Economista y prosti: Parte final de mis vacaciones
Ustedes pueden imaginar. Aquellas diosas rubias altísimas, la dueña de casa ya mayor, y yo, recibimos todo tipo de fornicaciones, de sexo oral, les dimos sexo oral a hombres y mujeres. A veces la leche volaba a una cara o rumbo a unos senos, otras veces se escurría desde una concha o entre unos labios. En lo personal, fui muy...