Nuevos relatos publicados: 18

Lujuria culturista (4): Rick y Leo Walker

  • 18
  • 9.950
  • 9,67 (3 Val.)
  • 4

La última vez que supimos de Rick.

‘¿Estas bien hijo?’ Oí que papá me preguntaba nuevamente.

‘Sí, eso creo.’ Le respondí con la respiración entrecortada.

‘¿Por qué no vienes aquí y me dejas ver tu conchita?’

Justo cuando estaba a punto de responder, escuchamos una voz desde fuera de la piscina. ‘¡Hola!

¡La puerta estaba abierta! ¿Hay alguien aquí?’

Giré mi cabeza hacia la puerta del patio y vi que aparecer a Leo Walker, la montaña de músculos negra que había conocido en el concurso de fisicoculturismo hacía un par de semanas antes.

********************

Leo Walker era probablemente, el último hombre en la Tierra que esperaba ver entrar a nuestra casa. Papá me había comentado que eran amigos, pero verlo aquí ahora, en carne y hueso, cuando estaba tendido desnudo sobre mi vientre, levantando culo redondo y con mi orificio expandido, fue realmente un shock. Yo realmente lo idolatraba como fisicoculturista y quería que un día fuese tan grande como él: casi 130 Kg. 1.40 m. de pecho, 55 cm de brazos. El hombre era una montaña de músculos duros como una roca. Había aparecido en la portada de varias revistas, era todo un ídolo local pero ahora estaba al natural con un aspecto austero y atractivo, igualmente no era así como esperaba que él me encontrara. Rápidamente agarré una toalla de mi sillón y la tiré detrás de mí, esperando que fuera lo suficientemente rápido para tapar mis enormes glúteos.

Aparentemente, lo primero que notó fueron los cuatro sementales desnudos que me rodeaban, especialmente notó a mi papá, que estaba sentado con su pedazo de 30 cm descansando en su regazo. "Bueno, " Leo rió entre dientes "¡Parece que esta fiesta ya comenzó!"

Mi papá rió junto con él "Oh! nada de eso, todavía está en curso. Leo, este es mi hermano Tony, Eduardo y Raúl que trabajan para nosotros. E imagino que recuerdas a mi hijo Rick, ¿verdad?"

Leo me miró, mi bajo dorsal se extendió aún más anchos que la silla y mi gran culo redondo se recubrió por la toalla. "Por supuesto que recuerdo a Rick, ¿cómo podría olvidarlo? ¿Cómo está ese famoso culo?"

"Estoy bien, señor". Contesté sumisamente mientras tragaba saliva.

"Oh, está yendo mejor que simplemente bien" intervino el tío Tony. Él arrebató la toalla que me había cubierto. "Mira a este hombre." Vi la mirada de Leo caer sobre mis grandes glúteos, que estaban separados a pesar que mis muslos colgaban a cada lado de la silla. Él miró mis montículos redondos y luego bajó a mi agujero rosa, perfectamente afeitado, justo cuando sentí una corriente de esperma espesa goteando.

"Mierda!. Parece que Rick ha estado recibiendo algunos de sus regalos de cumpleaños ", dijo antes de tocar su entrepierna para acomodar su paquete. Vi una enorme serpiente gorda hacia un costado, cuya extensión casi llegaba a la parte inferior de sus pantalones cortos.

"Sí", dijo papá "Rick ha estado recibiendo algunos regalos. Su culito ama acaparar la atención".

"Mierda! Eso es lo que me gusta escuchar" gruño Leo. Se acercó a paso firme hasta mi silla y posó una de sus grandes manos negras por mi suave trasero hasta que sus dedos se deslizaron hacia mi agujero empujando contra mis nalgas. "Recuerdo esta conchita muy bien. Se ve aún mejor ahora con esos labios hinchados y mojados. Definitivamente tienes una dulce conchita musculosa en tu culo, Rick".

Jugaba con mi agujero y yo me sentía tan caliente, con mi ídolo acariciándome que solo levanté mi trasero y me moví. "Esta concha todavía está hambrienta ¿no?" Leo me preguntó.

"Se siente tan bien" gemí.

"¿Cuántas gordas vergas has tenido en tu concha hoy?" preguntó

"Tres. Hasta ahora."

"Claro que sí", agregó Eduardo. "Dos de nosotros perforamos su agujero al mismo tiempo".

Leo silbó mientras expandía mi agujero un poco más con sus dedos. Sentí que estaba comprobando la veracidad de lo que estaba oyendo. "Bien! ¿Ya has tomado la enorme verga de tu papá en tu conchita?"

"Todavía no", le dijo papá. "Estaba a punto de darle un poco cuando entraste".

"Perfecto!!" dijo Leo entusiasmado "Estoy a tiempo para ver un show de este culo caliente". Denme una cerveza y déjenme ver esto." Luego se quitó la parte superior de su camiseta exponiendo unos hermosos y enormes pectorales cuadrados. Simplemente, yo no podría superar su tamaño. Luego, colocó una silla frente a papá, tomó una cerveza y se sentó.

"Vamos, Rick." dijo Papá "Vamos a mostrarle a Leo lo talentosa que es tu conchita" mientras agarraba la base de su verga apretándola para que la cabeza se engordara aún más. Lentamente me levanté y caminé hacia él. Papá me giró dejándome en frente a todos y colocó cada una de mis piernas a cada lado de su cintura. Ahora estaba frente a Leo que bebía su cerveza y frotaba su verga del tamaño de un brazo. Papá puso su mano en la parte baja de mi espalda y empujó haciéndome arquearla para exponer mi culo redondo hacia él. Luego me jaló hacia abajo hasta que mi agujero quedó justo sobre la cabeza de su verga, sentí como su cresta acampanada separaba los labios de mi culo. Lo siguiente que ocurrió fue que mi agujero estaba tan resbaladizo y abierto, que los 30 centímetros de robusta verga de mi papá simplemente se deslizaron con una asombrosa facilidad dentro de mis entrañas, hasta que mis duros glúteos estuvieron sentados en su regazo.

"Oh, sí!!" gruño Leo en evidente excitación "de eso estoy hablando!". Entonces se levantó de su silla, se desanudó el cordón de la cintura y sus pantalones cortos comenzaron a deslizarse hacia abajo, por sus muslos. A medida que caían, vi como su monstruosa verga se revelaba cada vez más. Parecía que no tenía fin! Y cuando su correa finalmente se detuvo sobre la cabeza de su verga, tiró bruscamente hacia abajo y sus pantalones cortos cayeron al suelo dejando que su miembro se levantara con fuerza. No pude contener el gemido. Fácilmente tenía 35 centímetros de oscura carne venosa y palpitante que sobresalía de su magra cintura. Mientras lo veía extasiado, presioné la verga de mi papá apretando mi agujero e imaginando cómo se sentiría el pedazo de Leo dentro de mi coño. Cuando Leo volvió a sentarse, parecía que su gigantesca cosa llegaba casi a sus pectorales.

"Mierda, hijo!", gimió papá, "esa enorme pedazo de verga hace que tu conchita se sienta hambrienta, ¿No es así? Oh! Carajo! Realmente estás ordeñando mi pija." Y así era: estaba haciendo mi mejor esfuerzo, chupando el tronco de mi papá con las nalgas de mi musculoso culo. Leo me observaba hambriento cabalgar y relinchar sobre la verga de papá, mientras acariciaba su enorme polla de arriba hacia abajo para mí.

"Déjame ver esa conchita" me ordenó Leo "Levanta tus piernas para que pueda ver ese agujero goloso". Me incliné hacia atrás y papá enganchó sus manos debajo de mis rodillas, levantó mis piernas hacia atrás, empujando mi agujero hacia arriba mientras se agarraba a su verga. "Sí!, ahora mueve tu micro-verga y tus pelotas para que pueda ver más" Ordenó Leo. Extendí la mano y saqué mis genitales del camino.

"Eso es lo que quería!" suspiró Leo: "La verga de burro de tu papá está presionando contra tus labios, así que están hinchados. Hombre, eso es tan jodidamente caliente. Una perfecta imagen de tu concha! Esta mierda podría estar en la revista Hustler".

"Carajo!! sí, hombre!!", intervino el tío Tony. "Rick es como una jodida joven llena de músculos con un ataque de calentura".

Papá comenzó a empujar su verga dentro y fuera de mí, y aquella posición realmente estaba estirando mis entrañas, golpeando dentro de mis tripas en cada embestida. Se deslizaba hacía afuera hasta que la gorda cabeza quedaba a punto de salir de mi agujero, mi culo lo chupaba con todas mis fuerzas para evitar que saliera del todo, y luego lo golpeaba nuevamente hasta que sentía sus bolas presionadas contra mi punto hinchado. Una y otra vez la verga de mi padre entraba y salía de mi hambriento culo, cada vez más gorda, más hinchada y más venosa, hasta que finalmente emitió un fuerte rugido. "Aquí la tienes!! toma la leche caliente de tu papá dentro tu conchita!! TÓMALA TODA RICK." Pude sentir como el esperma salía disparado, su falo se agitaba espasmódicamente a medida que llenaba mi agujero. Aún después de disparar, yo solo seguí chapándolo con mi culo, queriendo cada gota.

"¿Estás listo para mí ahora?" Preguntó Leo. "¿Crees que podrás manejar a mi monstruo?"

Estaba hipnotizado por ese hombre y su enorme polla, no pude hablar, así que solo asentí. Papá lentamente extrajo pulgada tras pulgada de su verga, todavía dura, de mi agujero dilatado para luego, mediante un cabeceo, me ordenó que vaya hacia Leo. Me acerqué a él y rodeando uno de sus brazos por mi cintura, tiró de mí para que quedara montado en su regazo chocando pecho con pecho. Era como presionar contra una pared ancha de ladrillos y su polla, dura como una roca, se abría paso entre mis redondas nalgas llegando hasta la mitad de mi espalda. Simplemente puse mis manos sobre sus hombros y comencé a frotarlas por la extensión de sus pectorales y sus brazos abultados mientras podía sentir sus dedos deslizándose hacia mi culo redondo, agarrando las mejillas y separándolas.

"Sí!, marica! Tu suave conchita está tan hambrienta. ¿Te gusta cómo se siente mi enorme cuerpo?"

"Oh! Sí..." jadeé. "Eres tan grande y tan jodidamente caliente...".

"Me alegro de que te guste porque pienso escarbar muy dentro de tuyo. Me encantan los maricones como tu como tú: se muestran todos enormes y sementales para luego convertirse en unas sumisas y ardiente nenitas deseosas de mi gran verga negra. ¿Vas a ser mi nena esta noche?" Solo mirando el gran cuerpo de mi ídolo y escuchándolo hablar de esa manera tan dominante me estaba volviendo loco. Hubiera prometido cualquier cosa que me haya pedido, definitivamente estaba rendido ante él. "Sí señor. Seré tu nena!!" Contesté mordiéndome los labios.

"Buena nena! Te voy a poner algunos bebés en esa suave conchita. Ahora: acércate hacia mí para que pueda poner esta gran verga debajo de ti".

Presioné mi pecho más fuerte contra el suyo, levantando mis nalgas y sintiendo sus manos llegar hacia atrás, agarrar su verga, empujando la cabeza contra mi agujero para luego poner sus manos sobre mis hombros y empujar hacia abajo. Pude sentir el enorme hongo de su cabeza separando los labios de mi ojete, y gracias a que ya estaba tan cogido y tan mojado, fácilmente pudo meter, centímetro tras centímetro, su venoso mástil carnoso, hundiéndolo cada vez dentro de mí. Cuando finalmente llegó hasta adentro en su totalidad, el interior de mi agujero comenzó a dar fuertes sacudidas alrededor de su polla. Era como si estuviera teniendo un orgasmo dentro de mi culo.

"Sí, perra! Llegué a tu punto G. Vamos! Cabalga esa conchita dulce en él." Me ordenó mientras yo simplemente empujaba y me retorcía por los sentimientos que me invadían. Pude ver como papá se levantaba de su silla para situarse detrás de nosotros y sentir su mano en mi culo justo donde Leo estaba conectado.

"Wow, Rick! Los suaves labios de tu conchita se ven tan hinchados y estirados! Ese es mi musculoso hijo con su hambriento y tembloroso agujero." Yo gemí y continué manoseando el ondulante pecho de Leo mientras le comía la verga tan profundamente como pude. "Voy a ir a la cocina y tomar más cerveza". Finalmente dijo papá.

"¡Espera!" Le contestó Leo. "Vamos a ir contigo. Rick aférrate de mí" Envolví mis brazos alrededor de su fuerte cuello y antes de que termine de aferrarme a él, se levantó, acomodando mis piernas alrededor de su cintura para que su verga quedara enterrada en mi culo. Seguimos a papá hacia adentro de la casa adentro y con cada paso la gruesa verga de Leo se deslizaba de dentro hacia fuera, siempre golpeando bien adentro de mis entrañas. Por más que lo intentaba, no podía dejar de gemir. Una vez dentro de la casa, papá caminó alrededor de la isla de la cocina, hacia la nevera mientras Leo sentó mi trasero en el otro extremo del mostrador. Luego me levantó y me dio la vuelta sobre mi estómago dejándome boca abajo, separó y abrió mis muslos sobre el frío mármol dejando a mi agujero perfectamente expuesto para que él entrara y saliera a su gusto. Quedé de frente a papá en la cocina, podía verlo viniendo desde la nevera con su enorme pedazo que todavía sobresalía duro y húmedo delate de él. Recostado como estaba sobre mostrador, mi cara quedó sobresalida en el otro extremo.

Papá se acercó para darle a Leo otra cerveza y cuando lo hizo su pedazo erecto de carne de caballo se presentó justo en frente de mi rostro, aproximándose lentamente y todo lo que hice que hice fue abrir mi boca para que la cabeza gorda y esponjosa se deslizó directamente hacia adentro. Ahora tenía dos enormes vergas llenando y serruchando mis agujeros, una en mi glorioso trasero y otra perforando bien profundo dentro de mi boca cada vez que me golpeaban en desde la espalda. Papá y Leo hablaban plácidamente mientras me llenaban con sus pedazos, casi como si yo no estuviera allí. Había algo en esa sensación de sumisión que me excitaba tremendamente. Ser usado como un hermoso pedazo de carne me obligaba a replantearme muchas cosas. Yo solo era un gran fisicoculturista acostado entre ellos con una hambrienta conchita y una boca húmeda en la que se enterrarían sus enormes vergas jugosas.

Los otros tres sementales entraron a la casa justo en ese momento, Eduardo y Raúl estaban vestidos. "Amigo, nosotros tenemos que partir. Le dije a mi esposa que estaría en casa para cenar. Gracias por la fiesta y por compartir a esa marica lujuriosa tan caliente que tienes por hijo".

"No hay problema!" respondió papá sonriente mientras yo continuaba chupando su enorme mástil de carne. "Los veré en el lunes". Escuché como Eduardo y Raúl caminaban por la esquina de la isla hacia la puerta principal y cerrándola de golpe detrás de ellos.

"Oye, hermano", le dijo el tío Tony a papá. "Llamé hace un rato y nos ordené unas pizzas. Voy a ir a la otra habitación y ver el resto del partido en la televisión. Recíbanlas cuando lleguen." Se acercó y pasó su mano por mis duros glúteos para aproximar sus dedos ha ocupado agujero, antes de irse a la sala de televisión. Pude sentir los labios de ojete sumamente hinchados e irritados.

Papá y Leo siguieron hablando placenteramente mientras serruchaban mis agujeros hasta que sonó el timbre. Leo salió de mis entrañas de un fuerte tirón, presionó sus manos contra mi espalda para que no pueda moverme mientras papá caminó hacia el otro lado de la cocina desde donde no nos podían ver y abrió la puerta.

"Traigo sus pizzas, Sr. Williams". Se anunció el repartidor "Pete, ¿eres tú? ¡No te había visto desde que estabas en el equipo de lucha libre en la escuela secundaria con mi hijo Rick! ¡Wow, te ves genial!" Dijo papá al abrir la puerta.

"¡Oh hola! ¿Cómo ha estado usted, Sr. Williams? Se nota que realmente ha estado ejercitándose". Halagó Peter a mi padre

"Gracias chico!. Parece que también tu lo has estado haciendo. ¿Cómo está tu papá? ¿Sigue entrenando al equipo de lucha?" Indagó papá.

"No señor, ahora está entrenando al equipo de lucha en mi universidad. Él siempre habla de Rick. Cuenta que fue el mejor luchador que tuvieron en mucho tiempo. Hombre, siempre recuerda que Rick podría haber vencido a mi padre, pero cuando lucharon creo que Rick se dejó ganar. Papá llegaba a inmovilizarlo boca abajo en la colchoneta y, en lugar de tratar de zafarse, Rick se dejaba perder y solo se limitaba a sonreír satisfecho. A propósito: ¿Cómo está Rick? Escuché que ahora es un gran fisicoculturista".

Mientras Pete estaba contando esta historia, Leo Walker deslizó nuevamente su negra verga dentro mío y se inclinó sobre mi para que su pecho estuviera presionando mi espalda. "Apuesto a que te encantó, ¿no, Rick?" Me susurró al oído. "Un gran entrenador encima de ti, apretando su abultada entrepierna en tu culo redondo. Te hubiera encantado que rompiera tus mayas de lucha y deslizara su gruesa verga en tu apretada conchita ¿No, marica? ¿Acaso no buscaste eso siempre? Que te perfore sobre la colchoneta mientras todo el equipo te mira, hasta tirarte una buena descarga de espesa leche en la concha y que luego todos los muchachos del equipo se pongan en fila para sacarle lustre a tu culo..." Cuando Leo dijo eso, me pregunté si en realidad podría llegar a ser cierto. Tal vez sí quería ser violado por el entrenador, en ese momento, aunque también recuerdo que estaba saliendo con chicas. Diablos! hace un par de meses atrás aún salía con chicas, así que no estaba seguro de lo que me estaba pasando. Solo podía pensar en que la enorme verga de mi papá, en la gran tronco negro de Leo Walker y en como las vergas de los otros estaban golpeando algo dentro de mí que se sentía realmente increíble, era una sensación que definitivamente no quería detener. Era como mi ejercicio o como una droga de la que ahora mismo era adicto. Haría y diría todo lo que ellos me obligaran con tal de poder seguir teniendo la oportunidad de tener sus vergas. Parecía como si Leo estuviera leyendo mis pensamientos, porque justo en ese momento estrelló su pedazo fuertemente contra el fondo de mis entrañas, obligándome a soltar un gran gemido.

"¿Ha oído eso al Sr. Williams?" Preguntó Peter desde la puerta.

"Oh, solo estamos viendo el juego en la televisión. Rick está aquí ahora. ¿Quieres acompañarnos y tomar unas cervezas con nosotros? Podrás verlo y de seguro te sorprenderá gratamente". Lo invitó papá.

Oír esto me exaltó rápidamente. No sabría qué hacer con uno de mis ex compañeros del equipo de lucha que caminando por la cocina pueda encontrarme desnudo, sobre el mostrador, con mi culo de burbuja lleno de 35 cm de una enorme verga venosa de un imponente negro fisicoculturista.

"De verdad que me encantaría Sr. Williams pero tengo más entregas para hacer y estoy un poco demorado. Mándele mis saludos. Aún veo a algunos de los muchachos del equipo por la ciudad y todavía me preguntan por él. Sería genial poder encontrarnos con él".

"Le enviaré tu saludos, Pete. Cuídate y mantente en contacto". Luego oí como se cerraba la puerta de entrada y vi que papá regresaba con unas cajas de pizzas en la mano. Leo continuaba deslizándose dentro y fuera de mi culo mientras yo me agarraba del mostrador para mantenerme firme. Sus embestidas eran a veces violentas y profundas y otras veces suaves y apacibles. Sentí una mano alrededor de mi agujero, era mi papá examinado los labios de mi agujero estirándose por el grueso mástil carnoso de Leo.

"Voy a llevar esto a la otra habitación para ver el juego con Tony. Ustedes dos vengan cuando estén listos". Invitó papá mientras se alejaba con las pizzas.

"Estaré allí en unos minutos" Le dijo Leo a mi papá antes de irse con las pizzas. Nuevamente sentí a Leo golpear muy fuerte toda la longitud de su verga y abrirse paso dentro de mí.

"Eso gatita! tu conchita esta tan cálida y apretada alrededor de mi verga. Te gusta sentir mi verga de caballo?" Me preguntó Leo.

"OH sí", gemí otra vez. "Me encanta tu gran verga".

"¿Dónde de encanta?" Preguntó imperativo.

"En mi culo".

"¿¿Dónde??" Preguntó de nuevo alzando la voz.

"En... en mi conchita". Pronunciar esa palabra en voz alta me producía un enorme desconcierto. Conscientemente me negaba a admitirlo, pero sabía que amaba esa dualidad de ser visto como un gran marica culturista lujurioso sediento de vergas grandes y jugosas. De hecho desde que mi papa y mi tío atacaron mi culo por primera vez en el hotel, me descubrí caminando por la calle mirando las entrepiernas de todos los hombres que se me cruzaban esperando que cualquiera me dé una mínima señal para entregarles mi boca y mi culo.

"¡Eso! ¡Así!" gimió Leo mientras me castigaba de nuevo. "¿Dónde te encanta?"

"¡Dentro de mi conchita! Amo como se siente tu enorme verga negra en mi dulce concha musculosa afeitada".

"¡Maldita perra! No tienes una idea cuantas mierdas realmente raras quiero hacer contigo. Quiero vestirte con un sexy babydoll y verte caminar, luciendo tus grandes músculos y alardeando de ese redondo culo gigante y de tu hinchada vulva afeitada." Luego se estrelló de nuevo contra el fondo de mi culo y de repente lo sentí temblar. Su semen caliente comenzó a inundar todo mi agujero. "¡Carajo! Me hiciste acabar pedazo de puta". Me limité a empujar hacia atrás y seguí succionándolo tan fuerte como podía con los músculos de mi culo. Leo se quedó dentro de mío y parecía que su verga no se iba a ponerse flácida en lo absoluto. Erecto como estaba, salió de mi interior de un tirón para luego sacarme de encima del mostrador. "Vamos marica! Vamos a la otra habitación con tu papá y tu tío" Me empujó hacia adelante poniendo su pesada mano en mi nuca para llevarme donde estaban viendo la televisión.

Cuando llegamos a la otra habitación ya estaban a la mitad de las pizzas, Leo me empujó al sofá junto a mi papá para luego tomar asiento al otro lado. Quedé sentado entre los dos sementales mientras sentía como escurría el semen a pesar de apretar mi agujero para mantenerlo dentro de mí. Al rato Leo pasó su mano por debajo de mi culo y pude sentirlo empujando sus dedos profundamente en mi agujero y estirando los labios de mi concha mientras agarraba una pizza con su otra mano. Una gran cantidad fluido semental se lanzó al sofá mientras Leo entraba con sus dedos. Papá también pasó su mano debajo de mi trasero y deslizó un dedo dentro de mi agujero también.

"Entonces, ¿qué estamos viendo chicos?" Les preguntó Leo.

"Es un partido universitario", respondió el tío Tony. "Nuestro equipo local está jugando".

"Hey!", Gritó Leo "el mariscal de campo de ese equipo trabaja a tiempo parcial para mí en el gimnasio mientras va a la escuela". Miré a la pantalla y la imagen de un enorme y hermoso semental con uniforme apareció "Su nombre es Kent. Un chico enorme, realmente se ve genial. Ben, tú y Rick deberían venir y entrenar esta semana para poder conocerlo. Además, realmente me encantaría entrenar a Rick allí" Dijo Leo muy entusiasta.

"¡Claro!", dijo papá. "Nos encantaría. ¿No, Rick?"

Sonaba genial hacer que alguien como Leo me entrenara y me encantaba la idea de conocer nuevos gimnasios. "Claro papá!"

Leo rio un perverso diciendo "Serías muy popular en el gimnasio, Rick". Para luego de tirar los labios de mi culo aún un poco más.

Todos miramos el juego hasta que llegó el espectáculo de medio tiempo. Leo y papá habían estado jugando con mi trasero durante todo el partido y había sido difícil concentrarse, así que me alegré por un descanso del juego. "¿Saben lo que necesitamos?" Dijo Leo de repente. "Necesitamos nuestro propio espectáculo de medio tiempo".

"¿Sí?" Preguntó tío Tony. "¿Cómo qué?"

"Rick, quédate en el sofá, levanta tus piernas y muéstranos esa hambrienta conchita tuya". Al tío Tony pareció gustarle la idea porque se levantó del sillón y pude ver su verga saltar debajo de sus pantalones, él la agarró y comenzó a tirar hasta que se le puso bien dura. Papá se puso de pie y dejó caer sus pantalones cortos, su verga dura reapareciendo nuevamente, antes de que se moviera hacia otra silla frente a donde yo me encontraba. Ver esos grandes mástiles erectos de nuevo me hizo sentir un hormigueo extraño dentro de mis entrañas, así que me senté y levanté las piernas para mostrarles a todos mi agujero afeitado. "¡Eso!, ahora endereza tus piernas y levántalas juntas. Todo lo que queremos ver es ese tajo suave y afeitado entre tus grandes nalgas." Me ordenó Leo e hice lo que me dijo, tirando de mi trasero hasta el borde del sofá y mostrándoles mi agujero afeitado con mis enormes piernas juntas hacia arriba.

"Bien, marica musculosa! Ahora abre tus nalgas y mete tus dedos dentro de esa conchita. Extiende esos labios hinchados y muéstranos un poco del interior de tu maltratado esfínter. Quiero verte posar como una de las putas de Playboy.

Nunca había hecho una cosa así antes, pero traté de recordar todas las revistas pornográficas que había visto y hacer lo que él me pedía. Humedecí uno de mis dedos, arquee la espalda y separé los labios hinchados de mi agujero, sintiendo como algo del semen salía de mi interior goteando por mi grieta.

"¡Mierda, sí!" arengó el tío Tony. "Estás realmente metido en eso, no Rick? Miren esa vulva hinchada. Un hermoso y gran chico con una concha de nena deseosa de grandes vergas".

Observé una a una cada verga dura, mirando a esos tres grandes sementales jalando de sus gordos palos e intenté ser lo más femenino posible para ellos. Finalmente, el tío Tony comenzó a respirar más y más fuerte hasta que se levantó y se acercó, disparando otra carga por todo fuera de mi agujero abierto. Antes de que terminara, metió la cabeza en mi agujero y pude sentir como los últimos chorros se filtraban hacia adentro. Cuando lo vio, papá también se puso de pie, pero se acercó a mi cara y metiendo su gran verga por mi boca caliente para después inyectar su espesa crema en mi garganta. En ese instante, estaba siendo llenado desde ambos extremos con semen caliente de dos sementales. Luego, Leo quitó a mi tío Tony fuera del camino de un empujón y golpeó con todas sus fuerzas sus 35 cm muy dentro de mi maltrecho agujero todo empapado de semen y gruñó intensamente, liberando una nueva carga de esperma en mi conchita. Él y papá siguieron bombeando mis agujeros un rato más mientras yo me retorcía de placer, debajo de ellos en el sofá, sintiendo sus descargas dentro de mí.

Finalmente, ambos se deslizaron fuera de mí lentamente dejándome exhausto y nadando en un mar de sus espermas, pero sintiéndome extrañamente completo y relajado. Leo tiró de mis tobillos hacia él y me dio una palmada en una de mis nalgas antes de soltarme y sacudir las últimas gotas de su denso esperma en mi cuerpo.

"¡Mierda, nena, eres una asquerosa perrita caliente! Será mejor que me vaya antes de que empiece de nuevo. Tengo muchas cosas que hacer en el trabajo mañana". Dijo Leo.

"Gracias por pasar Leo. Sé que Rick tuvo un gran cumpleaños gracias a ti." Le dijo papá.

"No hay problema. ¿Los veré en el gimnasio a los dos esta semana?"

"¡Claro!" respondió papá. Leo tomó su ropa rápidamente, se vistió a las apuradas para finalmente salir, cerrando la puerta de la calle detrás de él.

"Este cumpleaños me ha dejado agotado! Me voy a estrellar en una cama!", nos dijo tío Tony mientras se dirigía a la habitación de invitados. Papá deslizó una mano acariciando mis redondas nalgas musculosas, metiendo algunos dedos en mi agujero mojado. "Feliz cumpleaños hijo. Ahora vamos a dormir. Tenemos una gran semana por delante".

(CONTINUARÁ)

Próximamente: EN EL GIMNASIO

[email protected]

***************

Esta es una historia de ficción. Todos los personajes que se describen y los nombres utilizados en esta historia son el producto de la imaginación del autor y no son reales. Este capítulo de la historia contiene escenas de sexo homosexual, denigración personal e incesto. Cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia. Si usted es susceptible a cualquiera de las clasificaciones de la historia, es menor de edad de acuerdo a las leyes de su país o simplemente no está de acuerdo con este tipo de cosas puede optar por no leerlo.

Capítulos anteriores:

Capítulo 1: “Marica culturista (poder pasivo) – (1) Hotel

Capítulo 2: “Lujuria culturista (musclepaowerbottom) – (2) Papá

Capítulo 3: “Lujuria culturista (3) La fiesta de cumpleaños de Rick

(9,67)