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Mi sobrino (Parte 2)

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Este relato es continuación del relato ‘El sobrino’ de Amy. Dejo el link al final de este relato.

Amy y yo somos una pareja que nos llevamos súper bien!! Tanto en el día a día como en el sexo. Amy es una gran compañera y muy abierta de mente.

Como nos contó Amy en su relato, estábamos de vacaciones en el chalet de mi hermana porque ella y su marido estaban de viaje. Solo compartíamos un día con mi sobrino, quien supuestamente se iba a ir al día siguiente a la playa. Pero como la noche anterior mi sobrino (Matías) nos vio follando en el jacuzzi (yo no lo vi a él, pero Amy sí, incluso cruzaron miradas y guiños de ojos entre ellos) parece ser que Matías cambió de planes.

A la mañana siguiente, para mi sorpresa Matías nos comenta que no saldría para la playa, que se quedaría unos días más en el chalet. Me sorprendí pero no le llevé el apunte. Es un muchacho muy agradable por lo que no era molestia ni para Amy ni para mí.

Luego de almorzar, Amy y Matías deciden ir a tomar sol al costado de la pileta. Noté que Matías miraba a Amy más de la cuenta. Por cierto Amy estaba preciosa, con un bikini súper diminuto, que apena le tapaba las tetas y la tanga bien pequeña metida dentro de su hermoso culo.

Aprovecho para comentar que Matías es realmente guapo, alto, atlético y a sus 22 años podía lucir su traje de baño ajustado sin prejuicios.

Me agradaba que se lleven bien y podía verlos hablar animadamente al costado de la piscina. Me dio ganas de dormir la siesta por lo que me fui a recostar a mi habitación.

La verdad que no sé qué pasó en esos 30 minutos de siesta (Amy ya nos podrá contar), pero la sorpresa fue mayúscula cuando salgo al parque y veo en la reposera al lado de la piscina a Amy y Matías haciendo un 69!!! Matías abajo, acostado boca arriba, le chupaba el coño (concha como decimos en Argentina) a Amy, mientras ella le chupaba la polla (pija); terrible polla de por lo menos 18 cm. Se la podía meter toda en la boca, para sacarla lamer el capullo, jugar con su lengua y volver a metérselo en la boca. Por su parte Matías, así gemir a Amy como loca, chupándole el coño y metiendo su lengua adentro, sacársela y volvérsela a meter. La estaba follando con su lengua.

En ese momento, Amy alcanza a verme y conociéndome, me dice "amor, tu sobrino es un encanto!! Mira como me tiene!! No te quedés ahí parado, ven y únete, ya le comenté cómo pensamos nosotros".

A lo que mi sobrino remata "tío, Amy me calentó siempre!! por favor, que esto quede entre nosotros", y siguió chupándole el coño a Amy

Yo estaba sorprendido, no dejaba de ser mi sobrino, pero era muy excitante verlos y Amy me puede más que nada en el mundo. Me quité mi traje de baño, quedando desnudo y me acerco por detrás de Amy. Ella en cuatro, con el culo en pompa era una tentación. La polla ya la tenía parada, no tuve más que mojármela con mi propia saliva, jugar con el dedo pulgar en el culo de Amy para empezar a metérsela lentamente. Al principio costó, pero finalmente entro la cabeza lo que hizo que Amy gima, primero de dolor, luego de placer. Me aferre a las caderas de Amy y empecé a presionar para que entre la polla entera en su culo. Ahí estábamos los 3: Amy chupándole la polla a mi sobrino, este chupándole el coño a Amy y yo follándole el culo.

Empecé a meter y sacar la polla lentamente, para luego acelerar mis movimientos. Entraba y salía con facilidad, un mete saca de maravillas. Cornados por los gemidos de Amy y de Matías.

Como no quería correrme aún, me quede quieto, con la polla enterrada y los huevos pegados a sus nalgas. Mi sorpresa fue mayúscula cuando siento la lengua de Matías lamer mis huevos. No era una vez. Sentía su lengua pasar y pasar por mis huevos una y otra vez. Esto era demasiado, pero no podía parar, estaba súper excitado. Redoble la apuesta. Saqué la polla del culo de Amy y la deje quieta para ver qué pasaba. Y pasó lo que esperaba. Mi sobrino empezó a lamerme el capullo y el tronco, alternadamente. No lo dudé, se la acerqué más y él se la metió en la boca completa. Estaba haciéndome una mamada de maravillas. Se notaba que sabía cómo hacerlo. Empecé mete saca en su boca y el muy turro no se amedrentaba. Me la chupaba cada vez mejor.

Al sentir que Mati ya no la chupaba a Amy, esta se incorpora, se da vuelta y mirándonos a nosotros (le encanta ver como un hombre me chupa la polla), se sienta sobre la polla de Mati, clavándosela al fondo y comenzando a cabalgarlo con violencia. Gemía, se estremecía y se tocaba las tetas, estaba a punto de acabar, yo la conozco.

En ese momento, Mati comienza a moverse más rápido follándose a Amy y me pajea bien rápido mientras me chupaba la polla. Estábamos listos, más rápido, más, más. El primero en correrse fue Mati, en el coño de Amy, luego ella, curvando su espalda y gritando como loca y por último yo, con grandes chorros de leche que Mati alcanzó a tragarse sin soltar una sola gota.

Nos quedamos los 3 inmóviles, sin saber qué decir. Hasta que nos echamos a reír los 3, un poco por vergüenza, otro por no saber cómo seguiría el día.

Lo mejor fue reír, luego de tanto placer...

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El sobrino”.

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