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Primer trío bisexual, historia real de principios del 2019

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Llegué al departamento en el centro sin saber si me iba a arrepentir, pensándolo bien, estaba seguro que me iba a arrepentir. Mi nombre es Carlos, tengo 50 años y había quedado de acuerdo por teléfono con una pareja a través de un sitio de contactos. Tengo 50 años, y me considero bi-curioso porque he tenido un par de intentos que no han terminado en nada. Después de la mejor acabada de mi vida, con una mujer dándome sexo oral con un vibrador en el culo, siempre he querido probar algo más.

Ella me abrió la puerta, podría dar el nombre, pero la verdad es que da lo mismo porque seguro no era su nombre verdadero. Debe haber tenido unos 35 años, como un metro sesenta, bien curvilínea sin ser gorda. Era bonita de cara y tenía el pelo rubio teñido. Me invitó a pasar y le pregunté por su pareja, me dijo que estaba en el baño y venía. Yo estaba más que nervioso, tanto así que ella me preguntó si me quería ir. Pensé rápidamente y le dije que quería conocer a su pareja. En eso sale él, de buen cuerpo, cara agradable y de mi estatura, como un metro setenta. Les dije que me quedaba y él me dijo que pusiera cómodo.

Pasamos a un dormitorio pequeño con una cama doble, de los típicos de departamentos chicos del centro, ella me abrazó y yo partí manoseando su culo. Su olor era agradable y se sacó la polera que tenía mientras le manoseaba las tetas. No eran firmes, pero eran de buen tamaño y su cuerpo era armonioso, todo encajaba. Estábamos en eso y aparece su pareja y me abraza desnudo por atrás. En ese minuto me dije que ya estaba embarcado en esto, así que con mi mano derecha busqué su miembro.

No estaba erecto, y es raro tocar otro distinto al de uno. El me empezó a bajar los pantalones, mientras yo lo pajeaba y sentía como empezaba a crecer. En eso paramos para terminar de sacarnos la ropa. Cuanto estuve desnudo me acosté de espaldas en la cama, y ella me empezó a manosear el pico hasta metérselo a la boca. Él se arrodilló al lado mío y yo seguí corriéndole la paja hasta que estuvo erecto, y cuando ya estaba embalado con la mamada que estaba recibiendo tomé el salto y me metí un pico en la boca por primera vez. Al principio era raro, lo tenía un poco más grande que el mío pero me cabía en la boca. Partí descoordinado y me dijo que calma y cuidado con los dientes, así que traté de tranquilizarme y concentrarme en mamar. Agarré ritmo y le empecé a manosear el culo, metiéndole de a poco un dedo el ano. Agarramos ritmo y ya estaba entregado a lo rico que era. Es muy distinto tener más estímulos al mismo tiempo con dos personas.

Estuvimos así un rato y cambiamos de posición, ella se puso de espaldas y yo sobre ella dándole sexo oral. A esas alturas estaba dispuesto a chupar hasta que le saliera sangre de la nariz, pero estaba en cuatro y sentí que el se puso detrás mío y me agarró de las caderas. Me lubricó el ano y se puso un condón, y finalmente sentí su pico en mi culo tratando de abrirse paso. De apoco empujó hasta que entró, le pedí que parara porque me dolía, hasta que de a poco me relajé. Y en eso empezó a darme, que huevada más rica. Me estaba culeando mientras yo estaba comiéndome y agarrando las tetas de su pareja. Le tuve que pedir que fuera un poco más lento porque en un minuto se aceleró, pero después de eso agarramos ritmo. Finalmente cambiamos de posición, yo me puse de espaldas, me ensartó de nuevo y me culeó patitas al hombro mientras su pareja me lo chupaba. Finalmente terminé en un orgasmo que literalmente me dejó viendo borroso por un rato.

Después de eso toallitas húmedas e idas al baño. Yo tenía ganas de darle a alguno de los dos, pero como que en realidad quedamos listos todos. Para otra vez será.

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