Nos bañamos juntos con Ana. El espectáculo de verla totalmente desnuda bajo la lluvia caliente de la ducha era indescriptible. Mis manos recorrieron cada centímetro de su cuerpo, en cuestión de unos instantes ya me estaba subiendo aún más la temperatura, mi pene se ponía tieso y ella lo notaba. No
Seguíamos en la cama con Ana, su cuerpo pegado con el mío, mirábamos una película, mientras ella acariciaba mi cabello, mi mano recorría la curva de su cintura y de su preciosa cola. Metí la mano por debajo de su calza, tocando ahora la piel suave y caliente de sus nalgas
Transcurría el mes de abril del año pasado, a esta altura del año ya se pueden empezar a sentir los primeros frescos de otoño, que para los que vivimos en el norte argentino, no son muy comunes hasta ya entrado los meses de mayo y junio, sumado a las constantes lluvias que se habían presentado
En ese momento me dieron unas ganas de darle una buena nalgada ya que se le veían muy grandes sus nalgas, era como un zoom en 3D, y aparte de todo se le marcaba un calzón en V.
Un día común y corriente se transforma en el inicio del cumplimiento de unas de mis grandes fantasías. En una serie de relatos espero contar como el ser amable me consiguió una madura