En ocasiones nos ponían música más suave, y bailábamos abrazados, en una de esas veces, yo me ponía a su espalda y bailábamos así un momento, mi miembro de verla moverse estás casi en todo su potencial, cada minuto que pasaba me daban más ganas de hacerla mía.
Mientras ella colocaba sus brazos sobre mi cuello, nos dábamos un beso, apasionado como nunca se ha visto, sincero, tan especial como solo puede haber uno en la vida. Yo definitivamente estaba enamorado de ella, tanto o más qué ella de mí.
Sofía solo vestía sujetador, calzones y zapatos de tacón, una fantasía hecha realidad. Mi pantalón pronto estuvo tirado en el suelo también, ahora a mí me cubría solo mis calzones.
Nos comprometimos mucho más de lo que pondría esperar, ya no éramos una pareja de adultos que salía para tener relaciones, sino que pensaba en formar un hogar, vivir juntos por siempre y para siempre. Para mí sería imposible regresar a mi época en este momento, había pasado tanto tiempo ya.
Verla con ese vestido color rosa, el cual resaltaba su figura, provocaba en mi un gran deseo de poseerla, pero debía controlar mis impulsos para no hacerla sentir un objeto sexual, como tantos otros lo habían hecho.
En cuanto pude la tomé de la mano y la ayudé a bajar los últimos escalones, mientras le daba una mirada completa por todos lados, podía advertir que algo estaba diferente en ella, algo tenía que la hacía ver más hermosa que de costumbre.
Luego de lo ocurrido en la casa después de la fiesta, ese beso que Sofía me dio, y ese te quiero tanto, solo quería llevar la relación mas allá lo más pronto posible
Las caricias eran por todo nuestro cuerpo, y los besos no paraban de lado y lado, Sofía empezaba a gemir tal y como lo hizo anoche, pero esta vez, yo la acompañaba, no sabía que yo también podía gemir así.
Me encantaba ver la nueva Sofía, más alegre y divertida, con ese brillo sin igual en su mirada, yo vivía alegre y esperaba desesperado la hora de volver a verla.
Se abre ante mí una nueva oportunidad de poder estar con la mujer, a quien dejaba de ver como un objeto sexual y se convertía en el ser que más amaba en esta vida.
Los dos primeros capítulos de un análisis de mi vida con mi madre Sofía, entendiendo por qué muchas situaciones se dieron y como poco a poco iba dejando de verla como madre y pasaba a desearla como mujer.