Sayo se prepara para los azotes
Sayo tenía una cara bonita con grandes ojos negros y labios que invitaban al beso. Aquella tarde, tumbada en la cama, esperaba a Juan.
Se conocieron en Madrid. Ella estaba estudiando español y él tomaba clases de japonés en una escuela cercana. Habían estado juntos en Yokohama, el conoció...