Relatos publicados por Diego Alatriste (6)

Rosa se sincera sobre su pasado.

Su marido se acercó sumiso y de rodillas metió la cabeza entre sus piernas.

Poco a poco empiezo a conocer detalles de la impresionante vida de Rosa.

Jugamos a que soy una ternerita hambrienta y que necesita mamar su ración de leche, pasó la lengua por mi cuello, o, a que soy muy mala y me vas a dar en el culito con este garrote tan grande o, tal vez, te guste jugar a que soy una niña buena a la que vas a destrozar el coñito. Tú decides.

Mientras, mis manos se abrían paso entre tus piernas. Las yemas de mis dedos subían desde la rodilla hasta notar la humedad de tu sexo.

Conseguí entrar en la casa de la mujer que más deseaba.