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Cierto día en mi trabajo me quedé más tarde a terminar mis labores. Se habían acumulado las cosas y tenía que acabarlas. Hace días a la oficina llegó un colega, más joven que yo, de 26 años, podría ser mi hijo. Ernesto, así se llamaba, era muy trabajador y atento, desde que me conoció
Soy una mujer seria, responsable y quiero mucho a mi marido, pero en ocasiones las circunstancias se dan como para que mi imagen cambie, me transforme y sea el objeto sexual que mi amante en turno desea tener
El deseo por el sexo furtivo provoca en mi favorecer situaciones con las personas que menos espero, me transformo en la amante ocasional con la que satisfacen sus bajos instintos
Él va por más tequila y brindamos de nuevo tomándolo hasta el fondo. Me voltea de nuevo y me abraza acariciando mis tetas frente a los demás. Frota su palo totalmente parado en mis nalgas, se excita al ver que somos observados
Nos sentamos y de inmediato pega su pierna a la mía, frotándose suavemente en ella. Me sirve otra copa y le digo que ya no, que ya fue suficiente, estoy algo tomada. Le comento que ya son cerca de las doce y que ya me tengo que ir
Estaba pendiente acudir a la cita con el abogado que un compañero del trabajo, Osmar, me recomendó para atender un problema testamentario que me urgía resolver, era importante encontrar una salida rápida, pero legal, a esa situación. Aunque el aspecto y actitud de este licenciado no eran
Osmar era abogado y algunos asuntos tenían que ver con mi área. Andaba tras de mí y aunque me gustaba, trataba de evitarlo porque su novia trabajaba en la misma área y quería evitarme problemas, pero insistía en buscarme. Por esas fechas, las oficinas cambiaron de domicilio y ocupamos un edificio
Con los últimos estertores de su verga escupiendo mocos calientes y con las últimas nalgadas, Arturo se fue a descansar al sillón, yo me quedé recargada en el dintel de la ventana observando las cosas pasar, recuperándome de las tremendas embestidas de mi amante en turno, tambaleante
Me entró un poco el sentimiento de culpa por haber aceptado una propuesta a la primera, me desconocía y le iba a decir que mejor no, pero al ver de reojo su herramienta mi pudor cedió
Como lo mencioné soy una mujer madura, madre de dos hijos, casada, profesionista, simpática y con un cuerpo atractivo sin exagerar formas. Vengo de una familia conservadora y en un principio mi pensamiento era así, los hombres me buscaban, pero yo no les hacía caso. Fue en la universidad
Me tomó de los hombros, me volteó he hizo que me pusiera en cuclillas. Al ver su abdomen sudoso y su palo todo baboso me dio asco. Con una mano agarró su verga totalmente parada y me la puso frente mi cara y con la otra me tomó de la cabeza y me acercó a ella, me la puso en la boca
Después de una larga jornada de trabajo mi jefe se aprovechaba de mi y en su oficina me sometía para darme una tremenda cogida, en donde a pesar de no querer terminé por disfrutar el momento
Disfrutar del sexo compartido, consentido o no, es de lo más excitante. Los hombres, incluido mi marido, despertaron en mí a la mujer que no desperdicia la oportunidad de tener sexo, ser su objeto sexual, la mujer dispuesta a complacerlos