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Luciana, mi activa amiga transexual

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En mi anterior relato les contaba de mi compañero, quien compartía apartamento, del cual les contaré más relatos próximamente.

Cuando se fue mi compañero del apartamento, quedé otra vez solo. De vez en cuando lo veía, pero ya no teníamos encuentros, su familia ya estaba viviendo con él, pero nos manteníamos hablando y conservamos una buena amistad.

En una de las noches que me encontraba solo, empecé a buscar en una aplicación de citas con quien salir, y, buscaba mujeres en este caso. Estuve por varias horas buscando hasta que vi un perfil que me gustó, su rostro era muy lindo, las fotos muy femeninas y tenía un no sé qué... que luego descubriría. Le puse un "me gusta", a ver si también respondía.

Como a las dos horas escuché un sonido en mi teléfono, era de la aplicación de citas y me había puesto también un "me gusta"!, seguido, empezamos a hablar por la aplicación, empezamos con lo usual, cuántos años tienes, a que te dedicas, cuáles son tus gustos, etc. Luego intercambiamos teléfonos. Durante unos días, solo usábamos mensajes de texto para comunicarnos, y cada vez más agarrábamos más confianza. Todos los días me daba el "buenos días", se preocupaba por mí, me daba recetas para el desayuno, hablábamos de cómo nos había ido durante el día, etc.

Después de esos días, empezamos a mandarnos con los mensajes, fotos. Las fotos que veía eran de una mujer con un cuerpo muy lindo, que se arreglaba muy bien, aún no sabía la sorpresa que me esperaría... algunas veces me pedía opinión sobre la ropa que se podía en el día, yo hacía lo mismo. Luego empezamos a llamarnos, la primera vez noté un poco extraña su voz, con unos tintes masculinos, pero seguí, "deben ser cosas mías" me dije.

Un día, estábamos hablando de recetas, y le decía como me gustaba cocinar a mí. "Deberías invitarme un día a cocinar" me dijo, a lo que le dije "claro! que sea un plan". Quedamos para un domingo en la tarde. "Yo paso a buscarte" dije.

Llegó el domingo y fui a buscarla. Cuando toqué el timbre de su casa, ella abría la puerta, tenía un blue jean, con una camisa, se veía muy hermosa, con unos senos perfectamente redondos... Le abrí la puerta del carro, se subió diciéndome "que caballero eres, eso me gusta, se ha perdido". Cuando llegamos al apartamento, fuimos directamente a la cocina, empecé a cocinar, ella me ayudaba con lo que le iba diciendo, y hablábamos animadamente mientras escuchábamos música. Terminamos de cocinar, una buena pasta con frutos del mar, y unas crepas dulces de postre, y por supuesto, un vino.

Después de comer nos sentamos en el balcón, donde tenía un sillón, me senté al lado de ella. Como era un poco tarde ya, le dije "antes de llevarte a casa, quiero darte un regalo para que me recuerdes en estos días", ella se sorprendió, se sonrió. Me levanté, traje una caja de chocolates, me volví a sentar a su lado, y se la entregué. Ella, disimuladamente agarró mis manos, junto con la caja y nuestros rostros se encontraron de frente, dándonos un beso en los labios "ay... dijo ella" yo me retiré, me dió las gracias y seguimos hablando.

Nos paramos un rato, y nos quedamos contemplando la ciudad desde la baranda del balcón, señalando lugares, hasta que ella empezó a preguntar "donde queda la catedral?" yo le señalaba "allí, donde están las luces", "no la veo" decía, así que me coloqué detrás de ella, con cierta distancia, y le levantaba el brazo, y le señalaba. Luego, me dijo, "ah y donde queda el parque central?", le hice lo mismo, pero allí ella se acercó a mi más, y entre mas lugares preguntaba, mas se acercaba hasta quedar completamente pegados, su raya quedó justo en medio de mi pene, el cual comenzó una leve erección. Ella lo notó y seguía preguntando lugares, mientras que restregaba sus nalgas, disimuladamente, mi erección cada vez iba a mas, hasta que ella volteó su rostro, nuestros labios se encontraron y comenzamos a besarnos.

Ella se colocó al frente mío, quedamos muy pegados, y seguimos besándonos, ella bajó a mi cuello, seguía besándome en la boca, yo bajaba a su cuello, seguíamos besándonos apasionadamente. De lo pegados que estábamos, podíamos sentir nuestros cuerpos, y yo empecé a sentir un bulto "será", cruzó por mi mente, pero eso no me detuvo... nos fuimos al sofá del balcón, seguíamos besándonos, ella metió una mano por arriba del pantalón y empezó a acariciarme... yo hice lo mismo cuando ¡sorpresa! sentí tremendo pene que debía tener un tamaño como un salchichón a punto de reventar ese blujean. Luciana trató de alejarse y de decir algo, yo me acerqué a su oído y le dije "no me importa, eres hermosa" y seguimos como novios explorándonos y acariciándonos...

Nunca había estado con un trans, pero me ponía a mil! Cuando estaba la situación muy caliente, nos fuimos besándonos a la cama, allí lentamente empezamos a desnudarnos mientras nos besábamos mutuamente, ella llevaba ropa interior de encaje negro, pero en el panty, que era una seda dental, ya sobresalía una tremenda morcilla.

Quedamos completamente desnudos frente a frente, frotando nuestros penes moviendo la pelvis, la hice sentar y empecé a bajar lentamente recorriendo sus pechos, mordiendo sus pezones (la escuchaba gemir, o sea que le gustaba), hasta que llegué a su pene y a sus huevos, que eran gigantes! empecé a saborear cada parte, lamiendo su cabeza, el tronco de su venosa verga completamente erecta, hasta que ella me dijo "para, no me quiero venir todavía", le hice caso, y nos tumbamos el uno al lado del otro frente a frente acariciándonos, recorriendo en ambos cada parte del cuerpo con los labios y la lengua. En un momento la abracé después de recorrer con mi lengua y mis labios su cuello, y morder el lóbulo de su oreja y le dije susurrando "que quieres, que te gusta" ella solo respondió "dar", yo le dije "dame entonces, quiero complacerte", aunque tenía un poco de miedo al ver el tamaño de aquel miembro.

Ella me hizo ponerme de pie, se puso detrás de mí y empezó a recorrer mi espalda con sus labios y la lengua. Luego me hizo echarme hacia adelante, quedando mi pecho apoyado encima de un tocador cercano, y empezó a meter su lengua en mi raya, hasta llegar a mi orificio y lo recorrió con su lengua, nunca me habían hecho un beso negro! me tenía tan a mil que empezaron a salir chorros de precum de mi erecto pene. Ella seguía ensalivando y de vez en cuando metiendo su dedo y haciendo círculos, preparando el terreno para lo que venía.

Por unos segundos no sentí sus caricias ni besos, pero en la posición que estaba no podía ver (mi pecho estaba en el tocador y mi cara al otro lado), lo único que sentí fue el sonido de un escupitajo que lanzó, probablemente encima de su pene, y segundos después sentí como me separaba las nalgas, después de separarlas sentí una cabeza entrando por mi agujero. Luciana muy despacio iba metiendo milímetro a milímetro esa morcilla, mientras iba acariciando mi espalda y mi nuca, hasta que sentí su pelvis contra mis nalgas. Al principio me dolió un poco, pero después iba sintiendo un placer que no puedo describir... ella se agachó, me mordió el lóbulo de la oreja y me dijo "estás bien", "si" le respondí "a que no pensabas que iba a caber" "no" con un jadeo respondí.

Ella empezó un mete y saca despacio... de vez en cuando escupía su verga desde arriba para darle lubricación, mis ojos ya estaban blancos del placer, estaba en las nubes. Ella aceleró el mete y saca, y me empezó a nalguear, y eso me excitaba mucho "dame... dame!!" le suplicaba hasta que se agachó de nuevo mientras me clavaba, y me dijo "lindo, vente, para venirnos juntos", no tuve necesidad de tocarme, como que su verga quedaba tan alineada con mi próstata que cerré los ojos y me vine... ella al sentir las contracciones de mi ano, aceleró y me metía más al fondo su verga, en un momento pensé que me partiría en dos, hasta que sentí su grito de orgasmo... sentía un chorro de leche caliente inundarme...ella cayó atrás mío, sentí sus senos en mi espalda y un beso en mi nuca "que rico lindo..." dándome besos.

Ella intentó salirse, y la apreté con un pie "no te salgas linda, déjame disfrutarte hasta que pierdas la erección" le dije, ella se quedó sobándome la espalda hasta que su morcilla perdió su fuerza, me trajo unos pañitos húmedos que encontró en el baño, me limpió el ano que estaba escurriendo su leche (y que trataba de guardar apretando, pero debió haberme dejado el orificio como la letra O!). Me acosté en la cama, ella se acostó en mi pecho para que la abrazara y así nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente, abrí los ojos, y ella no estaba en la cama, me levanté desnudo a buscarla y estaba en la cocina, preparándome el desayuno, con una bata de baño (mi bata, que encontró en el baño) desnuda por debajo "Hola lindo, ven a desayunar", la abracé por detrás y le di un beso, pero mi pene, con su erección mañanera, había quedado justo en su raja y en la entrada de su ano, eso me excitó más y empecé a acariciar y a puntera "quieres leche, linda?" le dije en su oído, ella, sin decirme nada, me clavó un beso apasionado y acomodó su culo, hice un poco de fuerza y empezó a entrar mi pene en su ano, ella empezó a jadear cuando sentía ser penetrada, empecé a bombear mientras que nos besábamos, ella luego empezó a pajearse y yo a seguir clavándola, agarrándole con fuerza sus senos, hasta que al poco rato ella gritó su orgasmo, dejando mi bata húmeda de su leche. Al sentir que su ano se contraía, me vine dentro de ella... así estuvimos un rato hasta que me dijo "gracias lindo". Nos fuimos a bañar, ella me bañaba como un bebe, yo a ella también, y terminamos de preparar el desayuno y a desayunar, comida de verdad!

Después la llevé a su casa, pero al rato, me llamó si podía pasar en la noche por su casa, a ver netflix. Ella fue mi compañera durante unas semanas, hasta que se regresó a su país. Perdí contacto con ella, pero sé que en algún momento nos volveremos a ver...

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