La perversión de mi hijo (III)
Habían pasado tres días de mi encuentro lésbico con Cora y aquella noche cenamos los tres y yo me quede a recoger la cocina y note como las manos de Cora me abrazaron por la cintura y me giro y me beso en los labios.
- Estás loca - le susurre - esta mi hijo
- Eso es lo que me pone - me contesto ella - lle...