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Una noche de celos con madre e hija

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Y como era de esperarse en una relación incipiente y bastante alejada de lo normal, empezaron los celos... Luz no se sentía cómoda cuando su madre estaba cerca, según ella, yo dejaba de prestarle atención, y eso la enfurecía mucho. Realmente no era verdad, yo me cuidaba de ser lo suficientemente atento con ella, sabía que en una relación así, lo que uno entrega debe ser suficiente para las parejas porque de lo contrario puede ser mal interpretado...

Una tarde, decidí desocuparme temprano y pasar por Luz a su trabajo, cuando iba en camino le escribí y le dije que iría por ella, le gustó la sorpresa y se emocionó, de hecho salió antes de la hora normal, de camino a casa pasamos por una pizza, cuando llegamos a su casa no había nadie, así que nos pusimos cómodos, nos duchamos y nos sentamos a ver tv en su habitación, pasaron un par de horas cuando llamaron a la puerta, Luz estaba medio dormida así que me levanté y fui a mirar quien era, al abrir, me encuentro con que era Martha, su madre, sonriente como siempre y con una energía muy linda.

Le invité a una porción de pizza, me contó su día y la acompañé a su habitación, ella quería quitarse los zapatos pues estaba cansada, se sentó en el borde de la cama y se descalzó, me senté a su lado y le dije que si quería un masaje en los pies, a lo que sin pensarlo, dijo si, así que me dispuse a darle un masaje a aquella hermosa mujer mientras ella me hablaba de cosas sin mucha importancia.

De repente entra Luz y nos queda viendo con algo de desconcierto y un poco de indignación, no entendimos el por qué, pero decidimos esperar que dijera algo, pero no, solo se quedó ahí parada, dio la vuelta y se fue, Martha preocupada me pidió que fuera tras ella y le preguntara qué había ocurrido, yo al principio no quería, pero me insistió tanto que accedí, así que ahí voy yo medio cagao, medio confundido...

Yo: que paso mi amor, por qué pusiste esa cara?

Luz: Alex, me dejaste aquí tirada en la cama para ir a hacerle masajes a ella!

Yo: nooo amor, no fue así, tú te quedaste dormida y ella tocó la puerta, le abrí, le brindé pizza y yo me ofrecí a hacerle el masaje

Luz: solo es que ella aparezca para que me dejes de prestar atención a mí, no me está gustando eso, cuando accedí a esta relación esperé siempre que me dieras mi lugar, ella solo quiere sexo, yo quiero todo...

La verdad me dejaba desconcertado ese reclamo porque yo he sido el más atento de los tres, me la paso atento a sus cosas, no importa que quieran ahí estoy siempre, ni pido nada pues es como si me sintiera en deuda con ambas por permitirme vivir en tremenda fantasía. Así que le expliqué a Luz, y la calmé, le dije que se recostara en la cama para hacerle un masaje y así relajarla un poco.

Luz tiene una piel muy suave, casi que no tenía que poner aceite pues mis manos deslizaban por su espalda sin resistencia, le quite la blusa para poder hacerlo mejor, pero no resistí las ganas de besarla, así que deslice mis labios por la mitad de su espalda mientras la sujetaba por la cintura, baje su short y deja al aire sus enormes nalgas blancas, no me aguante las ganas y las chupe, pase mi lengua como quiero descubrir su sabor, ella comenzó a contornearse e inclino sus caderas, el mismo peso de sus nalgas hacia que quedarán abierta y se asomara su ano, era mi debilidad, así que metí mi lengua y chupe sin parar...

Para ese momento mi bóxer quería explotar y mi miembro empezaba a lubricar, pero tenía mis manos ocupadas apretando sus nalgotas y sobando sus piernas, sus gemidos no se hicieron esperar y eso me enloquecía aún más, así que la volteo y la primera no mirando hacia arriba y abro sus piernas, con delicadeza abrí su vagina y descubro si clítoris, ya estaba hinchadito de placer, sus labios abiertos y bastante lubricación saliendo de ella, no podía resistir a semejante manjar, así que a dos dedos la penetró mientras lamía su clítoris, aquello era una explosión de placer, ella se retorcía y con sus manos dirigía mi cabeza, sus piernas estaban levantadas y abiertas, yo se las sostenía para poder tener al alcance lo que me estaba comiendo...

Me pidió que le metiera más dedos, quería estar rellena, así que poco a poco fui introduciendo mis dedos hasta lograr meter mi mano completa, ella gemía como toda una puta, yo mientras metía mano, chupaba y chupaba, sentía como contraía por dentro los músculos vaginales, como su ano se contraía y dilataba así que con los mismos jugos que salían de su cuca, lubrique su ano, aquello era un manantial, introduje mi mano en su concha y metí un dedo en su ano, ya esos gemidos pasaron a ser pequeños gritos placenteros que hacían que mi verga endureciera más, ver a mi novia en una doble penetración con mis manos era espectacular, ella comenzó a darse golpes en el clítoris y de repente se vino una explosión de jugos vaginales, le metí dos dedos más al culo y agite con más frecuencia mi mano en su totona, ella gritaba de placer mientras tenía su segundo squirt, sabía que disfrutaba de su ano pero no sabía que tanto y esa noche me quedo claro, cuando me pidió que metiera mi puño también, no sabía cómo iba caber pero para mí sorpresa, su culo se amoldó totalmente a mi mano y entro por completo...

Y ahí estoy yo, con mis dos manos dentro de Luz y ella pidiéndome que la rompa duro, que lo disfruta mucho, se masturbo más y tuvo su tercer orgasmo, suspiro y automáticamente mis manos salieron de su ser, quedó tumbada en aquella cama, empapada de sus líquidos y con la cara roja de tanto placer.

Yo me pare de la cama con las manos mojadas, y camine hacia el baño pero en el camino me detuvo Martha y comenzó a chuparme los dedos, me decía que había visto como había masturbado a su hija, pero que yo no había siquiera sacado mi verga del pantalón. En aquel momento, mi bóxer estaba pegajoso de tanto líquido preseminal que largue mientras le rompía todo a mi novia.

Martha: papi me encantó como le diste tanto placer a Luz, pero y tú?... Déjame atenderte como te mereces, déjame lamer esos dedos para saber a qué sabe mi hija...

Mmmm que delicia pero me gustaría saborear tu verga, déjame sacarla y chupártela toda.

No puse nada resistencia, sabía que lo iba a disfrutar, así que con mis manos escurridas por tu boca, desabroché mi pantalón mientras ella se agachaba, y en un abrir y cerrar de ojos tenía a Martha pegada de mi miembro, succionando lo con muchas ganas, su mano derecha me masturbaba al ritmo que entraba y salía de su boca, y con la mano izquierda acariciaba mis huevos, ella sabía lo que hacía.

Me pidió que fuéramos a la misma habitación donde estaba Luz, le dije que fuéramos discretos pero ella quería mostrarle a su hija como se atendía a un hombre...

Me recosté a un lado de donde, aún desnuda, estaba Luz, ella dormía después de semejante actividad que acababa de tener, Martha de inmediato siguió chupándome los huevos y la verga, disfrutaba mucho de sentirla pero quería que metiera sus dedos en mi ano, sentir que me penetraba mientras me masturbaba... Así que me volteo y me puso en cuatro, lamio mi culo y empezó a jugar con mi verga mientras que con su boca dilataba mi ano, cuando menos imaginé tenía sus dedos penetrándome, aquello era el cielo, para suerte Luz despertó y le encantó la escena, así que fue por el dildo de mamá para enterrármelo

Estaba siendo follado por mamá e hija, y me sentía genial, Luz me introdujo el dildo en el culo y Martha se acostó debajo mío para poder seguir chupándome la verga, después me giraron y con el dildo aún ensartado en mi culo, me levantaron las piernas Martha se quitó su pantalón y se sentó encima de mi verga y se la metió enterita

Así que tenía a luz follándome por el culo, las piernas levantadas hacia atrás y a Martha encima dando de sentones en mi verga dura, no aguante mucho cuando sentí venirme, al decirles que me vendría, ambas se acercaron a mi miembro a esperar la descarga, pero Martha le dijo a Luz, no me robes este semen, que hace un momento lo despreciaste... Yo no aguante y me llegue en la cara de Martha mientras pensaba en lo que le había a dicho a Luz y la cara que había puesto está...

Pero lo mejor fue que, con la cara llena de semen, le pidió a su hija que le lamiera todo lo que había quedado en sus mejillas y frente, Luz sonrió y le dijo: mamá tu eres una puta, que perra tengo de mamá, me encanta y me excita, saco su lengua y le quitó hasta el último rastro de semen a la mamá y después me besó, aquello fue la gloria...

Continuará...

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