Nuevos relatos publicados: 13

Recién divorciada

  • 14
  • 14.079
  • 9,36 (14 Val.)
  • 6

Esta es una obra de semi-ficción. Algunos nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos y hechos que aparecen en la misma fueron modificados por la autora en el uso de su libertad literaria.

Ya estaba hecho, mi divorcio había finalizado y ya no estaba casada. Después de años de matrimonio, decidimos dejarlo todo.

¡Así que ahora estaba soltera de nuevo y estaba lista para soltarme el pelo!

Mi amiga Sandra iba a salir conmigo este fin de semana estando soltera.

Viernes noche

Sandra: "¡Vaya, te ves sexy!".

Me había puesto un vestido corto que se ajustaba muy bien a mi cuerpo, siempre traté de mantener mi cuerpo en forma, yendo al gimnasio.

Yo: "¡Gracias!" apartando mi cabello de la cara.

Sandra se puso de pie y caminó hacia mí, tocando el vestido.

Sandra: "¡Te ves increíble! ¡Definitivamente vas a tener algo de verga esta noche!"

Yo: "No sé estoy tan segura, me conformo con poder conversar con hombres guapos". Riendo.

Sandra: "Bueno, tienes que hacer una cosa más antes de que nos vayamos".

Yo: "¿Cómo qué?" confundida.

Entregándome su copa de vino, la vi arrodillarse.

Sandra: "¡Esto!".

¡En un instante sus manos subieron por mi falda y sin reaccionar sentí que me bajaba la tanga mientras me obligaba a salir de ella!

Yo: "¡¿Sandra, ¡¿qué estás haciendo?!" sabía que ella era la más loca de mis amigas, pero esto no me lo esperaba.

Sandra: "Esta noche, iras a ras. ¡Así será más fácil para cuando te cojan!" tomando mi tanga mientras se iba y se sentaba en el sofá.

Yo: "Ya te dije, no voy a tener sexo esta noche". desafiante.

Sandra: "Por favor, ya no estás casada con Tu Rey. Y tú y yo sabemos que eso nunca impidió que fueras media putilla, disfrutando de unas buenas vergas, cuando más ahora que eres soltera. ¡Ahora es tu momento de ser la Gran Puta! ¡Consigue tanta verga como puedas!".

Nunca he sido una santa, incluso casada con Mi Rey, pero siempre me había cuidado ser prudente con mis indiscreciones. Tal vez este era mi momento para explorar y disfrutar, libremente.

Yo: "Ya veremos." riéndome, devolviéndole la bebida y tomando un sorbo de la mía. "¿Adónde vamos esta noche?".

Sandra "Vamos a El Astro Nuevo".

Nunca había oído hablar de este bar antes.

Yo: "¿Cómo es?".

Sandra: "Es genial, van muchos hombres". sonriéndome.

Ella era implacable, pero oye, ¡quizás conozca a un buen hombre y tenga la primera culeada como divorciada!

Una hora después, salíamos de nuestro taxi y hacíamos fila para entrar a El Astro Nuevo. La multitud se veía un poco extraña, la cola era completamente de mujeres. La mayoría era mucho más joven que yo, lo que me hacía sentir aún mayor.

Yo: "No sé Sandra, ¡me siento como su madre!".

Sandra: "¡No te preocupes por eso, una vez que estemos dentro te encantará!"

¿Dónde están todos los hombres? Pensé dentro de mí.

Pagando para entrar, atravesamos dos puertas grandes y pesadas, y tan pronto como entramos, descubrí dónde estaban todos los hombres. La música estaba a todo volumen y la habitación no estaba muy bien iluminada. Mirando a mi alrededor, fue cuando me di cuenta de que había muchos hombres.

Yo: "Sandra, ¿qué es este lugar?" le grité al oído.

Sandra: "Es un bar, tomemos un trago". sin llenarme de confianza.

Después de esperar media hora, tomamos una botella de vino y nos sentamos en una mesa. La música era un poco más tranquila aquí para que pudiéramos hablar.

Yo: "Erm Sandra, "¿Cómo encontraste este lugar?"

Sandra: "Conocí a un tipo llamado Eugenio hace unas semanas, me trajo aquí y digamos que fue... interesante". con una sonrisa que me confundió aún más.

Nunca me había platicado de este Eugenio, y de lo “interesante”.

Mis pensamientos fueron interrumpidos rápidamente por tres hombres que se unieron a nuestra mesa,

Hombre 1: "Hola chicas, nos uniremos a ustedes".

Pensé que esto era extraño, no pidieron sentarse aquí. No es muy educado en absoluto. Pero antes de que tuviera la oportunidad de discutir

Sandra: "No hay problema, por favor tome asiento, señor".

¿Señor? ¿Por qué ella lo llamó así?

De repente, tenía dos grandes hombres sentados a mi izquierda y otro sentado a la derecha de Sandra.

Hombre 2: "¿Es esta su primera vez aquí?"

Yo: "Así es."

Hombre 2: "Me lo imaginaba." sonriéndome.

Antes de que tuviera la oportunidad de preguntar por qué, Sandra interrumpió.

Sandra: "¡Ella es Elena, se acaba de divorciar y no se la han culeado aun!"

Yo: "¡¡Sandra!!"

Le grité, sin creer lo que acababa de decirle a estos desconocidos.

Yo: "Disculpa, pero …".

Pero mi conversación se detuvo en seco cuando sentí su gran mano agarrando mi muslo y diciendo;

Hombre 2: "No hay necesidad de disculparse, todos sabemos por qué estás aquí".

¿Por qué estaba aquí? ¿Qué es este lugar?

Hombre 3: "Entonces, ¿cuánto llevas divorciada?".

Yo: "Oficialmente 2 días… ".

Aún consciente de la mano agarrando mi muslo. Tenía que admitir que tener la mano de este hombre grande y atractivo en mí estaba enviando escalofríos a mi vagina.

Hombre 3: "Eso es bueno."

Miré y vi a Sandra y al hombre a su lado charlando en voz baja, no podía escuchar lo que decían.

Pero de repente sentí un cálido aliento en mi oído y el hombre a mi lado susurró;

Hombre 2: "Nunca has estado con un fuckboy, ¿verdad?"

Su aliento en mi oreja hizo que mi cuerpo se volviera loco, su agarre se apretó en mi muslo y casi dejo escapar un gemido. Estaba a sólo una pulgada de mi cara y me sonreía.

Yo: "Erm... yo..." tartamudeé.

Sandra: "Ya tiene rato, ¡pero le encantaría!" de repente gritó.

Mi boca colgó en estado de shock, sin creer todo lo que le estaba diciendo a este hombre.

Hombre 1: "¡Cállate zorra! ¡Ponte debajo de la mesa ahora!".

Sandra: "Sí, señor."

luego observé en estado de shock cómo Sandra se arrodillaba debajo de la mesa.

Me sorprendió aún más cuando la vi sacar su verga y mirarme sonriendo. Su verga era... ¡FORMIDABLE! ¡Nunca había visto una verga tan impresionante!

¡Quitando sus ojos de mí, vi a Sandra abrir la boca y comenzar a chupar la verga de este extraño! Sentí que estaba soñando, ¿esto realmente estaba sucediendo?

Hombre 2: "¿Puedes hacer segunda si quieres?" con su mano en mi muslo.

Yo: "Yo... no entiendo. ¿Qué es este lugar?" sin quitar mis ojos de Sandra.

Entonces sentí la mano de este hombre moverse más arriba de mi muslo, pasando lentamente por debajo de mi vestido y descansándose en la parte superior de mi muslo.

Hombre 2: "Este es un lugar donde las mujeres pueden satisfacer su necesidad de verga". con firmeza.

Yo: "¿Queee?" en estado de shock cuando su mano se movió más y ¡ahora estaba frotando mi clítoris!

¡No podía creer que este extraño estuviera frotando mi clítoris, sin embargo, parecía que no podía decidirme a detenerlo!

Hombre 2: "Mmmm, sin ropa interior. Supongo que sabes lo que quieres esta noche".

Esto no podría estar pasando realmente.

De repente, dejó de frotar mi clítoris y, en cambio, sentí que uno de sus dedos se deslizaba con facilidad dentro de mi vagina empapada.

Yo: "Noouuu". susurré,

Hombre 2: "¿Por qué estás tan mojada?"

Mis ojos se movieron entre él y el otro hombre a su lado que me sonreía.

Yo: "N-no lo sé".

Hombre 2: "¿Es porque estás desesperada por nuestras vergas?"

Deslizando un segundo dedo dentro de mí y bombeándolo dentro y fuera.

Yo: "Oh". Gemí, sorprendida por todo lo que estaba pasando.

Sandra: "Eso es Eleny", desde debajo de la mesa, "¡Es hora de ser La Puta!" me gritó.

No podía hablar, lo intenté, pero solo salían gemidos y me preocupaba que me iba a correr en ese momento.

Hombre 2: "¿Te gusta mi dedo en ti, puta?".

¡Mi boca se quedó abierta de nuevo al ser llamada puta por este extraño!

Yo: "Yo... yo... yo..."

Seguí tartamudeando mientras sus dedos entraban y salían de mí, podía sentir lo empapada que estaba mi vagina y mi orgasmo estaba creciendo y creciendo.

Pero justo antes de que me chorreara, sacó sus dedos. ¡Solo lo miré en estado de shock, molesta porque no culmine! Y antes de que tuviera la oportunidad, de protestar, este desconocido levantó la mano y deslizó los dos dedos que estaban en mi vagina dentro de mi boca.

Sin pensar, cerré mis labios alrededor de sus dedos y probé mis fluidos. Manteniendo contacto visual con él, pasé mi lengua por sus dedos mientras él los movía lentamente dentro y fuera de mi boca.

¡Realmente no podía creer que estaba haciendo esto! ¡Pero chinga su madre, estaba soltera y podía hacer lo que quisiera!

Aceptando que quería esto, cerré los ojos y comencé a moverme arriba y abajo sobre sus dedos como si estuviera chupando verga.

Hombre 2: "¡Prepara a tu amiga para meterle la verga, puta!"

Escuché, aunque mis ojos permanecieron cerrados.

Eso fue hasta que sentí un par de manos en mis piernas y de repente la sensación de una lengua moviéndose contra mi clítoris.

Yo: "¡Mmmm!"

Gemí alrededor de los dedos en mi boca. Ha pasado tiempo desde que alguien lamió mi clítoris así, ¡se sentía increíble!

El hombre sacó los dedos de mi boca y miré hacia abajo, atónita al ver a Sandra entre mis piernas y lamiendo mi vagina, sus ojos mirándome.

Yo: "Ahh chingaa". Gemí

¡nunca antes alguien me había lamido tan bien!, definitivamente nunca miré a Sandra de esta manera, pero, ¡su lengua se sentía fantástica!

Sandra: "Mmmm". gimió entre mis piernas

Simplemente me senté y disfruté la sensación de la lengua de mi amiga rozando mi clítoris mientras sus manos agarraban mis muslos.

Mis ojos se cerraron, disfrutando del lengüeteo cuando sentí que alguien tomaba mi mano y la bajaba. Antes de que tuviera tiempo de darme cuenta de lo que estaba pasando, sentí una verga. Instintivamente envolví mi mano alrededor. ¡No podía creer lo gruesa que era!

Miré hacia abajo y vi al hombre a mi lado sonriendo, mirando su verga, Inmediatamente comencé a masturbarle, de arriba abajo, disfrutando de tener una herramienta tan gruesa en mi mano.

De repente, el hombre que Sandra había estado chupando se movió a mi lado e instintivamente agarré su verga y comencé a masturbarle también.

No estoy segura de cómo sucedió todo esto tan rápido, pero allí me senté. Mis piernas se abrieron de par en par mientras Sandra lamía mi clítoris y con una verga en cada mano.

Yo: "¡Madrees!"

¡Gemí más fuerte de lo que pretendía mientras me acercaba más y más al éxtasis!

Hombre 2: "¡Deja de mamarla, puta!".

Yo: "¡No!" Grité, desesperada por chorrearme.

Hombre 2: "¡Tienes que ganártelo puta!"

Al darme cuenta de mi situación, copié a Sandra

Yo: "Sí, señor".

Hombre 2: "Bien, putita".

Sandra se levantó de la mesa y el hombre a mi derecha se movió para dejarle espacio. Sin decir una palabra, me agarró la cabeza y me metió la lengua en la boca. Sin pensar, comencé a deslizar la mía en su boca y de repente me estaba besando con mi amiga mientras todavía masturbaba una gruesa verga.

Hombre 2: "¡Es tu hora de tu verga, zorra!"

Rompí el beso de Sandra y ella solo me miraba y sonreía.

Sandra: "No puedo esperar a que me comas la chocha más tarde".

Antes de que pudiera responder, el hombre a mi lado ordenó.

Hombre 2: "¡Ven y siéntate aquí, perra!"

Girando mi mirada, supe que quería que me sentara en su verga. Pero estábamos en un antro lleno de gente, no podía ser tan público con esto. ¿O sí?

Yo: "¿Podemos ir a algún lugar más privado?"

Hombre2: “¡Pinche puta, pero haz lo que te digo!" me ordenó.

¡Cualquier voluntad de discutir se había ido porque estaba desesperada, estaba tan cerca de correrme dos veces, pero no terminé!

Yo: "Sí, señor."

Poniéndome de pie, me las arreglé para montarme encima de él, con una pierna a cada lado mientras alcanzaba y agarraba su gorda verga, un poco asustada de cómo su verga encajaría dentro de mi vagina.

Pero iba a hacer lo mejor que podía, alineé la verga con mi vagina y lentamente traté de sentarme sobre ella.

Yo: "Madreees". Gemí,

Sentía como su gruesa cabeza ensanchaba mi vagina.

Hombre 2: "¡Ya métetela toda puta!" ordenó.

Sandra: "¡Sí, Elena, déjate caer y ensártate en su verga, Perraaa!".

Traté de responder, pero me quitaron el aire de los pulmones cuando tomé unos centímetros más de su verga dentro de mí. Estaba a menos de la mitad de esta verga.

Yo: "¡Esta muy gruesa!" Jadeé

Descansando mis brazos sobre sus hombros sosteniendo media verga en mí.

Hombre 2: "¡A ver puta, te ensartas toda mi, Ya! ¡Órale rapidito!" ordenó.

Yo: "¡Sí señor!" Gemí, empujándome un poco más hacia él.

Hombre 2: "Valla que te falta verga, esta panocha todavía aprieta"

Escuche decir al hombre, cuyo nombre aún no sabía, pero que ya tenía media verga dentro de mi vagina.

Sandra: "¡Ya No apretara tanto después de esta noche!"

Yo: "Mhhh, ahhh!" gemí.

Sentí un ardor en mi nalga, Sandra me abofeteó fuertemente y gritó.

Sandra: "¡Ya trágate toda la verga, zorra!"

Yo: "Siii". Gemí,

Y agarrándome a los hombros de este hombre desconocido una vez más, me obligué a bajar, tomando el resto de su gruesa verga dentro de mí, en un solo empuje.

Yo: "¡MADRE Santaaa!" Grité

Sosteniéndome encima de su verga, con sus las bolas rosando mis hinchados labios. Seguí jadeando mientras mi vagina se estiraba.

Hombre 2: "Eso es, zorra, disfruta de mi verga, que ahorita es toda tuya".

Sandra y Uno de los otros hombres se rieron, por mi “proeza”.

Todos estaban hablando como si yo no estuviera allí, solo me senté en silencio con mi cabeza en el hombro del hombre cuya verga estaba empalada en mi vagina.

Entonces, sentí otro duro azote en mi nalga.

¡AZOTAR!

Hombre 2: "¡Muévete puta!”

Yo: "Sí, señor."

Me las arreglé para tartamudear, todavía completamente llena por esta verga.

Lentamente, me incorporé y sentí que parte de su verga abandonaba mi vagina dilatándola, sentí como si hubiera sacado la mayor parte, pero en realidad, probablemente solo fue la mitad antes de empujarme hacia abajo.

Seguí jadeando mientras intentaba acostumbrarme a una verga tan gruesa.

Aceleré el paso, montándolo un poco más rápido, todavía sacando solo la mitad de su verga antes de volver a sentarme sobre ella, sintiendo sus grandes bolas presionando contra mí mientras la tomaba completamente dentro de mí.

Yo: "¡Mmmmh!" jadeé.

El hombre agarró mi garganta y me sofocó, tirando de mi cabeza para mirarlo.

Hombre 2: "¿Te gusta mi verga?"

Apenas siendo capaz de hablar por su asfixia, respondí.

Yo: "Sí seeeñooorr. ¡Me encanta!"

Hombre 2: "¡Buena puta!".

Ya estaba lo suficientemente dilatada y lubricada para montarlo correctamente, metiendo y sacando su verga mientras mi culo rebotaba hacia arriba y hacia abajo.

¡Seguí gimiendo, tomando su verga una y otra vez! No puedo creer lo puta que estaba siendo, ¡pero chiga su madre!

Hombre 4: "Pinche “Macana”, ya sabes que hay privados".

Otro hombre que salió de la nada.

Macana: "Ta´ gueno."

Seguía sin saber su nombre, pero al menos sabía que le decían el Macana.

Macana: "Vamos a un pinche privado, para dejarte como pan glaseado, pinche puta".

En ese momento, me sentía tan perra, que, ¡tomaría todas las vergas que me pudieran dar!

Yo: "¡Sí, señor!" con entusiasmo.

Sandra: "¡Vamos!"

Macana me levantó de su verga y mi vagina se sentía dolorida y vacía sin él dentro. Ajustando mi vestido hacia abajo lo seguí al privado.

Era bastante grande, tenía una cama doble y algunas sillas.

Macana: "Bien, puta, tus rodillas en la cama. ¡Y tu zorra, de rodillas y chupar verga!".

Sandra y Yo: "Sí, señor." Al unísono

Me subí a la cama sobre mis manos y rodillas, mirando hacia atrás vi a Sandra de rodillas chupándosela a un hombre no había visto, hasta ese momento. En la habitación había cuatro hombres, todos ahora con sus vergas afuera y ¡todos enormes! ¡Esta iba a ser una noche divertida!

Yo: "¡Cógeme, papi!" mirando a Macana.

Macana: "¿Quieres mi verga?" caminando hacia mí.

Yo: "Sí, señor", gemí, "¡Necesito tu verga!

Macana: "¡Pues ahí te va, pinche puta!" gimió.

Yo: "¡Oh, siii!" Grité cuando él se metió directamente hasta que sus bolas chocaron con mi vulva. en esta posición se sentía como si estuviera yendo aún más profundo que antes.

Ahora solo estaba disfrutando del paseo, mi cabeza apoyada en la cama, sintiendo sus fuertes embestidas contra mi vagina, mi cuerpo endeble y temblando de excitación.

Yo: "¡Oh, cógemeee, Ohhh!" gimiendo.

Sandra: "¡Eiii Putillaa!"

Oí que me llamaba, sentí movimiento en la cama, miré hacia arriba y Sandra estaba cara a cara conmigo, ella estaba sobre sus manos y rodillas y detrás de ella había un hombre penetrándola.

Sandra: "¿Te Diviertes puta?" mientras gemía. Su cabello ondulando rítmicamente con los embistes del macho detrás de ella.

Yo: "¡Me encantaaa!" Gemí mientras la verga de Macana seguía devastando mi vagina.

Sandra: "¡Ya sabía que lo disfrutarías, puta!" gimió,

El hombre que la culeaba hizo que su rostro se acercara al mío. Estaba completamente desnuda y pude ver sus tetas rebotando debajo de ella.

Yo: "¡Callate!" Gemí,

Inclinándome hacia delante y besándola con fuerza. Ambas seguimos meciéndonos mientras nuestras lenguas corrían una contra la otra, ¡ambas siendo cogidas al mismo tiempo!

Por un momento, Sandra y yo seguimos besándonos, luego ella me quitó el vestido por la cabeza antes de regresar su lengua a mi boca.

Pero luego otro hombre se subió a la cama, su verga apareció entre nosotras. Sandra y yo nos sonreímos y ambas tomamos un lado de la verga para comenzar a lamer.

Antes de que nos diéramos cuenta, nuestros labios se estaban besando mientras ambos teníamos la verga dentro de nuestras bocas. Nuestras lenguas corriendo una contra la otra mientras esta verga estaba siendo mamada por nuestras bocas.

¡Mi orgasmo se estaba acumulando! ¡Esto se estaba volviendo demasiado y sabía que estaba a punto de chorrearme!

Macana: "¡Te voy a lecherear toda, zorra!" gimió detrás de mí.

Estaba tomando la píldora, así que no me preocupé de que me llenara de mecos.

Yo: "¡Sí, señor! ¡¡Lléname todo el tanque con tu lecheee!!" Gemí de vuelta desesperada por sentirlo disparar sus mecos dentro de mí.

Entonces lo sentí, su verga disparando cuerda tras cuerda de semen profundamente dentro de mí obligándome a tener un orgasmo devastador.

Yo: "¡Oh Ohhh Siii!" Grité mientras mi cuerpo temblaba incontrolablemente.

Macana gimió como si nunca terminara de llenarme.

Yo: "¡Que ricooo!" Gemí débilmente.

Macana: "¿Quieres más verga, perra?" sacando su verga de mi vagina y sintiendo su leche salir de mí.

Yo: "¡Si quiero Más! ¡Dame vergaaa!" Gemí.

Macana: "Pues verga tendrás." aporreando la nalga.

De repente sentí a otro hombre detrás de mí, ni siquiera me giré para ver quién era, pero cuando sentí que mi vagina se estiraba alrededor de otra verga, gemí.

Sandra: "Ven puta"

Jalándome del cabello para besarme.

Sandra: "¿Estas disfrutando?"

Gimiendo cuando el hombre detrás de ella seguía embistiéndola.

Yo: "¡Estoy bien pinche feliz de que me hayas traído aquí!"

Gemí en su boca, su lengua delineó mis labios mientras mi cuerpo se mecía por el hombre que me culeaba.

Sandra: "¡Échamelooos todos, toditos adentrooo, siii!" gimió y supe que una gran carga de mecos estaba llenando su vagina.

Hombre 3: "¿Te lo han metido por “ditroit”, puta?" abofeteándome la nalga.

Yo: "¡Siii, pero ninguna como la tuya!" ¡Gemí mientras él me culeaba a placer!

Y queriendo complacerlo,

Yo: "Puede meterlo donde Usted quiera, señor". con un gemido

Sandra: "¡Mmmm, pinche puta!" gimió besándome de nuevo.

El hombre detrás sacó su verga de mi vagina.

Yo: "¡Nooo!" Gemí sintiéndome vacía, "¡Métemela, métemela!"

Pude verlo moverse y acostarse en la cama, finalmente aprecié claramente al hombre que me estaba cogiendo. Estaba tan buenote como Macana, moreno y tonificado por todas partes.

Hombre 3: "Ven y móntame".

Sandra se levantó de la cama y yo me senté a horcajadas sobre esta verga, deslizando fácilmente mi vagina llena de fluidos y mecos por su verga y siendo llenada una vez más.

Yo: "¡síii! ¡Esto es increíble! Gemí, arqueando la espalda y agarrando mis propias tetas.

Durante unos minutos monté a este hombrezote, e inclinándome hacia adelante lo besé y sentí su gran lengua corriendo contra la mía.

Hombre 3: "Es hora de tu “doblete” ". sonriéndome.

Gemí, desesperada por que este placer continuara.

Sandra: "Esto dolerá al principio", me advirtió, "pero después de que te acostumbras".

Yo: "Ok." gemí.

De repente sentí un par de manos en mi espalda empujándome hacia adelante y un cuerpo detrás de mí. Estaba pecho con pecho sobre el hombre cuya verga estaba en mi vagina y sentí que otra verga se alineaba con mi ano.

Yo: "Por favor, ve despacio". susurré sabiendo que esto dolería.

Hombre 1: "Lo haré, no te preocupes".

Entonces sentí su verga empujando lentamente contra mi pequeño agujero, claramente senti que estaba untado de algún lubricante.

Gemí cuando sentí su enorme cabeza deslizarse dentro de mi culito.

Hombre 1: "¡Relájate, puta!" gimió detrás de mí.

¡Gemí de vuelta!

Permanecí perfectamente inmóvil, dejando que este extraño deslizara lentamente su gruesa verga más y más dentro de mi estrecho recto.

Hombre 1: "Ya te entro todo, puta". gimió,

¡y me sentí más lleno que nunca en mi vida!

Yo: "¡Oh Ohhh!" ¡Grité, teniendo dos vergotas llenando mis agujeros!

Sandra: "Eres tan putaaa, perra".

A mi lado metió su lengua en mi boca y yo estaba besándome con ella otra vez, tratando de distraerme de mi adolorido culito siendo destrozado por esa verga.

Luego, el hombre en mi “sinesquinas” comenzó a empujar dentro y fuera, ¡sintiendo que mi fundillo se vaciaba y luego se llenaba, era asombroso! Me sentía como una zorra y me encantaba, no tener repercusiones de las que preocuparme, ¡me encantaba tener toda la verga que podía soportar!

Después de unos minutos, me estaban cepillando pertinentemente tanto por delante como por detrás.

Seguí gimiendo, incapaz de pensar con claridad.

Miré y vi que Sandra estaba siendo cogida en la silla de la habitación.

Hombre 1: "Es hora del “hat-trick” ".

No sabía a qué se refería, pero cuando apareció otra verga frente a mi cara lo entendí.

Hombre 4: "¿Quieres más verga?" me sonrió.

Estaba tartamudeando por la falta de aire al tener mis orificios ocupados.

Yo: "¡Siii señor! ¡Quiero vergaaa!"

Sin dudarlo, tomé su verga en mi boca y envolví mis labios húmedos alrededor de su chorizote.

Hombre 1: "Nos has traído a una hermosa zorra, Sandra".

Disfruté los cumplidos, ¡pero fue difícil concentrarme en otra cosa que no fueran las tres vergas dentro de mí!

¡No sé cuánto tiempo duró eso, estaba delirando por toda la verga y tuve tres orgasmos más mientras me ensartaban!

Hombre 1: "¡Te voy a mequear todo el “chicloso”!" Me advirtió.

Yo: "¡¡Si lléname la cola con tus mecos!!" Grité sacándome la verga de la boca.

El hombre detrás de mí gimió y pude sentir que mi recto se llenaba de mecos, ¡lo cual se sintió fantástico!

Durante las siguientes horas, fui penetrada por más hombres de los que podía contar, más de una docena de orgasmos propios y montones de mecos llenaron mi boca, vagina y ano.

Eventualmente me acosté en la cama sola, exhausta por la cogida y podía sentir el semen cubriéndome y saliendo de mí de mis orificios.

Entonces, Macana se acercó a mí y lo miré

Macana: "Eres aguantadora. Daré tu nombre en la puerta, eres bienvenida aquí en cualquier momento. Aquí está mi número" dejando un papel en la mesa a mi lado.

Vi como todos los hombres salían de la habitación, me quedé en la cama y vi a Sandra, desnuda, sonriéndome. Ella se acercó

Sandra: "Entonces, ¿cómo estuvo tu primera salida de soltera?"

Yo: "¡Buenisisimaaa!", luego algo que nunca pensé que diría salió de mi boca. "¡Ahora ven y siéntate en mi cara y déjame agradecerte!"

Sandra: "Pinche degenerada". se rió y luego se sentó a horcajadas sobre mi cara.

Pude ver que su vagina también estaba goteando con mecos mientras bajaba sobre mi cara. ¡Su sabor se sintió maravilloso!

Estaba chupando amorosamente los labios de su vagina, provocándola hasta que llegué a su clítoris hinchado y comencé a moverlo una y otra vez con mi lengua húmeda.

Sandra: "¡Mmmm eres buena!" gimió, "¡Vamos a hacer esto mucho más seguido!"

Gemí relamiendo su vagina cuando se agachó y me agarró las tetas.

Sandra: "¡Haz que me chorree, zorraaa!" gimió moliendo su húmeda y empapada vagina sobre mi cara.

Ella gimió y apretó sus muslos alrededor de mi cabeza y supe que estaba haciendo que mi amiga se chorreara solo con mi lengua, una lluvia de fluidos en chorros cayó sobre mi nublándome la vista, y casi ahogándome.

Después de eso, nos vestimos y nos preparamos para irnos.

Yo: "¡Necesito desesperadamente una ducha!" Me reí.

Sandra: "¿Otra?, bueno está bien, recuéstate." Bromeando

Luego me agarró y tiró de mí para besarme.

De vuelta en casa, me di una ducha convencional y me preparé para dormí, en cama podía sentir el placentero dolor de mis orificios, cuando solicité el divorcio, tenía miedo.

Miedo de cómo sería la vida como soltera, pero ahora, ¡sabía que todo iba a estar bien!, y entonces dormí profundamente satisfecha.

El fin

(9,36)