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Mujer que tiene sexo con su lastimado hijo

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Yo tengo una amiga de unos 38 años de edad que tiene un hijo de 19, el cual le gustaba andar en moto hasta que sufrió un grave accidente. Terminó con un brazo y una pierna enyesada aparte de todas las heridas que sufrió por todo el cuerpo.

Durante el lapso que permaneció todo enyesado su madre lo ayudaba para vestir, para ir al baño y para bañarlo. Ella me conto que no lo veía desnudo desde que era pequeño y que él ahora se había convertido en todo un hombrecito con un enorme pene que se ponía duro cada vez que ella lo ayudaba a bañarse. Ella me conto que le pasaba la esponja por todo el cuerpo excepto por el pene erecto hasta que un día lo hizo y provoco que su hijo le eyacule en medio de sus pechos. Esa sensación le gustó y a la siguiente vez lo masturbo con sus manos hasta que él le dijo que se venía y ella se levantó la remera para que sus tetas sirvan de pared para la corrida de su hijo. Me contó que era la primera vez que alguien le eyaculaba en las tetas y que le encantaba hacerlo.

Luego las cosas se pusieron más turbias porque su hijo se aprovechó de su madre y él le empezó a pedir que le haga una mamada antes de ser masturbado por su propia madre. Ella no se negó porque era algo que quería hacerle pero que no se animaba a decírselo porque era su hijo. Me contó que primero se la chupaba y luego un par de veces se tragaba la leche y en otras ponía sus tetas para que el eyacule sobre ellas.

Me olvidé contarles que ella empezó a desnudarse cuando lo bañaba, se puede decir que se la chupaba toda desnudita solo para él. También ellos empezaron a masturbarse a la vez, ella con sus dedos en la concha y el con su mano se hacia la paja para acabar en la cara de su madre. Sólo faltaba que cogieran, cosa que hicieron cuando ella lo bañaba y cuando no. Ella me conto que se metía dentro de la bañera, le practicaba sexo oral y luego ella se daba vuelta para ser cogida por su hijo. Con una mano se apoyaba en los azulejos y con la otra ayudaba a su hijo a metérsela. Me contó que gritaba como una trola cada vez que su hijo se la garchaba porque al parecer la tenía un poco más grande que su padre y un poco más gordita.

Les contaba que cogían también cuando no lo estaba bañando ya que cuando su esposo se iba a trabajar ella se metía en silencio al cuarto de su hijo y lo despertaba haciéndole una mamada. Luego se la pasaban todo el día cogiendo como si fuesen conejos.

Las cosas se pusieron más turbias porque ella quedó embarazada y no sabía si el padre de la futura criatura era su esposo o su hijo ya que con ambos a veces no se cuidaba porque le gustaba que le llenen la concha con lechita calentita. También decirles que ya estando embarazada de varios meses seguía cogiendo con su hijo, según ella se había convertido en su putita.

No quería terminar sin haber contado esto también. Una noche luego de la cena su esposo dijo que se sentía mal y se fue a dormir. Ellos esperaron un rato a que se durmiera para luego tener sexo en el comedor. No les importo nada a los dos, sólo les interesaba coger.

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