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Las experiencias de Carlos (Parte III): Mabel

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Varios días después por fin llega Mabel, la abuela de Marian.

Ella entra a la casa de Carlos y se abraza con su nieto.

Carlos ve una mujer de unos 45 años, más joven de lo que pensaba, delgada de grandes tetas no menos de 110, un culo muy bien formado debajo de una cintura marcada y de poco diámetro.

La mujer saluda a Carlos con un beso en la mejilla y le agradece la ayuda prometiendo invitarlo a una cena para charlar y compensarlo, a lo que Carlos responde aceptando la invitación pero que no había sido ninguna carga…

Los problemas de la cuarentena aún no han terminado, así que se apuran a bajar para irse, Se despiden.

Al irse Marian promete volver a visitarlo seguido cosa que Carlos íntimamente desea.

Carlos se sienta a seguir leyendo mientras disfruta de un café.

Unos 15 minutos después, suena el portero de la entrada y al atender Carlos escucha del otro lado la voz de Marian y su abuela. Les abre la puerta y los hace pasar.

-que pasó- les pregunta.

En resumen, le explican que mientras estaban arriba el auto, este recibe una pedrada de la que no saben su origen, y ésta termina rompiéndole el parabrisas.

Tiempo de su arreglo al menos un día, así que en conjunto decidieron pedirle de quedarse allí hasta la mañana siguiente si él no ponía objeciones.

Mabel se deshacía en excusas pidiendo disculpas, Carlos le explicaba que no era problema, que no se preocupara mientras que Marian como en su casa llevaba los bolsos nuevamente a la habitación de huéspedes.

Carlos, si bien tenía confianza en Marian, tenía miedo de lo que podría esa mujer llegar a saber sobre lo pasado.

Tomaron un café mientras charlaban. Luego, Carlos se dirigió a su habitación para leer y dejar sola a la pareja, que seguramente tendrían mucho que charlar.

-Bueno parece que nos quedamos un poco más- dice Mabel a Marian

- así parece- responde riéndose el chico

-De que te ríes- le pregunta ella

-Parece que conocerás el goce supremo antes de tiempo- le responde él

-no creo- responde ella, y agrega – primero siempre tiendes a exagerar y además es evidentemente homosexual por lo que me has llegado a contar.

-nunca te di detalles- agrega él – pero te explico un par de cosas.

-como dices tú primero si te parece que en una sola sesión de sexo yo termino cuatro veces, Dani cuatro veces y Luis cuatro veces y a los tres nos queda realmente el culo bastante dolorido es exagerar entonces exagero- agrega.

- y segundo, no creo que sea realmente homosexual, quizás un hetero digamos “permisivo” jajaja, te explico-, le agrega –en ningún momento en todos los días que los chicos y yo estuvimos acá nos dio un solo beso en la boca, siempre para calentarlo estuvimos vestidos de nena con la ropita que vos conoces-

-nunca habías dicho nada sobre las 4 veces- le dice Mabel, igual ya veremos

-Ahh me olvidaba algunas reglas de la casa que tengo que explicarte- dice Marian riéndose

Un rato después, Carlos se acerca para preguntarles si necesitaban algo y desde el pasillo escucha como Marian explica a la abuela como vinieron sus amigos, como fueron bien recibidos, como se confabularon para calentar y terminar siendo cogidos por Carlos, le explicó cuales habían sido las reglas de la casa, los concursos, todo.

Carlos se estremeció ante lo que escuchaba, y trato de percibir el sentimiento de Mabel.

Lo que recibía era alegría, agradecimiento y… ¿calentura?, si calentura.

Marian era ya mayor de edad así que en el peor de los casos, debería aguantar a una abuela quejándosele por haberse cogido a su nieto, o lo más probable haciéndose la que nada sabe para retirarse lo más rápido posible sin generar mucha bulla.

Volvió a su habitación y como ya había cable se puso a mirar una película en televisión esperando un desenlace que suponía e una rápida retirada. La película era aburrida y pronto se durmió.

Lo despierta una hora después el llamado de Marian para comer diciendo que la abuela había terminado de hacer el almuerzo.

Carlos se levantó, pasó por el baño para lavarse la cara y las manos y desconfiando se dirigió a la cocina donde al llegar entendió todo lo que había percibido antes.

Marian estaba sentada a la mesa vestida nuevamente con el mini-short y la camisa atada a la cintura, totalmente abierta dejando la vista sus tetitas cosa que desde ya lo asombró. Pero lo más impactante fue ver a Mabel con la pollerita de colegiala de Marian y también una camisa atada a cintura y sin abrochar los botones dejando ver el enorme par de tetas bien paradas que tenía.

Al ver la cara de Carlos, Mabel dice – me explicaron que las reglas de la casa son para todos.

Carlos ya distendido, proyectó mucha tranquilidad sobre Mabel y se sentó a la mesa. Disfrutó un rico almuerzo charlando y riendo con ambos, sin dejar de mirarle continuamente las tetas a la abuelita.

Terminado el almuerzo fue Carlos quién levantándose les dice –del café me encargo yo- y fue a prepararlo.

Al salir Carlos Marian se levanta y le dice a la abuela en voz baja –vistes como te relojea las tetas-, a lo que ella responde –sí, claro que me di cuenta.

Marian entonces sale de la habitación mientras grita –para mi café no, voy a mi habitación a dormir un rato que ando un poco dolorido- con el fin que lo escuche Carlos.

Aparece entonces con dos cafés para ellos mientras continuaban la charla.

-con respecto a las reglas de la casa- comenzó a decir Carlos

-detente ahí – dijo Mabel, -te voy a explicar algo, mi nieto es todo lo que me queda y sufrió mucho siendo rechazado por sus padres debido a su inclinación sexual. Llegaron a tenerlo encerrado casi un año sin dejarlo salir ni comunicarse con nadie. Hace un año tuvimos un gran pelea y desaparecieron de nuestras vidas y por supuesto el chico quedó a mi cargo que es lo que creo ellos siempre quisieron. Ahí me enteré de todo lo que le hacían aparte de lo que ya sabía. – agregó.

-Así que llegué a un acuerdo con Marian que ya estaba cerca de la mayoría de edad, yo no juzgo ni me meto en su vida sexual y él no lo hace con la mía, pero nos contamos casi todo y a lo mejor a partir de hoy iniciamos algo nuevo, compartimos- agrega Mabel sonriendo

-no tengo nada que recriminarte- continuó - conozco a Dani y los he visto vestidos de mujer. Quién podría resistírseles con esos culitos tan bien formados.

-No soy ninguna santa, soy muy activa en el sexo, por supuesto me cuido pero he tenido amantes hombres y mujeres. Aparte integro un gran grupo muy selecto y cerrado de amigos y amigas con los cuales somos muy activos sexualmente tanto en forma individual como grupal algo similar a los swingers pero más abierto. Como decía mi hijo desaparecido soy una gran zorra- agregó riéndose.

Además debemos tener en cuenta que has salvado a mi nieto de o una paliza muy grande o incluso ser violado o muerto por esos degenerados y eso vale mucho para mí. Eres una persona muy agradable así que sigo las reglas de la casa, ¿o no te gusta lo que miras constantemente?- preguntó mientras se levantaba las tetas y las sacaba de la camisa.

También agregó – porque no vamos ahora a tu habitación que podemos estar solos, ya que esta noche probablemente tendré que compartirte con mi nieto.

Carlos estaba anonadado con lo que había escuchado. Era cierto que si a alguien había que reprocharle algo esto sería a él, se había cogido al nieto ya dos amigos más.

Entonces, ni lerdo ni perezoso agarró las tetas de Mabel y comenzó a besarlas, luego la tomó de mano y la dirigió a su habitación.

Al pasar por la habitación donde estaba Marian, Mabel se asoma y le dice – vos quédate mirando televisión que Carlos yo vamos a divertirnos solos un rato, ¿si?

A lo que Marian sonriendo dice – te vas a divertir Mabel, estoy seguro. No olvides agradecerme después.

Entran a la habitación y se recuestan en la cama para ver un poco de televisión.

Pasan los canales y no encuentran nada que los entretenga, entonces ella le dice –no tienes el canal XXX, así vemos algo de porno que entretiene más.

Carlos responde – no lo necesito, ves esa notebook, está conectada directamente al televisor así que puedo buscar porno en internet y lo veríamos en la pantalla.

-y que esperas- dice ella riéndose.

Carlos busca una página de videos XXX y le pregunta – que tipo de video quieres ver – y ella responde – elige cualquiera me gustan todos.

Pone un video de un trío entre dos mujeres y un hombre, comienzan a verlo, el video es caliente y cuando termina Carlos dice -Anal, Mamadas, BDSM, Tríos, mama y el hijo, papá y la hija cual prefieres.

-ya te dije hago y me gusta ver de todo así que, elije sin reparos.

-Hm- dice Carlos – así que te gusta todo, entonces porque en lugar de ver no nos ponemos a hacer.

- esperaba que lo dijeras- dijo ella comenzando a sacarse la poca ropa que tenía.

Tal como había hecho antes, Carlos comienza a proyectar sobre Mabel un alto nivel de deseo y placer.

Se acerca a Mabel y le da un beso largo y profundo, luego le besa el cuello y baja hasta encontrar ese enorme par de tetas. Allí comienza a chuparlas pasando su lengua lentamente por los pezones, los muerde despacito, los chupa y levanta hasta que se sueltan. Abre la boca trata de meter una teta entera dentro, siendo esto imposible. Aprieta los pezones con los dedos y después los mordisquea.

Mabel está ya muy caliente en parte gracias a la proyección de Carlos, quién continua bajando mientras su lengua lame el estómago y abdomen.

Al llegar al ombligo se entretiene en él con su lengua y sus labios, en ese momento también Mabel le agarra y aprieta con una de sus manos la pija.

Finalmente Carlos llega a donde quería llegar, la entrepierna, el sexo de Mabel.

Muy despacio y con la lengua busca el clítoris, lo encuentra y con su lengua comienza a moverlos de un lado a otro. Con ambas manos abre y levanta las piernas a Mabel enterrando allí su cabeza.

-hijo de puta que bien que lo haces- susurra ella.

El baja un poco más la cabeza y usa la punta de la lengua para subir y bajar alternándose entre el clítoris y el ano sin dejar de proyectarle placer. Pasa la lengua por el agujerito anal tratando de penetrarlo y después de unos segundos sube la misma hasta encontrar el clítoris, donde no solo la usa sino que también usa los labios e incluso en algunos momentos los dientes para mordisquearlo sin lastimarlo.

Mabel está en la gloria, nunca sintió tanto y se arquea levantando la pelvis como pidiendo más y más mientras llega su primer orgasmo.

-Que me estás haciendo guacho- dice Mabel –como me gusta, por favor penétrame de una vez.

Carlos gira quedando sobre ella con la cabeza entre sus piernas y allí continúa con la labor de la lengua, los labios y el clítoris provocando en Mabel más orgasmos.

Al girar quedan en posición de 69 y Carlos dándose cuenta que a ella le gustan las palabras fuertes mientras coge le dice –dale putita chúpame la pija de una vez y no te hagas rogar.

Mabel escucha y aprovecha para con la boca buscar la pija de Carlos y lamerla, chuparla. Con las manos acaricia sus huevos mientras se traga la pija hasta la garganta.

-sí sí, soy una putita y me encanta chuparte la pija- dice.

Ella tiembla y gime, ha tenido varios orgasmos solo con la lengua y los dedos de Carlos, no sabe si cuatro o cinco, ya perdió la cuenta.

El mientras, juega con el clítoris, acerca sus dedos al centro del ano y previo salivarlo bastante comienza a masajearlo en forma circular, de manera que en cada movimiento uno de los dedos entra y sale de la cola de Mabel.

Ella lo percibe y aumenta su placer, más aún cuando siente que entran ya dos dedos completos, entonces gimiendo dice –cógeme boludo que ya estoy lista, penétrame por done quieras pero hazlo por favor.

Y le llega la respuesta de Carlos que le dice – todavía no, aún tienes que tener varios orgasmos clitorianos antes de entrar en los orgasmos vaginales o por penetración- e intensifica la lengua en el clítoris con la ayuda de dos dedos dentro de la concha que entran y salen sin cesar y dos en la cola haciendo lo mismo.

Sigue proyectando placer y más placer.

Mabel tiene dos orgasmos más y siente que estos van llegando cada vez más cercanos y fuertes uno al otro, es en ese momento cuando Carlos la toma de los pies y la lleva al borde de la cama parándose frente a ella. Le levanta las piernas colocándolas sobre sus hombros y comienza a penetrarla vaginalmente.

Mabel siente que le entran hasta el fondo y luego va escuchando los ruidos que cada embestida que termina golpeando su cola con los huevos.

El bombeo comienza con un movimiento suave y parejo, para ir incrementándose en rapidez y fuerza hasta ser casi un ataque frenético. Mientras la penetra Carlos usa las manos, le pellizca los pezones, le mete los dedos en la boca casi hasta la garganta, le masajea las tetas enteras, la cachetea en la cara y le dice constantemente – ¿te gusta que te coja así putita, te encanta no?- a lo que ella responde –me encanta, rómpeme la argolla papi, destrózala.

Cuando están en silencio lo único que se escucha son los jadeos de Carlos, los gemidos de Mabel y los golpes de las caderas de él sobre el cuerpo de ella cada vez que se le entierra al fondo de la vagina.

Ella tiene múltiples orgasmos, a partir de allí es uno atrás de otro cada 20 o 40 segundos. Al llegar a 12 deja de contarlos y se dedica a sentir el placer.

En un momento Carlos se detiene y la gira. Ella queda boca abajo en cuatro al borde de la cama.

De un golpe Carlos vuelve a penetrarla y comienza con la danza del mete y ponga de nuevo.

Mabel sigue teniendo orgasmos, se siente totalmente mojada por sus propios fluidos, nunca a sentido de igual manera.

Entonces Carlos saca la pija y comienza a chuparle el culo, trata de penetrarla con esa lengua mientras dos dedos juegan en la vagina entrando y saliendo. Mabel que está como en un sopor, mareada y solo siente placer dice – si papi, rómpeme el culito también, déjamelo como se lo has dejado a mi nieto y los putitos de ayer, bien abierto y dolorido- y se abre mas para recibir el pijazo por el ano.

Cuando la cola está muy mojada, Carlos mete los dedos en un frasquito de aceite los unta bien, luego empieza de a poco a introducirlos en la cola. Cada centímetro que los dos dedos entran la mano gira y Mabel gime del pacer.

Cuando ambos dedos entraron completamente y mientras los usa para entrar y salir de la cola, va ingresando un tercer dedo al juntarlo a los otros dos.

-sí así hijo de puta, así me encanta- grita Mabel.

Unos minutos después los tres dedos entran y salen muy fácilmente. Llegó el momento, apoya la punta de la pija en el ano y comienza a empujar. Gracias al trabajo previo la pija y al recule de ella, entra sin complicaciones ni dolor hasta llegar al fondo.

Ella lo siente y su placer es ya indescriptible, desea más y más.

Allí Carlos comienza con el mete y saca despacio, a un ritmo constante pero continuo

Mabel trata de entender como si bien lo hizo muchas veces, nunca le gustó plenamente el sexo anal, pero esta vez siente solo placer deseando cada vez más, se da cuenta como Carlos comienza a incrementar el movimiento tal como hizo en su vagina.

Comienza a sentir un placer diferente que se va incrementando y ocurre algo que nunca le había ocurrido, comienza a tener orgasmos por sexo anal, primero uno y después otro y otro.

Siente como Carlos la toma del cabello y le tira la cabeza hacia atrás como si fuera una yegua a montar, le duele pero le agrada, es más la está montando y ella muriendo del placer.

Siente también como Carlos le paga palmadas en los cachetes del culo que ya deben estar colorados, y que sin embargo aguarda cada uno con deseo de sentir el placer que la el dolor que le provoca.

No quiere que el pare quiere seguir sintiendo esos orgasmos uno detrás del otro.

Como antes pierde a cuenta de cuantos han sido.

Carlos finalmente se separa de ella y acostándose frente a ella le agarra la cabeza y le marca que le chupe la pija – quiero acabar en tu boca y llenarte de leche- le dice. Ella tratando en forma de agradecimiento de hacer sentir a ese hombre al menos un poco de todo lo que ella sintió, se mete la pija en la boca y comienza a moverse metiéndola y sacándola. Cada vez que entra la pija atraviesa su garganta y percibe que eso le da placer al hombre, entonces lo intensifica, empuja más pero ya la pija no puede entrar más.

El siente que va a terminar y se lo dice, ella traga más esperando los deseados chorros de semen en su garganta que llegan ahogándola.

Finalmente termina de limpiarle la pija con la lengua y se queda acostada junto al hombre, descansando y sin entender en todo el placer que sintió en tan poco tiempo.

Ella mira hacia la puerta y ve a Marian que le sonríe y le guiña un ojo como diciendo –te lo avise- entonces cierra los suyos y comienza a dormirse.

Unas tres horas después se despierta y está sola en la cama, se dirige a la cocina pero no llega y siente ruidos. Se asoma despacio y ve como Carlos se está cogiendo a su nieto. Lo tiene agarrado contra la mesada y lo bombea y lo bombea hasta que ambos cambian de posición y Marian empieza a chuparle la pija y finalmente le acaba en la boca. Su nieto traga todo tal como antes hizo ella.

Ella retrocede y vuelve a la cama, esperará un poco antes de levantarse una vez que todo haya terminado, no quiere privar de ese placer a su nieto, pero se da cuenta que verlos coger la ha excitado bastante.

Unos minutos mas tarde Marian la llama para merendar, café con galletas. Se levanta y va a la cocina.

Pasan el resto de la tarde mirando televisión y charlando de boludeces hasta que ella empieza a preparar la cena.

Cenan tranquilos charlando, toman un café de sobre mesa y luego van acostarse.

Sabe que pasará, se acostarán los tres juntos y tendrán sexo. Entre ella y su nieto le chuparán la pija a Carlos que seguramente le hará la cola a Marian, quizás y ojalá a ella también en la forma en que se la hizo esta tarde aunque la tiene muy dolorida.

Nunca hizo un trío con su nieto, pero después de ver como se lo cogían quedó tan caliente que está ansiosa por hacerlo.

Sabe que en la mañana deberán irse, pero también sabe que cada uno por su lado tratará de seguir viendo a Carlos en forma individual o porque no, quizás grupal también

Se encamina hacia la cama y ya se siente húmeda…

Mientras Mabel camina hacia la habitación donde Carlos y Marian ya estaban en la cama, Carlos susurra al oído del chico – haz todo lo que te diga con tu abuela ¿sí?, aunque te parezca raro. Vamos a hacerla gozar en serio.

Marian aprueba con la cabeza y le responde – ten en cuenta que me duele la cola de todos estos días nos concentramos en ella ¿sí?

Mabel entra a la habitación y se acuesta a la derecha de Carlos ya que Marian estaba a la izquierda.

Mabel se abraza a Carlos y este comienza a besarla, besándole los labios, el cuello hasta llegar a las tetas y comenzar a comérselas. En ese momento y mientras proyecta deseo a ambos, le hace una seña a Marian que se mueve de forma que Mabel queda en el medio, y comience a chuparle también una teta. Mabel queda acostada en el medio con una teta en la boca de Carlos y la otra en la boca de su nieto Marian que parece haberse entusiasmado chupándola sin saber que Carlos proyectaba ese deseo.

Ambos juegan cada uno con su pezón. Marian copia lo que ve hacer a Carlos, mueve su lengua rodeando el pezón, lo mordisquea, lo chupa.

Mabel comienza a gemir, tiene agarrados a cada uno de sus acompañantes de la cabeza y los empuja a que sigan chupando cada vez más.

Carlos sigue bajando y llega a la entrepierna de Mabel, comienza con el juego de lengua-clítoris mientras Marian sigue entusiasmado con la tetas de su abuela.

Mabel solo gime y gime mientras se arquea levantando la pelvis como pidiendo que la lengua entre más.

Llega a su primero orgasmo, pasa al segundo al tercero, pierde la cuenta. Nunca pensó que la llegaría a gozar en parte con la lengua de su nieto.

Entonces se levanta y acuesta a Carlos. Le acaricia la pija y haciéndole una seña Marian, se la mete en la boca y comienza a chuparla. Marian se coloca junto a ella y espera que ella se la ofrezca para chuparla también, la abuela le toma la cabeza y bajándosela hace que ambos la chupen al mismo tiempo.

Se van turnando, mientras Mabel se mete la pija en la boca y la garganta, Marian le chupa los huevos y llega hasta el agujerito del culo, luego cambian y es Marian quien se mete la pija en la boca y Mabel quien se entretiene con los huevos.

Carlos vuelve a acostar a Mabel boca arriba y pone a Marian a chuparle la concha. El chico trata de repetir lo que vio hacer antes, mientras Carlos detrás de Marian comienza a chuparle el culo y a jugar con sus deditos.

Unos minutos después Mabel está gimiendo con ambas manos empujando la nuca de su nieto hacia su pelvis, y Marian está gimiendo cuando Carlos comienza a penetrarlo.

La pija va entrando cm a cm y cuando está totalmente adentro, Carlos se detiene y espera un rato para que el culito se acostumbre al nuevo pedazo de carne que lo atraviesa.

Luego comienza a bombear, la pija entra y sale como un pistón, Marian gime ya casi a los gritos y su abuela se da cuenta de la situación. Se acerca al culo de su nieto y comienza a besarlo mientras ve como la pija entra y sale. Esta tan caliente que empieza a pajearse viendo como le rompen el culo a su nieto.

Se mete los dedos y cuando estos no alcanzan saca e debajo de la almohada un consolador de 3.5 x 16 cm que antes había escondido y empieza a usarlo vaginalmente.

En un momento Carlos saca la pija y se la pone a pocos cm de la cara de Mabel quien se la mete en la boca y la chupa mojándola toda, rodeándola con la lengua.

Entonces Carlos saca la pija de la boca y vuelve a penetrar a Marian. Repite este proceso varias veces, hasta que Marian explota de placer. Y cae acostado boca abajo en la cama.

Sin dejar bajar la erección Carlos pone en cuatro a Mabel y la penetra vaginalmente, agarra a Mabel del cabello y le dirige la mano que tiene el consolador hacia el culo de su nieto indicándole que comience a penetrarlo, cosa que ella comienza a hacer lentamente.

Carlos ya empuja y saca con tanta fuerza y velocidad que Mabel comienza a sentir pasar nuevamente los orgasmos, uno detrás del otro y que su nieto a causa del movimiento del consolador parece tener una nueva explosión de placer y queda recostado en la cama.

Carlos levanta el consolador y hace girar a Mabel colocándola boca arriba. Se da cuenta que es un consolador que tiene bordes en la base, así que lo toma y de a poco lo va metiendo por la vagina de Mabel hasta que la penetra totalmente y queda pegado a ella.

Entonces toma su pija y apoyando el glande en el ano la penetra esta vez analmente hasta el fondo.

De esa manera cada vez que bombea la pija lo hace en el culo y a su vez empuja el consolador en la vagina.

Mabel siente que es doblemente penetrada y se retuerce del placer, no puede identificar por donde goza más si con ese garrote de carne en el culo o por el consolador en la vagina.

La cantidad de orgasmos que siente ya están fuera del marcador.

Carlos siente que está por terminar, se acuesta boca arriba en la cama colocando su pija a la altura de la boca de Mabel que gira en la cama y hace señas a Marian para la ayude. Entre ambos comienzan a chuparle la pija.

Pasados unos minutos Carlos percibe que va a acabar y lo hace llenando las dos bocas de su semen.

Mabel y Marian sonríen y se encargan de limpiar con sus lenguas la pija y finalmente se le acuesta cada uno a un costado lado para posteriormente quedarse dormidos.

(9,50)