Comenzaré diciendo que durante la redacción de esta historia tuve que parar 3 veces ya que redactar esa noche me hizo masturbarme recordando estos momentos que aun provocan en mí una excitación increíble de una de las vivencias más fuertes que he tenido en mi vida. Dicho lo anterior, pasaré a
Es mi segundo relato y quiero agradecer a todos los que me han escrito a mi correo, han sido muy amables con sus comentarios, por los que se han interesado por mis vivencias y esta es una de las que me han pedido les comparta, espero sea de su agrado. Para los que no saben de mi les comento que soy
Una pareja con asimetrías físicas pueden acoplarse a la perfección. La estrechez de una mujer menudita pudo aguantarse la poronga descomunal de su marido y quisieron recrear ese acto de sexo casi brutal en un film privado, testigo tras el lente de la cámara relato este video.
Este relato habla de la primera vez que la vi coger con otro hombre, a partir de ahí me he vuelto un adicto a verla sin que se dé cuenta y aquí otro relato erótico
Alfredo era un chico introvertido que creció muy apegado a su madre, ella, Susana, siempre fue una mujer sencilla ocupada de las labores de su hogar, sin embargo su marido, el padre de Alfredo nunca fue precisamente un modelo paterno y mucho menos un buen esposo
Para el día de hoy nos vamos a devolver bastante en el tiempo casi 20 años. Mi amado esposo se consiguió un contrató de ingeniería en el departamento del Huila. Su jefe nos invitó a cenar un miércoles en un restaurante italiano la spaghettata que queda en la 21 CON 85
Somos una pareja feliz con una vida sexual activa. Mi esposa es una mujer guapa de muy finos modales yo un hombre dedicado, aventurero y con muchas historias por contar. Siempre con ella hablaba de lo feliz que me siento con ella y muy contento de poder expresarle todos mis deseos
Agarró entonces las pinzas y comenzó a retorcerlas. Patricia respondió con un gemido y se masturbó con más fuerza, demostrando que cuanto mayor era el dolor más se elevaba su placer. Ariadna, subiendo la apuesta, combinó los estrujamientos con palmadas sobre las pinzas, que arrancaron de…
Mi vecina Rosa es una mujer muy tierna y muy amable. Somos amigas íntimas desde el invierno pasado, desde una tarde en la que le acaricié el coño bajo su mesa, estando junto a su marido; sin saber él que la estaba tocando en su presencia.
La fue penetrando con calma pero con fuerza, escuché su gemido al sentirse ensartada “ah ah”. Miré a mi esposa con los ojos cerrados, comenzó a gemir al sentir como la verga se abría paso para incrustarse en lo más hondo de su vagina.