc. y nos la pasamos muy divertido, jugábamos cartas, domino, botella y muchas cosas más.
Esa salida fue muy especial ya que pasaron algunas cosas diferentes a otras salidas, esto sucedió un sábado de diciembre de 1996 estuvimos platicando y quemando bombones en una fogata en el jardín de la casa, recuerdo que hacía mucho frio y que estábamos bebiendo tequila, un amigo contaba chistes y conforme alguien se sintiera cansado o medio borracho se iba a acostar a alguna de las dos recamaras que había en la casa.
La casa era pequeña pero muy agradable, tenía su baño, sala, cocina y dos recamaras con literas, cuando se llenaban los cuartos el que no alcanzaba cama se dormía en la sala.
La fiesta continuó y como a las 2:00 de la mañana Moni me dijo que ya estaba muy cansada y se fue a acostar, me dijo “te espero en la cama”, me dio un beso y se metió a la casa, algunas chicas ya se habían acostado antes y la mayoría de los hombres seguíamos platicando y tomando. En total había 7 parejas y algunos amigos y amigas que iban solos por lo que no alcanzaban las camas.
Después de un rato de seguir bebiendo me sentía ya bastante cansado y deje a mis amigos en el jardín sin que mostraran ganas de terminar la fiesta, llegue a la recamara y vi algunas amigas que ya estaban dormidas en las literas de abajo, estaba muy oscuro hasta que vi que Moni estaba en la parte de arriba y me quite los zapatos sin hacer ruido.
Me acosté junto a Moni y ella despertó. Me dio un beso y me dijo:
-qué bueno que ya estás aquí.
Nos acostamos en forma de cuchara y empezamos a platicar en voz muy baja para no despertar a mis amigas. Moni me empezó a pegar sus hermosas nalgas y yo comencé a besar su cuello, poco a poco empezamos a calentarnos mucho, Moni dándome su espalda me pegaba las nalgas y ponía mis manos en sus tetas para que le rozara los pezones, mi verga estaba bien parada y Moni la tocaba con su mano, estuvimos así algunos minutos hasta que le dije a Moni que me ayudara con su pantalón porque le iba a dar verga, ella respondió quitándose como pudo su pijama y me paso su calzoncito, yo lo metí en una bolsa de mis jeans, baje mi pantalón hasta las rodillas y como pude me puse un condón que traía en la cartera para disponerme a coger a mi mujer.
Moni tenía ya totalmente mojada su conchita y se notaba inquieta porque la penetrara, en eso escuchamos que alguien entro al cuarto y tuvimos que hacernos los dormidos. Un amigo estaba buscando a su novia y era la chica que estaba en la litera debajo de nosotros. Mi amiga se despertó y se escuchaba la plática que tenían. Ella decía que todos estábamos dormidos y yo mientras estaba deseando a Moni que ya me pedía que se la metiera. Pude escuchar cuando mi amigo se acostó y después de unos minutos y para nuestra sorpresa escuchamos a Marisela que empezó a gemir muy bajito y la litera se empezó a mover muy despacio.
Solo escuchaba “haaa” muy despacio y no lo podía creer. ¡Se estaban cogiendo a Mari en la litera de abajo! eso nos súper calentó, Moni se dio cuenta y me pego sus nalgas, no lo pensé más y comencé a darle verga a Moni, estaba bañada en flujo, no me costó nada de trabajo penetrarla y escuchaba los gemidos de mi mujer y los de mi amiga a lo lejos. Nosotros seguíamos en forma de cuchara para no mover mucho la cama pero mis amigos por más que trataban de disimular estaban haciendo más ruido. Moni me agarraba los huevos y yo los sentía todos batidos, estaba manoseando los muslos de mi mujer y muy despacio me estaba susurrando que no parara porque ya venía su venida.
De pronto escuchamos como gemía más agitada mi amiga pues creo que se estaba viniendo y después se dejó de mover la cama. Moni seguía entrada en su venida y me susurraba “¡No pares!”. Yo estaba feliz con la cogida que me estaba dando mi mujer y me empezó a apretar los brazos, muy fuerte, en señal de que se estaba viniendo. Yo no tenía para cuando venirme pues Moni estaba tan mojada que no sentía casi fricción y comencé a abrazarla besándole al cuello. Moni paro de agitarse y aunque ya se había venido yo la notaba todavía muy caliente.
Seguimos con besos muy tiernos y yo seguía dentro de su puchita, Moni comenzó a pegarse otra vez y a darse verga nuevamente, yo estaba extasiado y quería tener un orgasmo en sus nalgas. Nuestros amigos ya habían terminado su cogida y nosotros no teníamos para cuando. Después de algunos minutos en la misma posición Moni estaba tan caliente que me dijo ¡¡dame por el culo!!! Nunca me había dejado darle por el culo pues siempre que lo intentábamos la lastimaba y yo estaba feliz.
Saque mi verga y Moni me saco el condón, guio la cabeza de mi verga con su mano y apuntaba a su culito, Moni estaba tan batida que el culo lo tenía mojado así que yo aproveche para situarme en su culito y ella se pegaba para que yo la penetrara, simplemente me quede atrás de ella y ella se lo comenzó a meter despacio, sentí como se abría y como me apretaba, Moni gemía muy despacio y yo preguntaba si estaba bien… Moni respondía “¡sí! ¡Duele un poco pero esta rico!” A los pocos minutos mi verga estaba casi totalmente adentro de su culito, yo estaba feliz, la sensación era deliciosa y por lo que veía Moni estaba gozando, por tanta presión que me hacía sentir su culo no pude aguantar mucho, a los pocos minutos le avise a Moni que ya sentía mi leche cerca, ella respondió “¡lléname! ¡No la saques!”. Yo obedecí y tuve un orgasmo delicioso adentro de Moni.
Ya no me importo si nos escuchaban mis amigos pues creo que el que gimió en esa ocasión fui yo al venirme, estábamos todos sudados fue delicioso y después de un rato nos quedamos dormidos.
En la mañana desperté como a las 11:00 a.m. el cuarto estaba vacío y mis amigos estaban afuera todos desayunando en el jardín, Moni estaba acostada de nalgas hacia mí y me calentó mucho, la desperté besándole las piernas, hasta que comencé a chuparle la pucha y Moni se puso súper caliente. Me dijo “¡ahora si cogeme como te gusta!”. Moni me saco el pantalón y yo la tome de las nalgas, le metí una almohada debajo de su culo y ella boca arriba y yo sobre ella con su piernas en los hombros le empecé a dar verga muy hondo, Moni estaba muy mojada, de la calentura que traía no use condón y le di verga rápido, moni estaba gimiendo fuerte y yo estaba diciéndole lo rica que estaba…
-Te gusto mi culo? Te gusto? –decía Moni.
-Si Moni esta riquísimo -le respondía todo agitado- Te gusta que te dé por el culo?
-¡¡¡si me gusto!!! –decía ella.
Yo estaba encuerado sobre Moni gimiendo fuerte y escuchamos la voz de una amiga que entro a la casa diciendo “¡voy al baño! ¡Que están haciendo he? Ya los escuche par de calientes”.
Moni solo jalo una cobija y fingió que no pasaba nada, respondió:
-¡ya vamos! ¡Nos acabamos de levantar!
Mi amiga entro al baño y en eso nosotros no paramos de coger. Moni me decía:
-métemela y no pares que ya voy a venir.
Yo no podía parar, nuestra amiga salió del baño y nos gritó “¡Sigan cogiendo!” Y azoto la puerta.
Moni se puso de nalgas en la cama y yo ya sentía mi leche cerca, Moni estaba grite y grite “¡haaaa! ¡haaaaa!”, hasta que se vino, yo no tarde más de tres minutos hasta que saque mi verga y me vine en sus nalgas.
El cuarto olía a puro sexo, nos quedamos acostados unos minutos hasta que nos dio hambre y alcanzamos a nuestros amigos.
Todos estaban desvelados y nadie nos dijo nada. Yo no supe cuando se acostaron los demás, un amigo comenzó a contar chistes y organizamos algunos juegos.
Moni platico después con Marisela y ella le contó que nos habían escuchado coger, que se habían calentado mucho escuchándonos y que después de nuestra cogida, mi amigo le volvió a dar verga a Mari, dice que hicieron mucho ruido pero del cansancio yo no escuche nada.
Moni le contó que nosotros también habíamos escuchado sus gemidos y que eso nos puso a mil, me hubiera encantado ver a mi amiga al momento que se la cogían ya que esta preciosa pero me conformaba con sus gemidos.
Nunca volvimos a platicar acerca de esto pero fue una experiencia muy padre e inesperada, nunca lo planee y creo que ellos tampoco, al alcohol nos desinhibió un poco y fue un momento único.
Yo sigo viendo a Marisela y a veces me masturbo recordando sus gemidos.
Es divino hacerlo así.!!! Me encantó tu relato.
todo es empezar y si te lo hacen con cuidado repites