Mi lado gay
Así se sentó sobre el miembro, mirando a la cara al otro, la introdujo dentro de su culo y comenzó a cabalgarla, primero despacio, como para que tomara bien su medida, para empezar a moverse cada vez con más velocidad, subiendo y bajando sin parar. Ninguno de los dos podía dejar gemir, sus caras describían lo mucho que ambos disfrut...