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Primera vez con una mujer madura

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Desde siempre me han gustado las mujeres mayores que yo pero solo hasta los 21 años decidí establecer el contacto con ellas.

Tenía una App de citas para conocer mujeres de mi edad, pero sin nada que perder, modifiqué los filtros de búsqueda a mujeres de 30 hasta 50 años. Sin mucha fe de recibir matches, le di like a las mujeres que me llamaron la atención, cerré la aplicación y esperé.

Para no caer en las ansias había desactivado las notificaciones y a los dos días volví a entrar para mi sorpresa tenía 4 likes con mujeres mayores que yo. Estaba muy sorprendido así que decidí escribir al match más reciente, su nombre era Marcela.

La conversación transcurrió sin ninguna novedad en principio, a que me dedicaba que hacía… hasta el momento de más nerviosismo: me preguntó porque buscaba mujeres mayores que yo, con pena me lancé y le dije que siempre me habían atraído las mujeres mayores que yo y que además era una fantasía. Pasaron unos minutos y llegó su respuesta la cual me sorprendió, me dijo que no ella jamás había estado con alguien menor que ella, pero que no le molestaba del todo la idea.

Después me preguntó que cuales eran mis fantasías, que cosas me gustaría probar y se fue calentando mucho la conversación y me lanzó aquella bomba: ¿Me envías una foto? Pregunté qué de qué quería la foto y decidida me respondió que de mi verga.

Estaba alucinando, no podía creer lo que pasaba, procedí a enviarle una foto de mi verga ya erecta a lo que respondió que le gustaba, que era gruesa y que quería probarla. Después le pedí una a ella sin esperar nada muy caliente a cambio, llega la notificación y sorpresa, una foto de sus grandes tetas con su cara incluida, fue increíble.

Después de dos días de hablarnos seguido me contó que estaba separada, a lo que no di mucha credibilidad por su falta de tiempo para hablar y para vernos. Un jueves a eso de las 9 de la noche me dijo que si quería ir a visitarla, que estaba sola y que había dejado a su hija con la abuela. Vivía con mis padres en ese momento por lo que avisé que iba donde un amigo, me subí al carro y me fui.

Para las lectoras y los lectores que sean de Bogotá, o de Colombia o que en su defecto al menos conozcan mi ciudad, yo vivía en ese momento por la 116 y ella en suba así que la distancia siempre fue larga en carro. Durante el camino pensaba que hacer y qué decir, pero pensé que si ya había llegado demasiado lejos no podía retroceder así que me propuse mostrarme muy caliente, confiado y sin miedo, así en realidad estaba muerto de pánico.

Al llegar me esperaba afuera de su edificio, dejé el carro al frente y subimos hasta el tercer piso. Mientras subíamos decidí arriesgadamente en agarrar su culo a lo que volteo sonriendo y me dijo que tuviera cuidado con los vecinos que podrían vernos entramos en su casa y me senté en el sofá de su sala, me dijo que si quería algo de beber y me dio una cerveza, al traerla se sentó a mi lado y nos besamos. Fue increíble porque soltó mi tensión y ya no había marcha atrás.

Después de un rato de besos muy húmedos y con mucha lengua ya tenía la verga parada y se me notaba bastante en el pantalón, ella al darse cuenta puso su mano encima y sin dejar de besarme soltó mis pantalones y comenzó a manosear mi pene encima de mis boxers, a lo que yo respondí en tocar sus tetas, agarrarlas y sentirlas. Justo después dejó de besarme, me miro a los ojos y bajó a mamar mi verga, sorprendido la miraba pues su boca abierta devoraba todo mi pene mientras con su mano tocaba mis huevos, bajaba y subía cada vez más rápido, saboreaba mi glande y me masturbaba, no me cambiaba por nadie.

Después de una larga mamada me tomó de la mano y me llevó a su habitación donde me sentó en su cama y se desnudó frente a mí, me quito la ropa que me quedaba y me preguntó si había traído condones. Le expliqué que del afán de salir no los había traído así que abrió su mesa de noche y sacó unos condones y los dejó sobre la cama.

En seguida me recordó que en nuestras charlas calientes me dijo que quería hacer un 69, así que me acomode debajo de ella y puso exactamente toda su vagina sobre mi boca y mi cara, procedí a lamerla introducir mis dedos y succionar su clítoris, ella reaccionaba soltando gemidos pero nunca dejó de mamar mi verga.

Al rato me dijo que ya quería que la penetrará así que procedí a buscar los condones, ella me detuvo y me dijo que quería un rato sin condón, que después me lo ponía, acepte y volví a acomodarme luego ella se puso sobre mi, abrió sus piernas y sentí como mi verga entraba completa en ella, sentí el calor de su vagina a lo que ella solo respondió con un: uy jueputa!

Después de un buen rato follando le dije que me quería poner el condón porque en cualquier momento podría venirme. Pero en ese momento algo raro pasó por su mente, su mirada cambió y empezó a moverse muchísimo más rápido que antes, le dije que parara por el condón y ella me preguntó con tono lascivo que si tenía miedo, me repetía retadora:

-si? Mucho miedo?

Esta actitud me llevó al límite y empecé a moverme con tal violencia que me vine y eyacule completamente adentro, no se salió ni una gota de mi semen.

Ella se quedó acostada y nos besamos un rato más, mire mi celular y ya tenía un par de llamadas de mi casa pues aunque el tiempo pasó muy rápido, en realidad ya llevaba 3 horas en su casa y se suponía que no iba a demorarme. Me vestí y le prometí que no sería la única vez que follaríamos. Así termina mi primera experiencia con una mujer madura.

Si les gustó mi relato no duden en valorarlo, estaré atento a sugerencias a mensajes y sugerencias en mi correo.

Un saludo a todos.

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